Publicado el 1 de junio de 2001 en el
El Nuevo Herald
Cuba sigue orgullosa de su intervención en Angola
LA HABANA -- (AFP) -- Diez años después del regreso de sus
soldados de Angola, Cuba sigue reivindicando la misión "internacionalista''
que constituyó la única guerra librada por un país
latinoamericano en otro continente, reemplazada ahora por el envío de
equipos de médicos para brindar otro tipo de ayuda.
El aniversario del fin de la larga presencia cubana en Angola fue celebrado
con unas modestas ceremonias de ex combatientes en La Habana y Camagüey
(centro).
El fin de la operación "Carlota'', en los últimos días
de mayo de 1991, con el regreso de los últimos soldados cubanos, marca "una
página brillante, limpia, honrosa, transparente en la historia de la
solidaridad entre los pueblos, en la historia del internacionalismo'', declaró
entonces el número dos del régimen cubano y jefe de las fuerzas
armadas, el general Raúl Castro, hermano del presidente Fidel Castro.
Los más de 15 años de presencia cubana en la ex colonia
portuguesa aceleraron el proceso de independencia de Namibia -última
colonia del continente africano- y pusieron fin a los sueños de grandeza
de Sudáfrica, dando inicio al desmantelamiento del régimen del
apartheid.
"Sentimos un orgullo profundo, extraordinario, orgullo de haber
participado en algo que ha pasado a la historia'', declaró el
viceministro de Relaciones Exteriores, José Armando Guerra Menchero, en
una entrevista con la AFP.
El inicio de la muy secreta "operación Carlota'', como se
denominó al primer envío de un contingente militar cubano a
Luanda, remonta a los primeros días de la independencia de Angola en
1975, tras la firma de los acuerdos de Alvor.
Tras el retiro de los portugueses, el país se prcipita en la guerra y
estallan las rivalidades entre tres grupos: el Movimiento Para la Liberación
de Angola (MPLA), dirigido por Agostinho Neto y apoyado por Moscú y La
Habana; el Frente Nacional de Liberación de Angola (FNLA) de Roberto
Holden, apoyado por Zaire; y la Unión Nacional para la Independencia
Total de Angola (UNITA) de Jonas Savimbi, que representa a la etnia ovimbundu
-mayoritaria en Angola- y cuenta con el respaldo de Estados Unidos y Sudáfrica.
Neto había estado vinculado en los años 60 a Ernesto Che
Guevara, quien realizó varios viajes a Africa e instaló un foco
guerrillero en el Congo Belga. Y cuando Sudáfrica invadió el sur
de Angola, el dirigente de la joven República Popular pidió
auxilio a Cuba.
"Teníamos un compromiso moral, espiritual con Neto'', dijo
Guerra Menchero.
Los cubanos en Angola fueron inicialmente un puñado de hombres, pero
llegaron a movilizar en el correr de los años un total de 377.033
soldados y 56.622 oficiales, según cifras gubernamentales. Libraron
batallas decisivas como la de Cuito Cuanavale en 1987-88 con unos 50.000 hombres
-unos 2.000 de los cuales perecieron-, que marcó la derrota sudafricana y
obligó a Pretoria a sentarse a la mesa de negociaciones.
Durante su visita oficial a Cuba en marzo pasado, el presidente sudafricano
Thabo Mbeki rindió homenaje "a los heroicos sacrificios del pueblo
cubano para acelerar la derrota del colonialismo y del apartheid en Africa
austral'', y afirmó que "la batalla de Cuito Cuanavale quedará
grabada en la memoria colectiva de Africa''.
En el plano internacional, las negociaciones cuatripartitas concluidas con
la firma de los acuerdos de Nueva York en diciembre de 1988 condujeron a la
retirada de las tropas cubanas y sudafricanas de Angola, a la independencia de
Namibia y al cese de la ayuda estadounidense y sudafricana a la UNITA.
En el plano interno, la intervención cubana en Angola también
tuvo consecuencias: el general Arnaldo Ochoa y el coronel Antonio de la Guardia,
héroes de la epopeya "internacionalista'', fueron acusados por el
gobierno cubano de haberse aprovechado de sus cargos para dedicarse al narcotráfico
y a tráficos financieros ilícitos. Tras un sonado proceso, fueron
fusilados en 1989.
"Hacemos un balance positivo (del involucramiento de Cuba en Angola)
del que no sacamos ningún beneficio material, no tenemos un banco en
Angola, o una mina de diamantes'', dijo el Guerra Menchero, quien lamentó
que Angola siga devastada por la guerra.
