Exteriores la prensa del país dice que fue un «espectáculo
asqueroso»
Colpisa/Ep La Habana. El
Heraldo. España, enero 8, 2001.
La prensa cubana criticó ayer a la Embajada de España en Cuba
por haber organizado el pasado viernes un «espectáculo asqueroso»
en las calles de La Habana con un desfile de los Reyes Magos, a quienes calificó
en sus páginas de «mamarrachos», «irreconocibles payasos»
y «magos de pacotilla».
La tarde del día 5, diplomáticos españoles disfrazados
de Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron varias calles del centro de La Habana
en el interior de coches tirados por caballos, lanzando a su paso caramelos que
se disputaron decenas de niños cubanos.
Después del recorrido por las calles de la capital, los tres Reyes
Magos se dirigieron al interior del Centro Cultural de España, ubicado
frente al malecón habanero, para repartir regalos.
«¿Con qué derecho humillan a nuestros niños, lanzándoles
caramelos al pavimento o al fango, según la puntería de los
mamarrachos? ¿Qué tipo de ética defiende esta gente que
impone la ley de la selva por un puñado de baratijas?», se preguntó
el diario «Juventud Rebelde».
«A los cubanos nos cuesta creer que aquellos "reyes picúos"
eran diplomáticos acreditados en La Habana. ¿Cómo se puede
perder el sentido del ridículo en un país tan respetuoso de la
dignidad humana?», añade el periódico.
«En su desenfreno caritativo, los monarcas importados no repararon en
los peligros a que se veían expuestos los niños», comentó
el periodista que presentó el reportaje televisivo sobre la cabalgata de
los Reyes Magos.
La televisión también mostró a un ciudadano español,
al parecer un diplomático, cuando le gritaba a un grupo de niños «fuera,
fuera», en un intento de frenar el impulso de algunos niños que se
abalanzaron sobre los regalos.
«Estas escenas que hemos visto marcan la diferencia entre la concepción
capitalista y la concepción socialista sobre el respeto y la dignidad con
que deben ser educados los niños», afirmó el periodista de la
televisión cubana que comentó la cabalgata.
Según «Juventud Rebelde», tras la difusión del
reportaje televisivo varias personas llamaron a la redacción del diario
para expresar su indignación y calificar la cabalgata de «desvergüenza»
y «espectáculo asqueroso».
«¿Cómo estos fantoches nos van a venir a hablar, en nuestra
cara, de felicidad, de que los niños brinquen y corran y sean
protagonistas, mientras los tratan como si fueran perros?», comentó
una persona citada por el diario.
«Juventud Rebelde» calificó de «ridícula
caravana de coches con la parodia de los tres reyes magos a cuesta, lanzando
contra nuestros niños caramelos como limosnas y confesando impúdicamente
su intención de traernos de vuelta tradiciones que vinieron por primera
vez junto a la espada y la cruz donde quemaron al indio Hatuey, y con la moral
esclavista de dar un día de premio a los que deben sufrir el resto del
tiempo». |