Gracias por
su preferencia
Manuel Vázquez Portal, Grupo Decoro
LA HABANA, julio - Qué chistosos son los comunistas cubanos. Nadie
pensaría que dentro de su patetismo pueden ser tan cómicos. Es
cierto que sus bromas son macabras, pero no por ello hay que negarles el sentido
del humor. Vamos, que cada quien se ríe a su manera, y hace reír
del modo que puede.
Les pondré un ejemplo.
En Cuba no se puede escuchar Radio Martí. La interferencia es tal que
cuando uno lo sintoniza parece que ha hecho contacto con un marciano que está
aprendiendo el español. Se oye más o menos así:
oiiii-glu-glu-puii-troo-FORMACION-pui-glu-troo-ES-puii-truuuu-PODER-prukik-ÓRMESE-cruuuu-ADIO-glu-MARTI-troooo-fuiii.
De Tele Martí ni qué hablar. Pueden inventársele
ochenta trucos al televisor. Si no tienes antena parabólica, nananina le
dijo atata. Y las parabólicas están prohibidas. Así que
Cubavisión y Telerebelde.
Internet era una vía de escape. Por ahí usted se enteraba de
que el mundo era redondo y rebasaba el muro del Malecón, que el
socialismo se había venido abajo y que existen ómnibus diferentes
de los camellos. Pero ya ni eso. Los servidores cubanos han bloqueado muchos
sitios Web. Cuando usted solicita una página que a ellos no les gusta, ahí
mismo aparece el letrerito: La página que usted solicita no está
disponible... Nada, que hay que conformarse con el Granma y el noticiero de
televisión.
De Radio Reloj, la única información útil, desde luego,
es la hora. De Radio Progreso, muy pocos progresos ha tenido desde que lo
conozco. Radio Rebelde, su nombre lo identifica, no ha dejado todavía la
manigua. Otros periódicos del mundo, únicamente con meses de
atraso, y eso si te lo regalara un turista que lo haya comprado en dólares
en sus hoteles.
A las ocho en punto de la noche, suena la musiquita, los únicos dos
canales de la televisión cubana se encadenan ¿o nos encadenan? Y
aparece el aguerrido rostro de Rafael Serrano. Fluyen los discursos, las
tribunas abiertas, las mesas redondas, las miserias del Africa y del Tercer
Mundo, los éxitos, las victorias, los logros del paraíso
socialista caribeño y, al final, no se sabe si con sorna o con cinismo,
el locutor se despide de la teleaudiencia con una frase increíble: "Así
terminaremos la transmisión de hoy, gracias por su preferencia".
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|