Pasajeros en
condiciones de espera humillantes
LA HABANA, 30 de julio (Moisés Rodríguez Valdés) - La
terminal de ómnibus conocida como "terminal del Lido" cerró
sus salones de espera "por reparaciones" desde el 10 de enero de este
año pero, al cabo de seis meses, no se vislumbra su reapertura.
Desde ese entonces, los pasajeros esperan la llegada de los carros bajo una
armazón de hierro, sin paredes y con techo de lona, que anteriormente
estuvo ocupado por una tienda dolarizada cuya exigua demanda la quebró.
Inicialmente, el frío hostigó a los viajeros en el improvisado
salón de espera. Después, durante las lluvias, el agua se tornó
en el peor enemigo de la gente. Ahora, sin techo porque la lona se pudrió,
los que aspiran a viajar permanecen a la intemperie rodeados por la estructura
metálica.
Mientras tanto, la reparación de la terminal del Lido -situada en el
capitalino municipio de Marianao- ha avanzado, pero tan lentamente que "no
parece tener fin", al decir de algunos usuarios.
Incluso han circulado versiones no confirmadas de que el remozamiento de la
terminal se debe a inversionistas italianos. ¿Imaginación popular o
esperanza de soluciones provenientes del extranjero? Nadie sabe a ciencia
cierta. Pero lo que sí está claro es que, en país productor
de materiales de construcción y donde existen obreros calificados y
profesionales en esa actividad, la gente se pregunta bajo el sol cuándo
terminarán las reparaciones en la terminal del Lido.
Entretanto, pasajeros en condiciones de espera humillantes permanecen horas
en ese sitio, a la intemperie, bajo sol y agua, de día y de noche, para
tratar de viajar casi siempre en vehículos inapropiados y sin las
condiciones mínimas de seguridad y confort.
De la terminal del Lido salen carros y camiones para Pinar del Río,
Artemisa, San Antonio de los Baños y otros poblados circundantes.
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