Los nuevos
desafíos
Héctor Maseda, Grupo Decoro
LA HABANA, abril - Las Sagradas Escrituras recogen en el Libro I de los
Reyes que el gigante filisteo de Get, Goliat, fue vencido por el israelita
David, pequeño, pero astuto, quien supo enfrentarlo y vencerlo en
singular combate.
En Cuba, situaciones similares se producen casi a diario: los ciudadanos sin
poder, desafiados y humillados por los que abusan del poder.
Miriam Fernández de Armas, de 39 años, residente en Villuende
No. 6º, ciudad de Santa Clara, es licenciada en Artes Plásticas
desde 1991. Se graduó en el Instituto Superior Pedagógico "Félix
Varela". Pertenece, además, al Colegio de Pedagogos Independientes
de Cuba (CPIC).
"Miriam Fernández inició las labores docentes de su
especialidad en la escuela secundaria básica "Zeneido Costa"
del municipio Corralillo, en el año 1995", señala Luis Ramón
Hernández Rodríguez, presidente del movimiento Acción
Democrática. "Sus primeros años de trabajo hasta 1998 la
caracterizaron como una profesional que domina a plenitud tan compleja rama del
saber. Sin embargo, no participaba ni mostraba interés por las
actividades de corte político, a pesar de las presiones que le fueron
aplicadas por la dirección del plantel para que se sumara a ellas",
afirma Hernández.
La dirección municipal de Educación no se sentía
satisfecha por el trabajo formador de Fernández de Armas, pero la
profesionalidad que demostraba les impedía tomar medidas disciplinarias
contra ella. No obstante, en las evaluaciones anuales que recibió durante
esos cuatro años, aparecían observaciones en las que se destacaba:
"No profundiza en las vías para lograr el debate político en
los estudiantes; no participa en la auto preparación política
profesional; no se actualiza en el acontecer político nacional; no
contribuye a las actividades de las asignaturas respecto a las celebraciones de
efemérides y fechas patrióticas".
"La instancia municipal de Educación", comenta Hernández,
"le exigió a la educadora en septiembre de 1998 que no continuara
impartiendo su asignatura. En su lugar, le propusieron que asumiera la de
Apreciación Musical, por carecer ese centro escolar de profesores en esa
materia. A partir de ese momento todo cambió para la profesora. La trampa
surtió efecto. Ella, aunque aceptó a regañadientes, no
observó malas intenciones de parte de quienes le 'sugerían' la
nueva responsabilidad. Su posterior evaluación, en 1999, señalaba
que 'no posee la ejemplaridad ante el claustro de profesores y los estudiantes,
y no participa en las actividades políticas y de masa; tampoco cotiza el
sindicato ni asiste a los encuentros programados por la Milicias de Tropas
Territoriales'. Lo que vendría sería sólo cuestión
de tiempo".
El 24 de julio de 1999 la Comisión de Evaluación Profesoral
del municipio valoró el trabajo de Miriam como malo, y fue entonces
separada de su cargo.
Inmediatamente la profesora apeló la decisión de la comisión
en la instancia provincial. Le pidió a su jefe inmediato, licenciado
Sabino Mota, una entrevista con la Comisión Provincial de Apelación.
Mota le negó ese derecho, alegando que en su momento se le citaría.
Pero nunca fue citada. El organismo provincial dictó, el 23 de noviembre
de 1999, la resolución 61/99, donde se declara sin lugar la apelación
de la licenciada Fernández de Armas, y ratifica su separación
definitiva del Ministerio de Educación.
Lo cierto es que las razones por las que fue separada del cargo la educadora
Miriam Fernández de Armas fueron políticas, no profesionales.
Tampoco se le permitió que se entrevistara con el Sindicato Provincial de
Educación. Aunque ella no pagara sus cuotas mensuales, se trataba de un
procedimiento injusto aplicado a un trabajador del sector y los supuestos
representantes de los maestros no podían negarse a intervenir en el
asunto. También se le impidió a Miriam elevar su caso a la
instancia nacional.
"El año 2000 lo empleó la profesora en realizar diversas
gestiones que su situación fuese rectificada. Pensaba que la injusticia
en Cuba tenía límites superiores definidos", concluye Hernández.
"Pero en la actualidad está convencida de que su apreciación
era errónea. En los regímenes totalitarios la injusticia no tiene
límites".
El expediente de Miriam Fernández de Armas fue elevado el 6 de marzo
de 2001 a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, por constituir el
procedimiento seguido en contra de ella, una violación de sus derechos
laborales.
¿Quién es David en Cuba? ¿Quién es Goliat?
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