Cuba evita el declive a su triple campeón olímpico de
boxeo
Joaquim Ibarz México. Corresponsal.
La Vanguardia Digital. 04:16 horas -
12/01/2001
Cuando Félix Savón llegó a Barcelona a principios de
julio de 1992, ya estaba considerado como una de las grandes figuras del boxeo.
Su primer título olímpico de los pesos pesados refrendó la
categoría excepcional de este deportista de 1,98 metros de estatura que
durante diez años ha dominado los cuadriláteros.
A los 33 años, en plena forma deportiva, Savón anuncia su
retirada del deporte con un historial digno de un campeón: tres medallas
de oro olímpicas, seis títulos mundiales, 358 triunfos y 17
derrotas. Con sus títulos en Barcelona, Atlanta y Sydney, igualó
al húngaro Laszlo Papp y a su compatriota Teófilo Stevenson, únicos
que han conseguido tres éxitos en Juegos Olímpicos. El reglamento
de la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA) impide seguir
compitiendo en lides olímpicas y mundiales a aquellos boxeadores mayores
de 34 años. Aunque Savón conquistó en Sydney por tercera
vez el título olímpico, las autoridades cubanas aceleraron su
retirada porque en los últimos años había sufrido derrotas
humillantes, algunas a manos de jóvenes compatriotas.
Debido a estos traspiés, Savón no participó en los
Panamericanos de Winnipeg en 1999. Su coraje, golpes y valentía ya no
estarán más en el ring. Oriundo de San Vicente, una zona rural de
la provincia de Guantánamo, en el extremo oriental de la isla, a una edad
muy temprana, cuando aún cursaba la enseñanza primaria, fue
seleccionado para practicar boxeo. Pronto empezó a destacar. Su elevada
estatura, su corpulencia y su fuerte pegada le señalaron como sucesor de
Stevenson, otra leyenda del deporte cubano. Era conocido como "el Gigante
de Ébano" y "el Terror del Encordado". Tras ganar la
medalla de oro en Sydney, su intención inicial era permanecer seis meses
más en el deporte activo para participar en el campeonato mundial que
tendrá lugar en junio próximo en Irlanda. Las autoridades cubanas
finalmente decidieron que era mejor que se retirara en plena gloria deportiva,
sin tener que exponerse a una derrota por un título mundial.
Savón pasa a formar parte del equipo de entrenadores que prepara a
los boxeadores para los Juegos de Atenas en el 2004. "Savón es una
gloria que le ha dado muchos triunfos a Cuba y tiene muchos valores humanos",
dijo Humberto Rodríguez, presidente del Instituto Cubano de Deportes,
Educación Física y Recreación (Inder). Junto al saltador de
altura, Javier Sotomayor, plusmarquista mundial, Savón está
considerado un héroe del deporte en la isla y por ello fue elegido para
llevar la bandera cubana en la ceremonia inaugural de Sydney. Autoridades
deportivas de la isla le consideran un ejemplo de disciplina en el ring y
constancia tras rechazar inmumerables ofertas millonarias en México,
Estados Unidos y Puerto Rico, entre otros países, para desertar y pasar
al profesionalismo.
Una de las noticias menos esperadas del boxeo cubano fue que Alcides Sagarra
no continuará como entrenador principal del equipo olímpico de la
isla, que dirigió con éxito desde los Juegos de Munich en 1972. Le
sucede Sarvelio Fuentes, otro fundador de la escuela cubana de boxeo y con
excelentes resul-tados. La televisión dijo que Saga-rra "está
propuesto ahora para re-presentar a Cuba en la Asociación Internacional
de Boxeo Amateur (AIBA)". Muchos expertos consideran a Cuba como el alma
del boxeo aficionado al ganar desde Munich hasta Sydney, un total de 27 medallas
de oro. Este deporte es el buque insignia cubano en el medallero olímpico.
Cuba es un semillero de boxeadores, capaz de presentar, si estuviera permitido,
dos equipos en unos Juegos Olímpicos y hacer el uno-dos. El hecho de que
no exista el profesionalismo permite que sus campeones compitan toda la vida en
el campo amateur.
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