"Nosotros nunca fuimos allá para meternos en la guerra civil,
eso es el problema de angolanos, fuimos a combatir a los sudafricanos, eso se
terminó y los sudafricanos no están allí y es otro país'',
añadió el viceministro.
"Los tiempos han cambiando totalmente, la lucha armada se acabó'',
recalcó.
"Estamos cambiando toda la presencia militar que una vez tuvimos por médicos,
iguales a palomos de la paz'', afirmó.
"Los verdaderos nuevos problemas de Africa ya no es el problema del
colonialismo, sino hambre, miseria, salud, sida, malaria'', prosiguió el
viceministro. Miles de profesionales de la salud cubanos se encuentran
actualmente en Africa, y más de 500 de ellos en Sudáfrica.
Hallan muerto en La Habana a un sacerdote estadounidense
Associated Press. Pittsburgh, Pennsylvania
Un sacerdote fue estrangulado en su casa en centro Habana, un mes después
de haber regresado a Cuba para ayudar a los pobres, dijo ayer su hermano.
El reverendo George Zirwas, de 47 años, oriundo de McDonald,
Pennsylvania, fue asesinado el domingo por la noche o temprano el lunes por la
mañana, dijo ayer por la noche su hermano Frank desde su hogar en el
oeste de Pennsylvania.
Aunque tanto los funcionarios cubanos como estadounidenses confirmaron que
un hombre norteamericano había muerto en La Habana el lunes, ninguno
ofreció detalles sobre la muerte.
Zirwas, quien era sacerdote de la diócesis de Pittsburgh, tenía
una licencia personal desde finales de 1995, según el reverendo Ronald
Lengwin, portavoz de la diócesis. Frank Zirwas dijo que su hermano tenía
problemas médicos.
Zirwas había vivido en Cuba en forma intermitente durante los últimos
tres años, y llevaba cepillos de dientes, ropa y otros artículos a
la población. A veces visitaba a su madre de 83 años, pero siempre
regresaba a La Habana.
También se cree que el sacerdote viajaba al sur de la Florida.
"El consideraba a Cuba su hogar'', indicó Frank Zirwas. "Llevaba
muchas cosas a Cuba. Era generoso. Creo que por eso es que el gobierno está
investigando tan bien su muerte. Realmente creo que están tratando de
encontrar a su asesino''.
Frank Zirwas dijo que espera que el gobierno le envíe el cadáver
de su hermano para finales de la semana.
Agregó que estaba "avergonzado'' de la diócesis de
Pittsburgh y la Iglesia Católica. Las organizaciones no sólo no
ayudaron a la familia Zirwas, sino que no le dieron la extremaunción a éste,
dijo Frank Zirwas.
Crean la sociedad de periodistas independientes 'Márquez
Sterling'
RAUL RIVERO, director de la independiente Agencia Cuba-Press, declaró
el jueves que la prensa no oficial cubana vive en la "indigencia tecnológica''.
Associated Press. La Habana
Un grupo de los periodistas independientes de Cuba anunció ayer la
creación de su sociedad, que ya solicitó la requerida autorización
gubernamental.
La Sociedad de Periodistas "Manuel Márquez Sterling'', que
agrupa por ahora a 40 del centenar de periodistas independientes de la isla,
tiene entre sus principales objetivos "promover la libertad de expresión
e información'' y "continuar la formación profesional de los
periodistas alternativos''.
"Lo que menos se puede pedir es escribir bien en español (...)
falta profesionalidad'', declaró en conferencia de prensa Raúl
Rivero, quien dirigirá el consejo asesor de la sociedad, cuyo nombre, Márquez
Sterling, recuerda a un importante periodista cubano del siglo XX.
Rivero, ganador en 1999 del Premio María Moors Cabot, de la
Universidad de Columbia, agregó que la prensa no oficial cubana vive en
la "indigencia tecnológica'' y debe superar tales limitaciones.
La sociedad, indicaron algunos de sus miembros, dictará cursos de
periodismo e inglés, entre otros, mientras espera mantenerse con
colaboraciones de hasta $50 de sus propios miembros y con donaciones de grupos
no gubernamentales internacionales.
"No aceptamos dinero de ningún gobierno, incluyendo el de
Estados Unidos'', respondió Ricardo González, presidente de la
sociedad.
"El gobierno de Estados Unidos tiene el derecho a tomar las medidas que
considere pertinente (...) y nosotros también, la decisión es no
recibir dinero de ningún gobierno'', agregó González,
interrogado sobre un proyecto de ley presentado en Estados Unidos para entregar
$100 millones a opositores, periodistas independientes y activistas de derechos
humanos en Cuba.
