De sueño
a la pesadilla
Juan Carlos Garcell, APLO
SANTIAGO DE CUBA, enero - Mientras en diciembre pasado los pobladores del
municipio Sagua de Tánamo estaban casi dormidos con los cantos
gubernamentales del "crecimiento del producto interno bruto", de la "mejoría
económica", del "petróleo de Venezuela" y de "todas
las metas cumplidas y sobrecumplidas", concluyó ese mes y los
habitantes de esta región oriental despidieron el milenio en medio de la
más extrema pobreza.
Cuatro huevos, 8 onzas de mortadella y dos botellas (de 750 cc.) de keroseno
per cápita fue el suministro del 31 de diciembre, y la cena de fin de año
de muchos por acá.
Llenos de expectativas y de esperanzas, debido a los cantos victoriosos del
gobierno, comenzó el 2001 y el milenio. Pero, rápidamente, se ha
convertido en una verdadera y real pesadilla.
No han vendido más que 4 libras de azúcar y el keroseno no ha
sido suministrado a las bodegas de esta zona.
El keroseno (llamado luz brillante en Cuba) es el principal combustible para
cocinar los alimentos. Su escasez ha originado una crisis tal que el petróleo
es vendido en el mercado negro para que la gente prenda los fogones.
Las fuerzas policiacas han intentado detener el comercio "ilegal"
de petróleo, pero la necesidad obliga y los choferes de vehículos
estatales que usan ese tipo de combustible no pierden la oportunidad de ganarse
unos pesos extras.
"¡Esto no hay quien lo pare!", exclamó una mujer que
acababa de comprar un par de botellas de petróleo. "El fogón
hay que prenderlo a cualquier precio", explicó.
La ineficiente política económica queda demostrada en este
municipio holguinero. Lo demás es papel y tinta.
Mientras, los pobladores del lugar esperan pacientemente que "llegue
algo por la libreta de racionamiento", como suele oírse decir a los
habitantes de ese lugar.
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