Comienza mal
el 2001 en cuanto a la distribución de gas para cocinar
LA HABANA, 16 de enero (Fara Armenteros, UPECI) - Los consumidores de gas
licuado de las barriadas capitalinas de Lawton y Luyanó tienen que pasar
días y hasta noches en interminables filas para adquirir ese combustible.
Desde hace algún tiempo la empresa que distribuye el gas sustituye
paulatinamente los balones de cien libras por cilindros de 20 libras, que los
usuarios tienen que rellenar en puntos habilitados para tal efecto. Además,
tienen que trasladar esos envases de combustible por medios propios.
Para reabastecerse de gas cada cliente tiene que, además de llevar el
balón vacío, presentar la libreta de racionamiento, el carné
de identidad y la tarjeta que autoriza el consumo de ese tipo de combustible.
La cuota asignada por el Estado para un núcleo familiar de cuatro
personas es de 20 libras de gas cada 19 días.
Con este sistema de distribución, la empresa se libera de la
responsabilidad de llevar el gas a domicilio. No obstante, los consumidores
pensaron en principio que sería mejor para ellos depender de sí
mismos que soportar las irregularidades en las entregas a través de los
camiones estatales, por lo cual se acogieron al plan con optimismo.
Pero... la eficiencia duró poco. La planificación falló,
y ahora los consumidores de gas recorren las calles con el baloncito a cuestas y
tienen que dormir en las afueras de los puntos de distribución del
combustible para garantizar el turno en la fila.
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