Miguel Cancio. Correo
Xornal. Miércoles 11 de julio de 2001.
El presidente Aznar acaba de realizar un viaje a Mejico muy importante para
ambos paises y para Iberoamérica en el marco de la economia globalizada.
El desarrollo iberoamericano debe prestar una atencion prioritaria a los
hispanos de USA (más de 35 millones), una fuerza real y en auge. Sin
embargo, lo nuevo y fundamental para Iberoamérica es que su desarrollo
económico, la necesaria competitividad, debe acompañarse del
desarrollo de la democracia y los derechos humanos, de un juego político
limpio y una competencia con principios, que hagan posible un progreso material,
humano y espiritual.
La ONG Transparence International en su Informe 2001 sobre la clasificación
mundial de los países en función de su grado de corrupción,
sitúa así a los países iberoamericanos: Chile en el puesto
18 (donde menos prendió, de los países iberoamericanos, la
demagogia populista y donde más arraigó el liberalismo), España
el 22, Portugal 25, Costa Rica 50, Peru 44, Brasil 46, Colombia 50, Mexico 51,
Panama 52, El Salvador 55, Argentina 57, R. Dominicana 63, Guatemala 65,
Venezuela 70, Nicaragua 78, Ecuador 79 y Bolivia en el 85 puesto. Cuba no
aparece en esta lista, pero en la clasificación mundial según la
libertad económica, ocupa las últimas posiciones. El dictador
Castro después de su desmayo en público ha aumentado la represión
y ha nombrado como sucesor a su hermano, como sucede en Corea del Norte y otras
dictaduras comunistas.
Una cultura democrática y económica debe combatir la tentación
permanente de la demagogia populista, de buscar chivos expiatorios a quien
cargarles los problemas; y debe luchar en prioridad contra la corrupción
y el desarrollo de todo tipo de tráficos ilegales, algunos muy peligrosos
infiltrados en el Estado. Debe combatir El Circuito Paralelo encarnado
personalmente e institucionalizado socialmente: una vida política, económica,
profesional, laboral, sindical, cultural y social sumergida, subterranea.
En una rueda de prensa en Méjico le preguntaron a Aznar y Fox por
Cuba. Aznar dijo que deseaba para Cuba, y el resto de países, el respeto
a los derechos democráticos y humanos. E insistió en lo de la
democracia. Fox no dijo nada de la democracia, y se limitó a decir que
defendía los derechos humanos, pero para Cuba igual que para el resto de
países. Es decir, incumplió lo que prometió al hacerse
cargo de su presidencia: prestar una atención especial a la defensa de la
democracia y los derechos humanos. En la ultima votación de la Comisión
de Derechos Humanos de la ONU, la dictadura castrista fue condenada con la
abstención del Méjico de Fox. Méjico, que vivió la "dictadura
perfecta" del PRI durante 70 años, y España, la dictadura
franquista durante 36 años, deben ser mucho mas firmes, al igual que la
ONU, Comunidad Europea, la Organizacion de Estados Americanos, etc., en la
defensa de la democracia interior y exteriormente, y del combate firme y
constante contra la corrupción y los circuitos paralelos, los
radicalismos y las tentaciones populistas de uno y otro color, con/sin capucha,
etc.
Miguel Cancio es economista y sociologo, profesor de sociologia de la
Universidad de Santiago de Compostela.
Página web: www.miguelcancio.com |