Publicado el 27 de abril de 2001 en el
El Nuevo Herald
Se quejan de precios astronómicos en las llamadas a Cuba
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
Las llamadas a Cuba son nuevamente el eje de una controversia, esta vez
originada en las quejas de miles de consumidores en el sur de la Florida que se
sienten estafados por un número telefónico creado por la empresa
Sprint, cuyo uso ha hecho subir considerablemente las cuentas telefónicas.
Habituados a pagar entre $0.50 y $1.20 por minuto de llamadas a la isla, los
consumidores están viendo aparecer en sus cuentas cifras de varios miles
de dólares que no estaban esperando. La razón parece ser el uso de
un número telefónico de desvío de llamadas, conocido por el
prefijo 1010, creado por Sprint para uno de sus vendedores, Cyndi's Discount
Long Distance, que prometía llamadas a Cuba con descuento.
Sin embargo, había una condición: después de
inscribirse en su página de internet, era necesario esperar tres días
antes de que el descuento se hiciera efectivo a través del número
1010333.
Al parecer, muchos consumidores no se inscribieron en la página de
internet habilitada al efecto, sino que sencillamente se enteraron del número
y empezaron a llamar directamente. Y Sprint empezó a enviarles sus
recibos con las tarifas sin incluir el descuento.
Esto motivó que BellSouth, en su calidad de empresa facturadora en el
condado Miami-Dade de los servicios de larga distancia de otras compañías,
haya recibido por lo menos alrededor de 2,000 quejas de sus consumidores,
anonadados con cuentas que, a veces, sobrepasaron los $4,000, dijeron voceros
suyos. "Nos limitamos a cobrar los servicios de otras empresas, no los
administramos'', explicó Marta Casas-Celaya, vocera de BellSouth.
Las quejas han sido tan grandes, que Sprint dio instrucciones a BellSouth de
que rebajara a $0.80 por minuto las llamadas en disputa que fueron facturadas,
confirmó Casas-Celaya. Aun así, la rebaja no es automática.
Los consumidores deben contactar a BellSouth para los detalles de pago. Ayer,
dos voceros de Sprint apuntaron a una tercera persona para contestar
interrogantes, pero al final del día esta no devolvió llamadas.
Las comunicaciones directas a la isla fueron interrumpidas en diciembre,
después que los familiares de los pilotos de Hermanos al Rescate hicieron
efectiva una millonaria indemnización, atribuida por un juez federal, a
raíz del derribo de las avionetas de la organización en 1996.
Castro la emprende contra Jean Chrétien
Agence France Presse. La Habana
El gobernante cubano Fidel Castro afirmó que Canadá nunca
cumplió con su compromiso de financiar una ayuda médica de
urgencia para Haití, y que el fallecido ex primer ministro Pierre
Trudeau, desaprobaría la actual política de Ottawa hacia la isla.
"Estoy seguro que Trudeau jamás habría dicho que pasó
cuatro horas dándole consejos a alguien que no se los había
solicitado, ni buscaría justificaciones para excluir de una reunión
cumbre a un país digno, que tampoco había solicitado su inclusión'',
afirmó Castro.
Castro dedicó una de las tres horas y media que habló la noche
del miércoles ante las cámaras de la televisión cubana para
responder declaraciones del primer ministro canadiense, Jean Chrétien,
sobre Cuba y su exclusión de la reciente III Cumbre de las Américas,
realizada en Quebec.
Afirmó que durante la visita de Chrétien a La Habana, en abril
de 1998, le propuso un programa de emergencia médica para Haití,
en el cual Canadá aportaría el financiamiento y Cuba los médicos.
A pesar de la aceptación de Chrétien, Cuba pasó 10
meses esperando una respuesta que nunca llegó, hasta que el 4 de marzo de
1999 recibió una respuesta "verdaderamente sorprendente'' del
canciller Lloyd Axworthy, en la cual comunicó a Cuba que había
detenido el análisis del programa debido a sucesos políticos en la
isla.
La carta de Axworthy, de "tono arrogante, prepotente, injerencista y
vengativo'', señaló que el análisis del programa estaba
detenido por la aprobación de la "Ley para la Protección de
la Independencia y la Economía de Cuba'' y por la condena judicial a un
grupo de cuatro opositores internos.
"¿Casualidad? ¿Pretexto para justificar fuertes presiones de
sus vecinos del Sur? ¿Insensibilidad total ante la tragedia haitiana? No
deseo hacer afirmación alguna'', indicó Castro sobre la respuesta
canadiense.
El presidente cubano leyó declaraciones de Chrétien, según
las cuales el canadiense invirtió "horas y horas'', durante su
visita a La Habana, para persuadirlo a que firmase algunas convenciones sobre
los derechos humanos.
Castro hizo una larga descripción de sus conversaciones con Chrétien
en La Habana, a quien calificó de "hombre agradable'' y "conversador
interesante sobre varios temas'', el cual le dejó la impresión de
ser "sinceramente patriótico''.
Sin embargo, señaló que Chrétien es "un creyente
fanático del modo capitalista de producción'', filosofía en
la cual se educó y que --según Castro-- "no estoy seguro de
que con ella pueda comprender cabalmente las realidades del mundo de hoy''.
Castro también afirmó que no renunciará al uso de las
minas, las que considera un arma defensiva ante una "amenaza real'' de
agresión militar de Estados Unidos, y por lo tanto se abstendrá de
suscribir la Convención contra su uso.
El gobernante cubano reveló esa posición cuando se refirió
a la respuesta que dio a Chrétien, quien le solicitó en abril de
1998 que suscribiera ese convenio.
Castro le recordó al primer ministro canadiense que en la isla existe
una base militar norteamericana y "entre el límite de la misma y el
resto de nuestro territorio, era el único punto donde estaban
instaladas''.
Para el general Raúl Castro, hermano del gobernante y ministro de las
Fuerzas Armadas, las minas son "el armamento de los pobres''.
"¿Saben lo que son las minas?, el armamento de los pobres,
nosotros las fabricamos de todos tipos, nunca las exportamos, ni las vamos a
exportar (...) pero nos van a reventar a bombazos por arriba, y nosotros los
vamos a reventar a 'minazos' por abajo'', afirmó Raúl Castro a la
prensa el pasado 15 de abril.
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