Régimen
de los absurdos cerró el parque Lenin este verano
Reinaldo Cosano Alén
LA HABANA, julio - El mayor parque de diversiones de Cuba, el que más
ha costado y cuesta al país, el parque Lenin, está cerrado. Esta
plaza está ubicada en las afueras de la capital cubana.
La dirección del parque, con mayor exactitud, la dirección del
país, que todo lo controla, autoriza o desautoriza, no tuvo la prudencia
de acometer la reparación del Lenin en los largos meses de invierno o
durante el período de clases, sino que lo cerró ahora cuando la
grey infantil y juvenil está de vacaciones, cuando más necesitan
la recuperación y recreación después de tantas marchas
forzadas a las tribunas abiertas con apellido de "antimperialistas".
Después de tanta "batalla de ideas" durante el curso escolar.
Tampoco fue prudente el gobierno en clausurar sólo una parte primero,
otra después, del parque. Como se hace con el túnel de la bahía
de La Habana: antes se reparó un tubo, ahora se trabaja en el segundo
conducto vial.
A propósito, creemos que con el parque de diversiones ocurrirá
lo mismo que con el túnel. Prometen fechas de liquidación de las
reparaciones que no han cumplido.
El pomposamente llamado -y no por eso deja de serlo- "centro cultural
recreativo parque Lenin" prometen que estará listo en julio.
Promesa. ¿Realmente lo estará? Hemos de dudarlo porque la dirección
del centro se ha visto en la necesidad, que por lo inusual parece estrafalaria,
de hacer una exhortación pública a través de la prensa,
porque a estas alturas no disponen de todos los medios necesarios.
¿Cree usted que el parque estará listo en julio?
Imagino su sonrisa irónica si es buen conocedor de las cosas que
pasan en mi país. Tampoco nadie se asombre si ve publicada la reapertura
del parque en días próximos. Socorridas improvisaciones... El
llamado público de socorro para cicatrizar heridas profundas que no cabe
dudas fueron originadas por la falta de mantenimiento técnico preventivo.
Como ocurre por todas partes.
Doy vuelo a la imaginación reflexiva: ¿qué diría
la opinión pública en cualquier otro país si en plena canícula
de bochornoso verano a sus niños, a todos, le clausuran su Disneylandia,
o el más humilde de sus parquecitos de diversiones?
En Cuba, con resignada ironía repetimos una popular tonada: "Son
cosas de mi país, mi hermano...", y del régimen de los
absurdos.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|