Sin techo,
sin amparo social
Milagros Beatón, APLO
SANTIAGO DE CUBA, julio - Personas que no tienen dónde dormir ni quién
los ampare se refugian cada noche en la terminal de ómnibus de la ciudad
de Santiago de Cuba, ubicada en la avenida Jesús Menéndez entre
San Gerónimo y Callejón del Medio.
Estos individuos, de ambos sexos, fueron abandonados por sus familiares y
también por el sistema de seguridad social. Durante el día vagan
por las calles y comen lo que pueden. Por las noches se cobijan en la terminal
de ómnibus para tratar de reposar sus cansados cuerpos.
Vestidos con ropas deterioradas y sucias, aunque los hay que van
semidesnudos y descalzos, ofrecen a la vista un espectáculo nada
alentador para quienes viven frustrados por la desesperanza de cada día.
Allí al menos tienen un techo que los protege de las inclemencias del
tiempo y pueden echarse a dormir sobre los asientos de la sala de espera. Pero,
como no hay suficientes sitios para todos, los menos afortunados extienden
cartones o papeles en el piso y dormitan entre sus pocas pertenencias. Hay todavía
más miseria porque se puede ver algunos que ni pertenencias ni cartones o
papeles tienen, por lo que deben conformarse con fundir su figura en el suelo.
Se escuchan llantos en las filas de los desprotegidos. Lloran los enfermos.
Lloran los que sufren. Y hay lamentaciones antes de conciliar el sueño y
también hay risas, cantos, bailes y hasta riñas por los mejores
puestos para dormir.
No obstante, después de la medianoche reina el silencio y batallones
de moscas y mosquitos invaden los cuerpos destapados de estos desamparados.
Mucho sufrimiento reflejan los rostros dormidos de estas personas.
Temprano en la mañana los empleados de la terminal los despiertan y
los echan del lugar. Es la hora de acomodar el escenario para los viajeros.
Preocupa la cantidad de personas abandonadas a su suerte, a su mala suerte.
Muchos de ellos padecen enfermedades de la mente o del cuerpo. Un gobierno justo
respeta la dignidad humana. Un gobierno justo no permite tanto desamparado en
las calles.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|