Publicado el 3 de enero de 2001 en
El Nuevo Herald
Papeles en manos federales inculpan a los cubanos
Podría confirmarse en corte que Castro ha querido trasladar a EU
su pugna con Washington
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
Documentación confiscada en Miami a presuntos espías cubanos
cuyo juicio se reanuda hoy, podría confirmar informaciones que salieron a
flote en los últimos años de que La Habana siempre contempló
traer a territorio continental estadounidense su enfrentamiento con Washington.
La idea no es nueva. De hecho surgió en el verano de 1958, cuando el
entonces jefe rebelde Fidel Castro presenció la destrucción del
bohío de un colaborador suyo.
"Viendo caer las bombas sobre la casa de Mario me he jurado a mí
mismo que los americanos van a pagar muy caro por lo que han hecho. Cuando esta
guerra acabe, una guerra mucho más grande empezará para mí,
la guerra que vamos a trabar contra ellos'', escribió Castro en una carta
que es ya un símbolo de su sistema.
Treinta y seis años más tarde, en un mensaje enviado a uno de
sus "ojos y oídos'' en el sur de la Florida, la inteligencia cubana
pidió a Alejandro Alonso, alias Franklin, que buscara puntos en las
costas de los Cayos, "incluyendo las Bahamas'', donde se pudiera
desembarcar, entre otras cosas, armas y explosivos.
Este mensaje tampoco parece casual. Fue enviado unos seis meses antes de los
disturbios en el Malecón habanero de 1994. La revelación surgió
entre el legajo de 1,400 páginas que la Oficina Federal de
Investigaciones (FBI) confiscó a la Red Avispa hace unos dos años,
cuando detuvo a 10 de sus integrantes en Miami.
Pero realmente, para un observador de la realidad cubana, el indicio en sí
no constituyó una novedad más allá del simple hecho de
confirmar algunas sospechas.
En 1996, la revista británica Jane's Defense Weekly publicó
que miembros de tropas especiales cubanas se entrenaban en Vietnam, desde
inicios de la década, para "especializarse en tácticas como
las de los Seals de la Marina estadounidense''. "La estrategia de La Habana
es atacar la retaguardia y las zonas de abastecimiento de las fuerzas
estadounidenses que se preparen para invadir a Cuba'', dijo la revista. "El
objetivo político es traer la realidad de la guerra al público
americano, y ejercer presión sobre Washington''.
La fiscalía federal podría tardar un par de semanas en
finalizar sus alegatos y la presentación de las pruebas, pero a juzgar
por la documentación y los testimonios de especialistas, a la defensa le
será difícil demostrar que los espías estaban aquí
para vigilar al exilio y que no tenían otro interés.
Intentan borrar la historia de la represión cultural
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
El régimen de La Habana parece empeñado en blanquear su largo
historial de represión, exclusiones, dogmatismos y olvidos en el terreno
de la cultura, y entreabrir la puerta a figuras y expresiones artísticas
que años atrás fueron oficialmente vetadas como fuentes de "diversionismo
ideológico''.
El emblema de este aparente lavado de la "memoria negra'' del castrismo
es una escultura de tamaño natural del ex Beatle John Lennon, develada el
pasado 8 de diciembre en un parque de la barriada habanera de El Vedado. La obra
escultórica fue inaugurada con un panegírico de reivindicación
revolucionaria de Lennon a cargo de Ricardo Alarcón, presidente de la
Asamblea del Poder Popular, en presencia del gobernante Fidel Castro.
Las canciones de Los Beatles son ahora recurrentes en la radio y la televisión
cubanas. Se publican textos de Lennon. Los televidentes de la isla pudieron ver
en estos días el concierto internacional de 1990 por el 10mo. aniversario
de su muerte.
"La canonización de Lennon está en marcha hacia el
santuario revolucionario'', comentó desde La Habana el periodista Raúl
Rivero, director de la agencia independiente CubaPress. "Está
sucediendo como muchas veces en la historia cubana de los últimos 40 años:
lo que primero fue prohibido pasa luego a ser obligatorio''.
Rivero negó que se tratase de "un signo de apertura'', pero dijo
que mucha gente en Cuba lo ha recibido con satisfacción, pues lo aprecian
como "una batalla ganada al oficialismo a fuerza de perseverancia''.
"Quienes años atrás tuvieron que oír a escondidas
las canciones de Lennon y [Paul] McCartney como si fueran himnos
contrarrevolucionarios están contentos, aunque no dejan de mirar el
proceso con cierta sorna'', agregó el periodista. La época en que
las autoridades desataron una feroz batalla contra lo que consideraban "manifestaciones
de extravagancia'', producto de la "decadencia capitalista'', está aún
fresca en la memoria de muchos cubanos dentro y fuera de la isla. En los años
60 y aún entrados los 70, escuchar a Los Beatles o a los Rolling Stones,
declararse admirador del rock o dejarse el cabello largo, significó
marginación, ultraje público y hasta arresto para muchos jóvenes.
