Policía
política frustra reuniones "bajo techo"
LA HABANA, 19 de febrero (María Elena Rodríguez) - Un
operativo de la Seguridad del Estado en torno a la sede de la biblioteca Jorge
Mañach frustró un conversatorio sobre Etica y Periodismo convocado
por la Cátedra Félix Varela, perteneciente a la Mesa de Reflexión
de la Oposición Moderada, el 16 de febrero último.
El encuentro estaba previsto para las dos de la tarde de ese día en
el municipio Playa de esta capital.
"Me arrestaron a las 3 y 10 hasta las 7 de la noche. Permanecí
en la estación de policía de la calle 62 en Playa", dijo
Ricardo González, en cuya vivienda radica la Jorge Mañach.
Al respecto, Elizardo Sánchez San Cruz expresó: "Evidentemente
aumenta la represión política para reducir el pequeño
espacio que se ha ganado. Esto vale para la iglesia y para la oposición".
El dirigente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación
Nacional agregó: "Es el empeoramiento de la violación de los
derechos civiles. No van a permitir actividades ni dentro de las casas, lo han
dicho en varias ocasiones ya".
Sánchez Santa Cruz explicó: "Hace unos años éramos
apenas unos diez disidentes, ahora son miles por toda la Isla".
Silvio Herrera, de la Agencia Fraternal de Periodistas Carlos Piñeiro,
fue detenido por la policía política y expulsado del área
donde está situada la Jorge Mañach.
Herrera explicó que cinco individuos se le acercaron, uno de ellos le
pidió fósforos para prender un cigarrillo. Después, se
identificó como oficial de la Seguridad del Estado, le pidió el
carné al mismo tiempo que le dijo: "Yo y Jesús somos los que
atendemos a los periodistas contrarrevolucionarios".
Luego de cruzar algunas palabras, Herrera fue expulsado del lugar.
Es significativo que al otro día de esta operación militar la
policía política impidió también una conferencia que
iba a desarrollar el abogado Wilfredo Vallín sobre temas relacionados con
los derechos ciudadanos.
En esta ocasión resultó arrestado William Herrera, convocante
de dicho encuentro.
Herrera, presidente de la Liga Cívica Martiana, declaró: "Hace
como un mes (agentes de la policía política) me dijeron que no
permitirían más reuniones o actividades bajo techo".
Al parecer, el Departamento de la Seguridad del Estado lleva a cabo una
ofensiva para terminar con los llamados actos bajo techo. Con anterioridad se
desarrolló una batida contra los actos públicos de desobediencia
civil.
William Herrera recuerda: "Lo curioso es que a finales del año
99 el mayor Juan Carlos Atencio (de la Seguridad del Estado) proponía que
nuestras actividades se realizaran bajo techo, que en eso ellos no se metían".
Fuentes consultadas creen que la ofensiva contra las reuniones bajo techo es
parte de las medidas que Ricardo Alarcón anunciara que el gobierno de la
Isla llevaría a efecto como respuesta a la decisión de una corte
norteamericana de entregar 93 millones de dólares a los familiares de los
tripulantes de dos aviones de Hermanos al Rescate derribados por aviones de
guerra del gobierno de Cuba.
Dicho dinero fue sacado de los fondos que el gobierno de Estados Unidos le
congeló al de Cuba.
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