Bodas para
emigrar
Tania Díaz Castro
LA HABANA, enero - No me sorprendería que uno de estos días el
gobierno de Fidel Castro también acusara a la Ley de Ajuste Cubano de ser
la culpable de que miles de mujeres, en su mayoría casi niñas, se
marchen del país anualmente mediante contratos matrimoniales carentes de
amor, efectuados con extranjeros de cualquier país.
Solamente en los salones del Ministerio de Justicia de La Habana, situado en
la calle O entre 23 y 25, en el Vedado, en habitaciones decoradas para esos
fines, se celebra un promedio de quince a veinte bodas cada día de
cubanas con extranjeros preferentemente de la tercera edad.
La cifra en dólares para que el turista pueda casarse y llevarse a su
esposa es casi de 800 dólares, y en ocasiones un poco más.
Personas allí presentes, que hacen labores de fotógrafos o
choferes de autos engalanados, testimonian que escuchan muy a menudo cómo
los extranjeros se expresan sobre el alto costo en divisas (dólares
estadounidenses) y sonrientes, dicen: "He comprado a la dama".
Como me siento liberal, no censuro a quien decide casarse de una forma u
otra para mejorar su vida en cualquier otro país del mundo. Cada cual
debe escoger el camino que más le agrade y es por eso que me opongo a los
Estados totalitarios que rigen la vida del ciudadano.
Pero lo que sí lamento es que este asunto de las bodas para escapar
de Cuba, método que se ha extendido a todo lo largo y ancho de la Isla,
se haya convertido en un espectáculo cotidiano, algo que por primera vez
ocurre en la historia de Cuba.
Ante estos hechos, es muy posible que en el próximo censo poblacional
no existan diferencias por género y haya más hombres que mujeres,
pues las 4,159 que superan la cifra masculina, seguramente ya desaparecieron.
De acuerdo al Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la
Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba, esta situación demográfica
aparece por primera vez en la Isla.
Pienso que aunque no lo expliquen en sus informes, se debe sobre todo a la
mortalidad de hombres que han participado en guerras ajenas, enviados por el
propio gobierno cubano o al alto por ciento de varones en la emigración
legal e ilegal.
En fin, que si las bodas por convenio continúan como van, puede
avecinarse con el tiempo un lindo matriarcado tropical.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|