Ayer y hoy
de Cuatro Caminos
Jorge Cordero, AFPCP
LA HABANA, febrero - Hace más de cuarenta años, Cuatro Caminos
era uno de los lugares más pintorescos y concurridos de la capital
cubana. Sus cuatro esquinas mostraban una considerable cantidad de comercios
(restaurantes, cafeterías y otros). Pero, hoy, el gobierno de Cuba ha
convertido el céntrico lugar en una zona contrastada y triste al mismo
tiempo.
En la esquina de Monte y Cristina fue levantada una tienda de la cadena
Abaguanex, que vende sus mercancías en dólares estadounidenses,
nuestra verdadera moneda nacional.
Por otra parte, en Monte y Belascoaín, un restaurante vende sus
platos y bebidas en pesos, pero a precios tan altos que casi nadie los puede
pagar. Una botella de ron puede costar allí entre 60 y 100 pesos. Sin
embargo, hay días que no funciona por falta de pollo frito, su plato
principal.
En la tercera esquina de Cuatro Caminos, la de Belascoaín entre Monte
y Tenerife, hay un parque cuya fuente no echa agua desde tiempos que nadie
recuerda. La plaza no cuenta con alumbrado público, por lo que de noche
es una mancha negra sobre fondo oscuro.
En Cristina entre Monte y Corrales también hay un parque urgido de
atención. Sus plantas ornamentales son horribles y de mal gusto. Tampoco
cuenta con alumbrado, por lo que en horas de la noche apenas se distingue por dónde
transitar.
Las calles capitalinas que cruzan a Cuatro Caminos están
deterioradas. El pavimento está en pésimo estado debido a la mala
calidad de los productos con que se asfalta sus superficies. Hoy reparan, mañana
está igual. A semejante destrucción contribuyen de manera muy
especial los enormes camellos (camiones de carga adaptados para el transporte de
pasajeros) de las rutas M-4, M-6 y M-7.
Cuatro Caminos espera por la reparación y el cuidado que lo devuelva
a sus buenos tiempos, y que le han negado durante muchos años.
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