González añadió que ayer presentaron ante el Ministerio
de Justicia la solicitud de acreditación requerida por el gobierno para
su funcionamiento legal. Aunque no esperan buenas noticias, aseveró, "al
menos no nos han negado'' el pedido.
Frente a los independientes, aseguró, en el gobierno hay una actitud
de "resignación, es como convivir con un zapato, aunque apriete un
poquitico''.
Los periodistas independientes cubanos, desde profesionales con títulos
universitarios hasta amas de casa, son aquellos que no siguen la línea de
la prensa oficial, agrupada en la Unión de Periodistas de Cuba.
Rivero y González, como la mayoría de los independientes,
publican sus notas enviándolas por fax o dictándolas por teléfono
a Miami, su principal mercado informativo.
Atacan a Panamá por no extraditar a Posada Carriles
Associated Press. La Habana
El gobierno cubano, otra vez indignado por la negativa de Panamá a
extraditar al anticastrista Luis Posada Carriles, reclamó a ese país
su falta de voluntad política para hacer justicia.
"Resulta bochornoso que (...) las autoridades panameñas hayan
pasado por alto el grado de peligrosidad de los cuatro delincuentes hoy
detenidos en Panamá'', afirmó la cancillería cubana en un
comunicado publicado ayer en el oficial diario Granma.
La comunicación cubana indicó que respondía así
a una nota que, el pasado 14 de mayo, le fue entregada al embajador de Cuba en
Panamá por la cancillería panameña y "mediante la cual
se intentaba justificar la denegación de la extradición solicitada
por Cuba''. Panamá rechazó en abril pasado la solicitud de
extradición hecha por La Habana contra cuatro anticastristas, entre los
que figuraba Posada Carriles, acusados por la inteligencia de la isla de planear
un atentado contra el gobernante cubano Fidel Castro, durante la celebración
en Panamá de la Cumbre Iberoamericana de mandatarios, en noviembre
pasado.
Cuba "considera que la causa real de la denegación es la falta
de voluntad política de las autoridades panameñas de realmente
contribuir a que se haga justicia''.
El gobierno de La Habana responsabiliza a Posada Carriles, de 73 años,
por una serie de ataques contra la isla y contra Castro, incluyendo la explosión
en pleno vuelo en 1976 de un avión cubano de pasajeros en el que murieron
73 personas.
En realidad, añadió la cancillería cubana, "para
acceder a la extradición (...) las autoridades de la república de
Panamá sólo necesitaban actuar de conformidad con su legislación,
sin caprichosas interpretaciones, y tener el suficiente valor moral y ético''.
Califican a los espías de 'protectores' de EU
Según la defensa, los acusados eran "pacifistas'' con una "misión
inmortal''
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
Los abogados de la defensa del juicio contra cinco presuntos espías
cubanos atacaron ayer fuertemente la estrategia de la fiscalía y subieron
el tono de los atributos a favor de sus clientes, calificándolos de "pacifistas'',
agentes con "una misión inmortal'', "protectores de la política
y las leyes de Estados Unidos'' y, otra vez, "patriotas''.
En la tercera jornada de alegatos finales en un tribunal federal de Miami,
los abogados Philip Horowitz, William Norris y Jack Blumenfeld tomaron el
estrado para cuestionar las razones del encausamiento fiscal y asegurar que los
acusados nunca procuraron ni obtuvieron información secreta. Horowitz,
quien representa al acusado René González, afirmó que existía
una gran confusión en torno al caso, y mencionó las "acciones
violentas'' de agrupaciones del exilio como la principal motivación de
los integrantes de la Red Avispa, desarticulada en 1998.
Según Horowitz, la misión de González --encausado bajo
cargos de espionaje-- "es inmortal''.
"La misión es la paz, no obtener un pedazo de Cuba'', enfatizó
el abogado. "La defensa del derecho a mantenerse libre de la invasión
proveniente de esa 'isla internacionalmente aislada' en que se ha convertido el
Condado de Miami-Dade''.
Horowitz terminó su intervención de 50 minutos aseverando que
no existen evidencias para condenar a González, y calificando de
provocadores a activistas como José Basulto, presidente de Hermanos al
Rescate, y Ramón Saúl Sánchez, líder del Movimiento
Democracia.
Los argumentos de Norris en defensa del procesado Ramón Labañino,
alias Luis Medina, retomaron el mismo camino.
