Tratos
crueles y posibilidad de epidemia en centro de reeducación penal
SANTIAGO DE CUBA, 17 de enero (Luis Alberto Rivera, APLO) - No le dan atención
médica al recluso Salvador Martínez Arnot en el campamento Gota
Blanca, perteneciente a la prisión La Caoba del municipio Palma Soriano,
en la provincia Santiago de Cuba.
Martínez Arnot sufre dolores de muela y como no le daban auxilio médico
se presentó con todas sus pertenencias frente a la Jefatura del
campamento. "Tomen cualquier medida que crean conmigo, pero no aguanto más
dolor", expresó firmemente el prisionero.
La protesta surtió algún efecto, ya que el capitán
Avila ordenó que llevaran a Martínez Arnot al hospital, donde le
pusieron una "curita" en la pieza. Sin embargo, la cura no le alivió
el dolor y hace cuatro meses que permanece en iguales condiciones.
Es evidente que Martínez Arnot requiere que le sea extraída la
muela, pero en las cárceles cubanas raramente hay anestesia para ese tipo
de tratamiento -explica un informe del Presidio Político Pedro Luis
Boitel, que fue sacado clandestinamente de La Caoba y entregado a la APLO.
La atención médica que reciben los prisioneros cubanos es
deficiente y en muchos casos inexistente. Al preso Donald Barrera Salazar le
niegan continuamente que sea atendido por un especialista de piel. Las
autoridades penales le han hecho perder varios turnos a Barrera en el Hospital
Oncológico de esta ciudad.
En cuanto a los maltratos físicos que reciben en Gota Blanca los
confinados, el escrito del Presidio Político denuncia que los
funcionarios del orden interior (FOI) autorizan a los reclusos que integran los
llamados Consejos de Reclusos para que agredan a cualquier otro preso que ellos
entiendan que viola la disciplina establecida.
Por tal motivo, todo el día se escucha cómo estos
prisioneros-carceleros ofenden a sus semejantes incluso por cuestiones ajenas al
orden interno del campamento.
La nota agrega que la mayoría de los miembros de estos Consejos de
Reclusos son individuos peligrosos, que cometen serias indisciplinas tales como
ausencias del campamento, pero contra los cuales sospechosamente las autoridades
penales no toman medidas. Además, la generalidad de ellos son delatores
del TOS (Trabajo Operativo Secreto), una sección del Ministerio del
Interior encargada de enrolar delatores o delincuentes que ataquen a los presos
políticos, a cambio de pequeños beneficios como pabellones
conyugales o pases para visitar a sus familias.
Un ejemplo de esto ocurrió recientemente en Gota Blanca cuando el
jefe del Consejo de Reclusos Isidro lesionó en la cabeza al prisionero
René Gutiérrez, quien permanece aún ingresado en el
hospital provincial de Santiago de Cuba a consecuencia del ataque. Los
funcionarios penales se desentendieron de este caso, y el abusador salió
impune de su acto criminal.
Relacionado con la alimentación que reciben los reos en Gota Blanca,
el informe del Presidio Político Pedro Luis Boitel precisa que para 124
prisioneros la dirección del campamento autoriza diariamente 18 libras de
arroz y 4 de chícharos, eventualmente dos libras de coditos para elaborar
una especie de sopa o algunos plátanos burros. En ocasiones se reparte
una magra porción de frutabomba (papaya) per capita.
Los alimentos se elaboran sin grasa comestible, sin sal y sin especies. Los
utensilios de la cocina están sucios porque no hay productos para
limpiarlos ni para que se asee el personal que labora allí.
En cuanto al agua que se consume en el campamento proviene de una presa
semiseca, donde el agua estancada no recibe ningún tratamiento antes de
ser suministrada.
La Dirección Nacional de Cárceles y Prisiones del Ministerio
del Interior, cuya sede radica en las calles 15 y K del Vedado habanero, es la única
responsable de la integridad física de estos confinados, concluye el
informe del Presidio Político.
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