Lincoln Díaz Balart.
Diario Las Américas
Yo reconozco que las relaciones comerciales con China han sido normalizadas,
algo a lo que yo me he opuesto y me opongo firmemente, pero yo también
reconozco que China no es Cuba. Primero, Castro está en bancarrota y sólo
el financiamiento del contribuyente norteamericano podría permitirle a su
tiranía comprar una cantidad importante de productos americanos.
Además, es verdad que las sanciones americanas contra la tiranía
cubana son unilaterales, pero constituyen un instrumento decisivo para que una
transición democrática ocurra en Cuba una vez que Castro esté
fuera de la escena. Hay que recordar que geográficamente, culturalmente e
históricamente, existen fuertes lazos entre los pueblos de Cuba y Estados
Unidos. Hay que recordar que Estados Unidos actuó sólo cuando ayudó
al pueblo cubano a independizarse del colonialismo europeo hace cien años.
Hay que recordar que Cuba está en el hemisferio occidental, el único
hemisferio casi completamente democrático con la excepción del régimen
de Castro. Hay que recordar que Cuba tenía una economía próspera,
una prensa independiente vigorosa, múltiples partidos políticos y
una robusta sociedad civil antes de Castro.
Si mantenemos las sanciones de Estados Unidos hasta que Castro muera o sea
derrocado, los que estén en una posición de poder provisional no
tendrán otra opción que acceder a liberar a todos los presos políticos,
legalizar toda actividad política, la prensa independiente y los
sindicatos obreros, y a convocar elecciones. Pero si levantamos las sanciones
ahora, unilateralmente, antes de que la tiranía tome pasos concretos
hacia la liberación del pueblo cubano, el pueblo cubano podría
estar entonces condenado a décadas adicionales de opresión.
Con respecto a Cuba, Estados Unidos tiene una clara alternativa: Estados
Unidos puede actuar como actuó la Comunidad Económica Europea con
las dictaduras de España y Portugal en la década de los 1970,
cuando Europa sencillamente le dijo a esos países que tendrían que
ser democracias si deseaban formar parte de la Unión Europea (y cuando
murió Francisco Franco en España, aquellos que se encontraban en
el poder no tuvieron otra alternativa a la de acceder a una transición
democrática, al igual que los herederos de Antonio de Oliveira Salazar en
Portugal). O puede proveerle a la tiranía cubana miles de millones de dólares
en comercio y turismo, de esa manera eliminando el mayor instrumento de presión
que existe para que el pueblo cubano pueda lograr una transición democrática
para no tener que sufrir décadas adicionales de opresión,
humillación y barbarie. |