Capital de
Cuba llega al 2001 prácticamente destruida
Oswaldo de Céspedes, CPI
LA HABANA, enero - Cuba, otrora Perla de las Antillas, comenzará el año
2001 con su capital prácticamente destruida porque el gobierno comunista
es incapaz de mantener establemente la reparación y construcción
de edificaciones.
Con la Ley de Reforma Urbana, a inicios de la década del sesenta, el
Estado socialista desplazó a los propietarios sin saber acometer la
atención que requerían las construcciones del país. Como
resultado de esta disposición el deterioro ha sido progresivo e
ininterrumpido en los más de cincuenta barrios de Ciudad de La Habana.
Este fenómeno también afecta al resto del país.
Pero la más afectada es la capital cubana que, habitada hoy por 2,2
millones de personas, creció hacia adentro, pues las nuevas edificaciones
erigidas por el Estado no suplen las destruidas, calculadas en un 25 por ciento.
El habanero o el inmigrante ante el hacinamiento se vio obligado a métodos
alternativos y no idóneos de construcción, como las llamadas "barbacoas"
(entrepiso hecho a base de madera), que multiplicaron considerablemente el peso
que podían soportar las edificaciones y aceleró el deterioro de
las mismas.
En cualquier parte de la capital se observa la huella de la destrucción.
Centro Habana, El Cerro, 10 de Octubre, Habana Vieja o Arroyo Naranjo, como
cualquier otro municipio, son lugares que demuestran con hechos palpables la
realidad cubana de este tiempo.
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