"Es una bochornosa maniobra para encubrir la verdad'', declaró
el activista Emilio Izquierdo, que preside en Miami la Asociación de Ex
Confinados Políticos de las UMAP [Unidades Militares de Apoyo a la
Producción].
Las UMAP, creadas en 1965, fueron campos de trabajo forzado en la provincia
de Camagüey adonde fueron a parar algunos de los "jóvenes
descarriados'' que escuchaban o vestían como Los Beatles, o sostenían
creencias religiosas incompatibles con el credo marxista de la revolución
castrista. Entre los confinados estuvieron el cantautor Pablo Milanés y
el actual Arzobispo de la Habana, Jaime Ortega Alamino. Izquierdo relató
que en los campamentos de las UMAP se hacían requisas sistemáticas
buscando discos de música extranjera y textos religiosos, como la Biblia.
Por esa época, el trovador Silvio Rodríguez fue expulsado del
programa televisivo Mientras tanto y condenado al ostracismo por declarar que
Los Beatles habían influido sus canciones. Rodríguez, devenido
estandarte artístico de la revolución, estuvo entre los asistentes
a la inauguración de la estatua de Lennon y cantó allí
Imagine en inglés.
"Pura demagogia'', enfatizó el escritor Norberto Fuentes, autor
de Dulces guerreros cubanos (1999).
Los ejemplos de "decadencia capitalista'' ahora súbitamente
convertidos en arte oficialmente aprobado abarcan otras manifestaciones.
El festival de jazz de La Habana recibió por todo lo alto al pianista
norteamericano Herbie Hancock, y en espacios públicos de El Vedado y
Marianao se hacen conciertos de rock con agrupaciones cubanas y el conjunto alemán
Fuoristrada. Mientras, Castro ha dado luz verde al reverendo afroamericano Al
Sharpton para la organización de un gran espectáculo de música
rap en Cuba, tal vez el próximo año.
Entre los virajes más sensibles en la política cultural cubana
hacia autores vivos están los casos de César López y Antón
Arrufat, quienes han sido "recuperados'' y reincorporados al cuerpo
literario cubano, al punto de recibir el Premio Nacional de Literatura en 1999 y
2000, respectivamente.
Ex "escritor maldito'' y defenestrado durante la represión
intelectual que desató el llamado "caso Padilla'' a partir de 1968,
Arrufat permaneció excluido de los catálogos editoriales cubanos
por década y media, período en que laboró como almacenero
de una biblioteca pública.
"No hay rescate ni arrepentimiento alguno, sino politiquería en
el estilo que siempre hemos visto'', expresó el poeta Antonio Conte,
quien abandonó la isla en 1990. "Ahora es conveniente usar la imagen
de Lennon, como antes [en 1987] se publicó un libro de Jorge Luis Borges,
que estuvo prohibido por años, y ahora se habla de Lydia Cabrera
[fallecida en Miami en 1991]''.
Conte, quien aún recuerda el día en que Silvio Rodríguez
lo llevó a su apartamento para "oír bajito'' el disco de Los
Beatles Seargent Pepper, observó que "no ha existido jamás
una verdadera autocrítica de Fidel Castro sobre sus manifiestos
desprecios a los hombres que han hecho la cultura cubana''.
"No tengo la culpa'', declaró Castro días atrás
para justificar que "desconocía'' la obra de Lennon, porque en esa
etapa estaba ocupado en otras grandes tareas de la revolución.
Pero en los discursos de la época, el gobernante arremete contra "las
desviaciones ideológicas'' y el "reblandecimiento de la conciencia''
de los jóvenes que en los 60 imitaron en Cuba las actitudes y la
vestimenta de los hippies.
"Ese ha sido el tradicional comportamiento de Fidel Castro:
desentenderse de las cosas y decir luego que no sabía nada'', indicó
Fuentes.
Una andanada laudatoria para Castro
Pablo Alfonso.
Los festejos por el Año Nuevo, que en Cuba se identifica con el 42do.
aniversario de la revolución castrista, han servido de ocasión
para exaltar a niveles de delirio el culto a la personalidad del Comandante en
Jefe.
La andanada laudatoria comenzó el primer día del año
con un titulado Mensaje a la Población, publicado sin firma en el diario
Granma y que, entre otras cosas, proponía a los cubanos: "¡Brindemos
por Fidel y por Raúl!''
Pero la muestra más elocuente la ofreció el propio órgano
oficial del Partido Comunista de Cuba, en su edición del martes 2 de
enero, dedicada a reseñar las grandes figuras y acontecimientos del siglo
XX.
Los articulistas de Granma proclaman a Fidel Castro, como la máxima
figura de Cuba en todas las ramas de la ciencia, el deporte, la cultura y, por
supuesto, del pensamiento político.
