La potencia
médica no vende suficientes productos de aseo personal y de limpieza
LA HABANA, 20 de abril (María Elena Rodríguez) - La escasez de
artículos de aseo personal, así como de utensilios y productos de
limpieza, regulados por el gobierno cubano a través de la libreta de
racionamiento, favorece la proliferación de enfermedades entre la población.
"En el mes de noviembre fue la última vez que vendieron "jabolina",
que uno la ligaba con agua a partes iguales para que durara más días
porque no alcanzaba. Ahora ni eso tenemos", dijo Aimeé, ama de casa
que reside en el reparto Santos Suárez.
El detergente líquido concentrado "Jobel", denominado "jabolina"
por la población, es un limpiador elaborado a base de henequén que
fue fabricado primero por la Empresa SUCHEL de la provincia Matanzas a
principios del "período especial".
La jabolina se vende a 3.70 pesos el litro. El gobierno estableció la
cuota oficial de un litro por núcleo familiar.
En la bolsa negra o mercado ilegal, cuatro onzas de Jobel se venden a 6
pesos y tiene mayor salida que en los comercios dolarizados, donde el precio del
detergente líquido oscila entre 0.50 y 2 dólares (entre 10.50 y 42
pesos), según la cantidad y la marca.
Respecto al jabón, el gobierno asigna la venta de uno de tocador y
otro de lavar cada dos meses a cada cubano. Un mes debe venderse el de tocador y
al siguiente el de lavar.
"Sencillamente, no alcanza la cuota de jabón y ahora parece que
el mes de febrero no existe, porque llevan dos años que no venden jabón
en esa época del año", declaró Angela, de 52 años.
La mujer agregó: "Por eso se ven tantas personas sucias,
principalmente los viejitos. ¿Con qué van a comprar jabón si
sus pensiones no rebasan los 80 pesos?"
En cuanto a utensilios de limpieza como escobas, cubos, trapeadores y otros,
hace años que no se venden por la libreta de racionamiento. Hay que
adquirirlos en la bolsa negra, en tiendas dolarizadas o en comercios estatales
que venden en pesos, pero a altos precios.
"Esta es la era de 'limpia como puedas' si tienes la suerte de tener
agua corriente y con qué limpiar la casa. A mí ya no me queda
ninguna ropa vieja que usar como frazada de piso", expresó Sonia, de
32 años.
Una frazada de piso cuesta 0.85 dólares (unos 17 pesos) en la "shoping",
nombre popular de las tiendas estatales que venden sus productos en dólares.
Las escobas valen 2 dólares (42 pesos), y 1.50 dólares los
cepillos de mano para lavar. Los trapeadores o palos de trapear desaparecieron
del mercado, según se dice, por la escasez de madera para fabricarlos.
Respecto al suministro de agua en la capital de Cuba es insuficiente, y es
mucho más grave en los municipios Centro Habana y Habana Vieja.
Esta situación de escasez generalizada sumada a la deficiente
recogida de los desechos -en ocasiones los tachos de basura permanecen quince o
más días sin ser recogidos- contribuye a que proliferen en Ciudad
de La Habana vectores de todo tipo con las consabidas consecuencias para la
salud humana.
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