Publicado el 24 de julio de 2001 en el
El Nuevo Herald
Niega Posada que él intentaba matar a Castro
Frances Robles / The Mh. Panama
A los 73 años, enfermo y en la cárcel, Luis Posada Carriles,
que supuestamente quería asesinar a Fidel Castro, plantea lo siguiente: "No
lo hice''.
En una carta de 17 páginas escritas a mano dirigida a The Miami
Herald desde su celda en Panamá, Posada niega el atentado de 1976 contra
un avión de Cubana de Aviación que causó la muerte a 73
personas, absuelve a la Fundación Nacional Cubano Americana de cualquier
responsabilidad en una serie de ataques contra la isla, y urge al ejército
de Cuba a que organice su propia insurrección para derrocar a Castro "con
un mínimo derramamiento de sangre''.
Encarcelado ahora por supuestamente orquestar un complot para matar a Castro
el año pasado durante la Cumbre Iberoamericana celebrada en Panamá,
Posada y su compañero de celda, Pedro Remón, de Miami, dicen que
fueron engañados, burlados por una "camarilla de secuaces'' que
establecieron un elaborado plan para capturar al fugitivo más buscado de
Cuba.
"Declaramos enfáticamente que repudiamos el terrorismo como
estrategia de lucha'', dijo él. "Y a la vez condenamos enérgicamente
el terrorismo de estado que, desde sus primeros días, constituye un sello
distintivo del [régimen del] dictador Fidel Castro''.
Posada es veterano de Bahía de Cochinos, ex operativo de la CIA, y
fue acusado de poner una bomba en un avión que transportaba al equipo
nacional de esgrima de Cuba. Absuelto, pero todavía en prisión,
escapó de una cárcel en Venezuela en 1985 y estaba fugitivo desde
entonces.
En entrevistas anteriores, Posada asumió la responsabilidad de las
bombas colocadas en 1997 en hoteles de La Habana, en los que murió un
turista italiano, y una decena más resultaron heridos. Su anonimato
concluyó el 17 de noviembre, cuando él y otros tres hombres de
Miami -Pedro Remón, Gaspar Jiménez y Guillermo Novo- fueron
arrestados en Panamá por supuestamente planear colocar bombas y derribar
aviones en un intento por asesinar a su más odiado enemigo.
Remón, un ex vendedor de camiones de 57 años de edad, fue
sentenciado a 10 años en una prisión federal en 1986 tras
declararse culpable del intento de asesinato en 1980 del antiguo delegado de
Cuba ante las Naciones Unidas, y de un intento de colocación de bomba en
la misión de Cuba ante Naciones Unidas en diciembre de 1979.
Los dos escribieron respuestas -copiadas por Remón- a preguntas
planteadas por un reportero de The Miami Herald y enviadas a The Herald a través
del abogado de la defensa en la ciudad de Panamá Martin Cruz y el
urbanizador de Miami Santiago Alvarez, que está recaudando dinero para su
defensa.
Al preguntarle qué actos contra Castro había cometido, Posada
replicó:
"Todos los hombres que amamos a Dios tenemos que sentir pesar por el inútil
sacrificio de vidas inocentes'', dijo Posada. "Aunque en el pasado, en la década
de los 60, nosotros, los cubanos amantes de la libertad y de la democracia,
estuvimos enfrascados en tácticas de acción y sabotaje similares,
y sin el inútil sacrificio de inocentes''.
Posada y Remón sostienen que su misión en la reunión de
presidentes latinoamericanos del año pasado era ayudar a desertar a un
cubano de alto nivel. El desertor, dijeron ellos, resultó ser un señuelo.
Los agentes cubanos, escribió Remón, llevaron explosivos, una
bolsa de los Florida Marlins y una copia de The Miami Herald para complicar a
Posada. Los cubanos, que habían estado espiando a los hombres durante
meses, revelaron el supuesto complot de asesinato durante una conferencia de
prensa en la Cumbre.
Tras su arresto, el chofer panameño que él había
contratado condujo a los investigadores hacia los explosivos plásticos
que él dijo haber encontrado en su automóvil y enterrado después.
El chofer también sigue encarcelado.
El gobierno cubano, dijeron ellos, claramente sabía que no existía
ningún complot de asesinato, pero querían captar la atención
en la Cumbre Iberoamericana.
"El verdadero objetivo era convertir todo esto en un espectáculo
propagandístico'', dijeron ellos. Los cuatro se encuentran ahora en
espera de juicio.
La fiscal Argentina Barrera no respondió llamadas que se le hicieron
para que comentara, y tampoco respondieron llamadas los diplomáticos
cubanos en Panamá y Washington D.C.
El abogado de la defensa Rogelio Cruz dijo que el juicio criminal podría
comenzar en octubre. En abril, el gobierno panameño rehusó la
solicitud de extradición que hizo Cuba.
"Creo que esto fue una treta de Fidel para acabar con Posada de una vez
por todas'', dijo Cruz. "¿Qué pruebas había allí?''.
En su carta, Posada juró "ante su país y sus
compatriotas'' que él era inocente del más ''abominable hecho''
que se le imputaba: el derribo del avión de Cubana. El dijo también
que se equivocó en 1998 cuando le dijo a The New York Times que el
fundador de la Fundación Nacional Cubano Americana Jorge Mas Canosa fue
quien lo contrató.
Nuevo complejo hotelero
Agence France Presse. La Habana
El gobernante cubano Fidel Castro inauguró un complejo hotelero
cubano-canadiense construido a un costo de $60 millones, en Cayo Paredón
Grande, una pequeña isla al centro norte de Cuba, informó la
prensa local.
El complejo El Senador es el resultado de una inversión mixta de la
empresa Thibault, Messier, Savar et Associes (TMSA), de Quebec, Canadá y
la local Cubanacán y está formado por dos hoteles, El Emperador,
de 262 habitaciones y Laguna Azul, de 428.
La administración de los dos hoteles correrá a cargo de Red
Deer Management, de Bahamas.
"Nos estimula mucho ver como a partir de la naturaleza virgen, haciendo
proyectos inteligentes se pueden conquistar áreas turísticas y
crear empleos y opciones para el disfrute de los visitantes'', dijo Castro.
Siembra de caña al nivel de 1959
Associated Press. La Habana
La superficie sembrada de caña de azúcar en Cuba está
en los mismos niveles de 1959, cuando el triunfo de la revolución cubana,
reveló el oficial diario Granma.
"La baja en los últimos años supera las 28,100 caballerías
(equivalentes a unas 377,000 hectáreas). La superficie de hoy es igual a
la que se tenía en 1959'', dijo Granma, citando al ministro del Azúcar,
Ulises Rosales del Toro.
Es una desusual admisión de los problemas del sector azucarero,
otrora primer generador de ingresos para Cuba.
Granma no indicó los niveles de siembra de hace 42 años o el
monto exacto para la última zafra 2000-2001, pero aseguró que la
meta era "llevar otra vez'' la siembra a 115,000 caballerías, a 1.5
millón de hectáreas.
En junio, se informó que la zafra cerró con 3.5 millones de
toneladas métricas.
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