"La naturaleza de la información que obtuvo [Labañino] es
pública y no perjudica la seguridad nacional'', declaró Norris
ante los 12 jurados. "No hay un mercado secundario para esa información''.
El abogado justificó que Labañino usara una falsa identidad en
territorio norteamericano "para no poner en peligro la seguridad de sus
familiares en Cuba'' y se preguntó: "¿Si el FBI envía a
uno de sus agentes a investigar a unos mafiosos, no les protege acaso su
identidad?''
Norris insistió en la inocencia de su cliente y manifestó que
la tarea de Labañino --comisionado junto al acusado Antonio Guerrero para
vigilar instalaciones militares del sur de la Florida-- estaba de hecho "protegiendo
las leyes y la política establecida por Estados Unidos''.
El turno le tocó entonces a Blumenfeld, quien trató de
ridiculizar los alegatos fiscales contra su cliente, Antonio Guerrero.
"La fiscalía ha usado un enfoque del caso a lo David
Copperfield'', ironizó Blumenfeld. "Ellos [los fiscales] sacaron un
montón de cosas para crear el pánico y hacerles creer que eran más
de lo que realmente son''. Agregó que en la Base de Boca Chica, donde
laboró Guerrero por más de cinco años, no existía
información secreta, y recordó que existía en esa área
un cartel que autorizaba a tomar fotografías.
Blumenfeld insistió en que Guerrero nunca transmitió secretos
militares de Estados Unidos hacia Cuba, y aseguró que se trataba de "un
patriota que se había sacrificado por su país''.
Blumenfeld concluyó su largo alegato con una evocación del prócer
independentista cubano José Martí (1853-1895).
Hoy hablará el abogado Paul McKenna, defensor del principal acusado y
supuesto cabecilla de la Red Avispa, Gerardo González.
Cuba enciende otra disputa diplomática
Pablo Alfonso
La cancillería cubana volvió a enturbiar el ambiente diplomático
con un país del área al criticar ayer, con palabras ofensivas, al
gobierno de Panamá.
La reacción de La Habana es en respuesta a la negativa panameña
de extraditar hacia la isla a los cuatro cubanos anticastristas detenidos en ese
país en diciembre, bajo cargos de organizar un supuesto plan de atentado
contra el gobernante Fidel Castro.
El tono del comunicado cubano supera el tradicional lenguaje de los
diferendos diplomáticos y acusa al gobierno de Mireya Moscoso de no "tener
el suficiente valor moral y ético para actuar de conformidad con los
deseos del pueblo de Panamá'', que según el régimen
castrista está a favor de la extradición de los cubanos.
Acostumbradas a hacer afirmaciones que no pueden ser cuestionadas dentro de
la isla, las autoridades cubanas cometen el error de usar el mismo procedimiento
en su política exterior. Habría que preguntar a los analistas de
la cancillería cubana cuándo consultaron la opinión de los
panameños, para afirmar que su deseo es que se deporte a Cuba a los
cuatro anticastristas detenidos.
Quizás ese error de apreciación proviene de las
manifestaciones de protestas que se produjeron en Panamá hace algunas
semanas, aparentemente asesoradas por el diplomático cubano, Félix
Luna Mederos, según medios panameños de prensa.
Hasta ahora la cancillería panameña no ha respondido la nota
cubana, pero es de esperar que la reacción sea de enérgico
rechazo. A mediados de mayo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá
calificó de "ofensivos e improcedentes'' los términos de una
nota anterior de La Habana.
La cancillería cubana está utilizando contra Panamá el
mismo tono amenazante que Castro ha enarbolado en sus críticas a otros países
de la región. En los últimos meses, las ofensas y amenazas
castristas se han repartido entre quienes votaron contra Cuba en Ginebra y los
firmantes en Canadá del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas
(ALCA).
Precisamente esta semana se inaugura en San José, Costa Rica, una
importante reunión de la OEA que analizará los acuerdos del ALCA y
su cláusula democrática. No sería extraño que en el
marco de esa cita de los cancilleres del hemisferio, se produjeran disturbios y
protestas callejeras alentadas desde La Habana.
A fin de cuentas, Costa Rica ha sido también blanco de las críticas
de Castro y su cancillería por su voto de condena en Ginebra a la violación
de los derechos humanos en Cuba.
No hay que olvidar que Castro lanzó una batalla contra el ALCA cuya
estrategia inicial elaboró a principios de mayo en la capital cubana,
junto a dirigentes de la izquierda radical latinoamericana.
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