En un reportaje deportivo titulado Sello de Identidad, el periodista Oscar Sánchez
pasa revista a las luminarias del deporte cubano a lo largo del siglo y reserva
un espacio para brindar su tributo "al propio Comandante en Jefe en las
pistas de atletismo, escalando montañas o tirando al aro de baloncesto,
lo que le permitió cultivar los músculos del cuerpo creando a la
vez una sólida musculatura del alma''.
Castro fue proclamado igualmente el mejor discípulo de José
Martí en el siglo XX. Con estas palabras lo describió Armando Hart
Dávalos, presidente de la Sociedad Cultural José Martí.
Según Granma, Hart aprovechó el día primero del tercer
milenio para rendir tributo a Martí ante su tumba en el cementerio
santiaguero de Santa Efigenia.
"Tú nos trazaste y nos seguirás mostrando la ruta
definitiva de la nación cubana'', declaró Hart refiriéndose
a Martí, y añadió. "Esta es la forma de hacer política
que tú iniciaste, que ha seguido y enriquecido de manera ejemplar tu
mejor discípulo en el siglo XX, Fidel Castro''.
Alberto Núñez Betancourt, en un artículo titulado La
Revolución sigue en marcha, se hace eco de una frase en la que el mejor
discípulo de Martí le escamotea a su maestro la clásica
cita: "Ser cultos para ser libres''.
Fidel lo ha dicho: "Sin cultura no hay libertad posible'', recordó
Núñez.
Castro es proclamado también, poco más o menos, el padre de la
ciencia cubana, en particular de la Biotecnología, en un artículo
firmado por Daniel Codorniú Pujals, viceministro primero del Ministerio
de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Bajo el sugerente título de Como lo soñó Fidel, el
viceministro Codorniú reseña los supuestos avances científicos
de Cuba en las cuatro décadas de régimen castrista, afirmando que
desde los primeros meses de la revolución "ya nuestro Comandante en
Jefe avizoraba que la Patria contaría con brillantes hombres que
acumularan conocimientos para emplearlos en beneficio del pueblo''.
Codorniú se refirió en particular a la creación del
llamado Frente Biológico, auspiciado por Castro en 1981 que, según
indicó, sentó las bases del desarrollo científico y
biotecnológico en la isla. "Los conceptos de trabajo propuestos por
nuestro Comandante en Jefe para impulsar y dar solución al desarrollo de
los procesos biotecnológicos en el país, permitieron agrupar a los
científicos de mayor prestigio y resultados, con independencia de sus
instituciones, estructuras y subordinaciones sectoriales de base, iniciándose
una nueva etapa en la ciencia cubana'', indicó el viceministro.
Sin dudas que el año 2001 se inicia con un incremento inusitado del
culto a la personalidad de Castro.
palfonso@herald.com
Los yorubas presagian un 2001 de penurias
Agence France Presse. LA HABANA
Los babalawos, sacerdotes yorubas, de Cuba pronosticaron que el 2001 será
difícil para la isla, con más escasez material y falta de trabajo,
así como penetraciones marinas y lluvias intensas, según el
vaticinio conocido como la Letra del Año, emitido en La Habana.
El documento, elaborado por 426 babalawos de la Asociación Cultural
Yoruba de Cuba, se realiza mediante el sistema adivinatorio de Ifá, y es
esperado con ansiedad cada principios de enero por los millones de cubanos de
ese credo.
La predicción dijo que "debemos estar preparados para afrontar
el incremento de necesidades y escaseces'', en un año dominado por el
orisha (dios) Yemayá, deidad de las aguas, mares y ríos, acompañado
por Eleguá. Los colores del año serán azul con ribetes
rojos y blancos.
"Tendremos escasez de trabajo por el incremento de la fuerza laboral
activa'', indicó el texto. "Los problemas de salud que durante el
transcurso de este año van a a incidir en nuestra población son
angiológicos sobre todo en las extremidades inferiores, problemas
cardiovasculares, renales, parásitos, la vista, y fundamentalmente
diabetes'', advirtió el documento. Ante esas adversidades, Ifá
recomienda a sus seguidores "la unidad de todos y tratarnos con mucho
respeto para evitar ser abochornados''. - (Nota
del editor)
Copyright 2000 El Nuevo Herald
Nota del editor (CubaNet)
En Cuba existen dos asociaciones de babalawos, la Sociedad
Cultural Yoruba -reconocida por el gobierno- y la independiente Comisión
Organizadora de la Letra del Año. Cada una de ellas da a conocer su
propia lectura de la Letra del Año.
Noticias relacionadas
Ifá
de Cuba pronostica buen 2000 / CPI
Letra del Año
2000 de babalawos oficialistas / CPI
Todos los enlaces insertados por CubaNet |