Plan
emergente para suplir fugas del magisterio no soluciona la crisis
LA HABANA, 23 de julio (Reinaldo Cosano Alén) - El gobierno cubano se
ha visto obligado a aplicar remedio a la constante fuga de profesores de los
diferentes niveles de enseñanza.
Decenas de miles de maestros y personal pedagógico auxiliar se han
ido del sistema de educación nacional en busca de mejores opciones de
trabajo, principalmente hacia plazas mejor remuneradas en el sector del turismo,
la gastronomía, el comercio o desempeñan trabajos por cuenta
propia.
Para paliar en alguna medida este fenómeno de huída de
profesores el gobierno creó el "plan emergente de formación
de maestros de primaria y secundaria básica".
Los jóvenes que se acogen al plan, por lo general estudiantes de
preuniversitario, tienen que pasar un curso de seis meses de preparación
después del cual, con la ayuda de profesores-tutores, quedan convertidos
en "maestros".
Luego del parto pedagógico, estos jóvenes "maestros"
tienen que enfrentarse a aulas con no menos de veinte alumnos tan jóvenes
como ellos, lo que ha dado lugar a una interrogante: ¿hasta qué
punto serán capaces de imponer respeto a sus educandos?
Según especialistas independientes será una labor difícil.
"Sólo en la medida de su proyección y actuación
personal obtendrán el respeto de sus alumnos, pero lo que sí se
duda es la profesionalidad y calidad de la enseñanza que ellos impartirán",
opinó uno de los especialistas.
Por otra parte, según las fuentes, a los imberbes maestros el
ministerio de Educación los sumirá en "la batalla de ideas"
contra el imperio yanqui y por la salvación de la humanidad, por lo que
tendrán que transmitir a sus alumnos las ideas absurdas del Partido
Comunista.
Pablo Faya, adolescente maestro que imparte clases a los escolares de cuarto
grado en la escuela primaria "Celso Stakman", situada en Santiago de
las Vegas, en La Habana, sabe que su tarea no es sólo impartir clases
sino que debe preocuparse por la llamada "preparación integral de
los niños", o sea el adoctrinamiento político.
Diagnósticos realizados por el propio Ministerio de Educación
han evidenciado la deficiente formación cultural de estos jóvenes-maestros
improvisados, incluido el mal uso de la lengua materna.
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