Cuba, un
perfeccionamiento a paso de jicotea
Oscar Espinosa Chepe
LA HABANA, enero - Sólo cincuenta y cinco entidades efectuaban su
gestión bajo las bases generales del Sistema de Perfeccionamiento
Empresarial al cierre del 2000, después de pasar por un proceso
encaminado a elevar la eficiencia económica. Este esquema, puesto en
marcha en agosto de 1998, cuenta actualmente con 1,104 empresas en tránsito
para concluirlo, según la información aparecida en la prensa
cubana.
A mediados del 2000, al evaluarse el desarrollo de la aplicación del
sistema, las entidades integradas eran 1,411, lo cual demuestra que han sido
retiradas del experimento 307 de ellas, sin aclararse las causas. Esta reducción
probablemente se debe a la incapacidad de algunas empresas para cumplir los parámetros
mínimos exigidos, en primer término por no poseer una contabilidad
confiable.
La información disponible indica que al terminar al año, únicamente
existían 653 organizaciones económicas con la contabilidad avalada
de confiable. En Cuba hay alrededor de 3 mil empresas estatales, y las más
importantes se encuentran en algunas de las etapas del perfeccionamiento. De ahí,
puede inferirse el estado calamitoso en que se halla la contabilidad a escala
nacional, comprometido también el sector no empresarial, o sea el
financiado directamente por el presupuesto.
Las pocas empresas que ya trabajan plenamente bajo las reglas del sistema no
han encontrado la panacea. La primera que comenzó a trabajar sobre las
bases del perfeccionamiento, la Empresa de la Goma Conrado Piña de la
ciudad de La Habana, presenta dificultades de acuerdo con lo informado
recientemente en la revista Bohemia.
Esta tiene un equipamiento fabril de los años 40 y no posee recursos
para renovarlos; carece hasta de modestos artículos para proteger a los
obreros, como botas y fajas especiales indispensables para la labor diaria. Su
gestión está amenazada por el impago de mercancías
entregadas a clientes, así como por la demora en las entregas de materias
primas que podrían afectar el cumplimiento de los planes, y producir la
consiguiente afectación de los salarios de los trabajadores. Estos
problemas, en sentido general, se presentan en otras empresas que están o
podrían estar próximamente inmersas en las reglas del nuevo
sistema.
Como puede apreciarse, no sólo la aplicación del Sistema de
Perfeccionamiento Empresarial marcha a paso de jicotea, sino que las entidades
que se consideran perfeccionadas afrontan iguales dificultades a las que durante
decenios han afectado a las organizaciones económicas.
La razón de estos malogrados resultados es el intento de querer
resolver los problemas de las empresas mediante soluciones parciales impuestas "desde
arriba" sin tener en consideración la integralidad de la crisis
nacional, creada por un sistema que deberá ser radicalmente transformado
como premisa fundamental para poder hallar un mejoramiento consistente y estable
en el conjunto de la economía cubana.
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