Un parque
sumido en el olvido
Claudia Vázquez Linares, Grupo Decoro
LA HABANA, junio - Un basurero. Una aglomeración de adoquines,
estatuas y esculturas sin cabeza ni brazos; faroles sin cristales ni bombillos,
y una descolorida área infantil conforman actualmente la realidad de lo
que fue, hace unas décadas, el parque de Palatino.
Ubicado en el reparto Palatino, municipio Cerro, en Ciudad de La Habana,
este parque fue uno de los más hermosos de la ciudad. Su construcción
se remonta a los principios del siglo pasado. Con el tiempo fue ampliándose
y remodelándose.
El parque Palatino posee un área de 9,100 metros cuadrados. Consta de
tres puentes, por debajo de los cuales, en tiempos de la colonia, pasaba la
Zanja Real que abastecía de agua a La Habana de intramuros y extramuros.
Además de cinco esculturas, todas en muy mal estado, existen en el
parque dos bustos, uno del Apóstol José Martí, y el otro de
Antonio López Camero (Cholo), colocado el 26 de julio de 1959 por el
Directorio Revolucionario, la Organización Auténtica y el
Movimiento 26 de Julio.
Otra de las esculturas corresponde a Madre con su hijo en brazos, levantada
en 1956 por iniciativa de la Asociación de Propietarios y Vecinos del
reparto Palatino.
Más de cuatro generaciones de cubanos pasaron su infancia montando
bicicletas, patines, carriolas, en las áreas del parque. El 6 de enero, día
de los Reyes Magos, el lugar se llenaba desde horas tempranas de niños
alegres y juguetones. En la zona de los columpios más de cien niños
se recreaban sin que el cansancio surcara sus rostros.
En las tardes y noches, el parque Palatino era visitado casi
obligatoriamente por jóvenes parejas de enamorados y de gente mayor que
acudía a la tertulia cotidiana, principalmente vecinos de la localidad.
De los 29 bancos con que contaba el parque, sólo quedan en pie 16. Y
en muy mal estado. Igual suerte han corrido las 8 hermosas farolas que
alumbraban las noches.
Más de cincuenta árboles embellecen todavía el entorno,
a pesar de que un basurero, en uno de los extremos del parque, garantiza que
zumben por el sitio batallones de moscas que molestan sin piedad a los
visitantes.
Hace varios meses, trabajadores de los servicios comunales depositaron en
las áreas verdes del parque materiales de construcción. Con la
llegada de las lluvias, el cemento y la arena han inundado totalmente esas
zonas, además de que los mismos se han visto sometidos a un permanente
saqueo.
Todo indica que la destrucción que va devorando el parque de Palatino
no es asunto de interés para las autoridades de servicio comunales. Hace
más de un año, la entidad anunció un proyecto para la
reparación total del mismo. Y una vez más la desidia contribuirá
a la destrucción definitiva del parque de Palatino.
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