En el DTI de
100 y Aldabó hay lugares de tormento... y se tortura
LA HABANA, 14 de febrero (José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad) - El
presidente del Movimiento 24 de Febrero, Leonardo Bruzón Avila, fue
liberado recientemente tras dos meses de detención en el Departamento Técnico
de Investigaciones (DTI) de la policía, cuya sede radica en 100 y Aldabó,
Ciudad de La Habana.
Bruzón accedió a responder algunas preguntas para los lectores
de CubaNet.
¿Cuál fue el tratamiento que le dieron durante estos dos meses
los funcionarios del Ministerio del Interior?
"El tratamiento... desde el primer momento de mi detención fue
antihumano", dice lentamente.
¿En qué basa usted esa afirmación?
"Yo me fundamento, en primer lugar, en el hecho de que el DTI de 100 y
Aldabó es un centro de detención destinado a delincuentes comunes,
y los opositores políticos pacíficos al gobierno del Partido
Comunista somos encerrados en dicho lugar como si fuéramos vulgares
criminales. Pero, además, hubo ensañamiento con mi persona. Después
de encerrarme durante unos días en una celda tapiada me trasladaron para
un calabozo de castigo, donde me mantuvieron ininterrumpidamente esposado a la
reja durante cuatro días, y el suelo estaba inundado permanentemente de
agua: el nivel del agua me daba por debajo de las rodillas", explica Bruzón
Avila.
¿Cómo calificaría usted ese trato? Porque la Convención
de Ginebra Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos y
Degradantes condena, o debe condenar ese tipo de hechos.
"Lo califico como un acto de tortura física contra mi persona.
He oído decir que esos métodos no se usaban en Cuba desde el año
1990, pero en mi caso se utilizó ese método. También conocí
que se le aplicó a otras personas, igualmente por razones políticas.
"El diez de diciembre, estando en la celda 240, en el segundo piso, por
dar vivas a los derechos humanos y gritar '¡libertad para Cuba!' -debo
aclarar que los demás detenidos se sumaron a las proclamas- fui sacado de
la 240 y trasladado a lo que uno de los militares que me conducía llamó
'el cuarto frío'.
"Allí, en un pequeño recinto, me quitaron la ropa y
bajaron la temperatura del lugar. Permanecí dos días en el llamado
cuarto frío. Me puse muy mal de salud. Al segundo día me sacaron y
varios oficiales de la Seguridad del Estado me llevaron al hospital militar
Carlos J. Finlay", recuerda Bruzón Avila.
A simple vista se nota que la salud del presidente del Movimiento 24 de
Febrero se ha quebrantado. Su brazo izquierdo no cesa de moverse. Se asemeja al
tic tac de las manecillas de un reloj. No puedo contenerme y le pregunto: ¿Algo
en específico le afectó el brazo?
"Respecto a eso", dice Bruzón Avila a la vez que señala
con sus ojos hacia su brazo izquierdo, "es que permanecí mucho
tiempo con las manos en alto, esposado. Tengo mucho dolor en el hombro y en la
zona del pulmón izquierdo. Desde que me esposaron cuatro días a la
reja comenzó este temblor, yo pienso que es producto de la humedad y del
agua que había en aquel calabozo, pero el problema se agravó luego
que me encerraron en el cuarto frío".
Señor Bruzón, en su opinión, ¿qué motivó
que los del DTI y los de la policía política lo trataran de tal
manera? ¿Qué hizo usted realmente?
El hombre me mira fijamente y expresa: "Yo hace algún tiempo
trataba de realizar una campaña en favor de la libertad y la amnistía
de todos los presos por causas políticas. Habíamos llevado esa
campaña a varios municipios de la capital cubana. Desarrollábamos
cultos de oraciones en la sede de nuestro movimiento en Campanario #564, en
Centro Habana".
Bruzón prosigue rápidamente: "Desde el primer momento que
los de la policía política me apresaron me dicen que yo pedía
la libertad de los prisioneros políticos, pero que ahora quién la
iba a pedir por mí. Yo les dije a ellos que en el mundo hay muchas, muchísimas
personas que seguirían abogando no sólo por mi liberación,
sino por la de todos los presos de conciencia y políticos que hay en
Cuba. Además, que yo aún podía reclamar por mí y por
los demás comenzando una huelga de hambre".
¿Eso fue lo que usted hizo?
"Sí".
¿Qué tiempo estuvo en huelga de hambre?
"Estuve 42 días. Cada día de la huelga de hambre era por
cada año de la dictadura comunista en Cuba y a favor de la amnistía
de los presos políticos", explica.
¿Cuántos días estuvo ingresado en el hospital militar?
"Seis días. Me amarraron a la cama, me suministraron sueros y me
alimentaron forzosamente por un levín (tubería de goma que se
introduce por la nariz). Al hospital llegué inconsciente. Cuando volví
en mí empecé a gritar que me quitaran todo eso (se refiere al levín
y a las amarras), entonces, aparecieron unos oficiales de la Seguridad del
Estado y me dijeron que no, que ellos no iban a permitir que me pasara nada, que
yo no podía morir, que ellos ordenaron que se mantuviera el tratamiento",
recuerda.
¿Usted está pendiente a juicio u otro cambio de medida?
Bruzón Avila opina: "Bueno, esta liberación no
corresponde a una libertad real. No sé qué me pueda suceder. Creo
que si me dejaron salir se debe a la solidaridad de todos los que abogaron por
mi liberación".
Y prosigue enfáticamente: "En mi nombre y en el de la organización
que presido quiero agradecer ese apoyo, esa solidaridad que recibimos los presos
y nuestras familias".
Señor Bruzón, muchas gracias. En nombre de la agencia de
prensa Cuba-Verdad le deseamos que se restablezca su salud rápidamente,
en el seno de su familia.
"Gracias a ustedes que dan a conocer la realidad cubana", agrega.
Leonardo Miguel Bruzón Avila tiene 45 años de edad. Es casado
y padre de tres hijos adolescentes (dos varones y una hembra). Bruzón es
licenciado en Economía. Reside en Campanario #564, Centro Habana.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|