Los pinochos
de Castrolandia
Héctor Maseda, Grupo Decoro
"Aplaudidme, he representado bien la comedia" Emperador
Augusto
LA HABANA, febrero - El gobierno de Fidel Castro ha declarado pública
y oficialmente que los cubanos protagonistas de intentos de salidas ilegales por
mar devueltos a su país de origen por las autoridades norteamericanas, en
cumplimiento de los acuerdos migratorios USA-Cuba, no son objeto de actos
represivos. Sin embargo, el testimonio de Leonel Rodríguez Márquez,
licenciado en Cultura Física, muestra una realidad diferente a la versión
que defienden los voceros gubernamentales.
Rodríguez Márquez es miembro del Colegio de Pedagogos
Independientes de Cuba y vecino del edificio Sandino B-63, en el pueblo cautivo
Ramón López Peña, situado en el municipio San Cristóbal
de la provincia Pinar del Río. Laboraba en el sector del deporte en esa
región y participó en una salida ilegal por la costa Norte pinareña,
en unión de otras personas.
Sorprendido en el intento por efectivos del servicio de guardacostas del país
vecino, Rodríguez Márquez fue devuelto a Cuba el 9 de septiembre
del año 2000.
Una vez en familia, la reacción del gobierno no se hizo esperar. Le
ofrecieron un cambio de empleo: debía dejar la docencia y chapear, a
machete limpio, terrenos de pelota y balompié.
No aceptó semejante propuesta y le exigieron que renunciara. También
se negó a ello y lo expulsaron.
Solicitó su expediente laboral, pero no se lo entregaron aunque ese
derecho está contemplado en la legislación vigente.
Exigió un documento donde explicaran los motivos por los cuales lo
desemplearon y tampoco se lo dieron. Insistió. Cuando al fin le
entregaron su expediente laboral no aclararon las razones de la baja.
La policía política lo hostiga y lo cita o "visita"
en su casa cuantas veces le place.
Leonel Rodríguez Márquez se sintió sorprendido al leer
en el periódico Granma, en su edición del 12 de diciembre de 2000,
que durante la ronda de conversaciones migratorias entre Cuba y Estados Unidos
al presentársele a Ricardo Alarcón algunas quejas de personas
devueltas a la Isla que han sido maltratadas, el funcionario negó tales
demandas y las calificó de falsas.
Fue entonces que Rodríguez Márquez decidió enviar el 20
de diciembre un escrito al Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
En su nota él expone el acoso a que está sometido por parte
del gobierno de Castro. La intención del escrito: "Que analicen la
actitud oficial asumida en la provincia contra él, que contradice las
declaraciones de Alarcón".
Rodríguez Márquez, inconforme con el trato recibido por los
funcionarios públicos, afirmó recientemente que elevará su
protesta a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en
Ginebra.
Hasta el momento, la conducta del gobierno de Cuba es negar los hechos y
silenciar a los demandantes por medio de la violencia de la policía política.
El caso de Rodríguez Márquez no es una excepción.
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