Torturas físicas
y otros tratos crueles en la prisión de Boniato
SANTIAGO DE CUBA, 16 de abril (Luis Alberto Rivera, APLO) - Osmany Fernández
Guerra, preso en la cárcel de Boniato, fue golpeado el 19 de marzo por
los carceleros del destacamento 17, Sección 5, quienes entre otras
lesiones le causaron un derrame en el ojo derecho.
"Como consecuencia de la agresión Fernández Guerra perdió
la visión de ese ojo y los médicos le expresaron que es muy
probable que nunca la recupere", dice una nota sacada clandestinamente de
esa penitenciaría por el prisionero político Nelson Vázquez
Lima.
El funcionario del orden interior (FOI) que le propinó el golpe fatal
en el ojo a Fernández Guerra es conocido por el apellido Ayala, aunque
también participaron en la agresión los nombrados Higinio, Silva y
Erick, este último con el rango de "reeducador del Destacamento 18".
En otra parte del escrito se informa sobre los maltratos de que son objeto
un número no precisado de reclusos confinados en el área de las
celdas de castigo, porque se sospecha que ellos están contagiados con
VIH.
Según la fuente, en la tarde del 4 de abril a esos prisioneros se les
sirvió como cena un poco de caldo de vísceras de res y arroz con vísceras
en estado de putrefacción y pestilente. Los presos protestaron y la
dirección del penal interpretó sus reclamos pacíficos como
un acto de indisciplina grave, por lo que ordenó a la guarnición
que sofocara por la fuerza la protesta.
La orden fue cabalmente cumplida: la guarnición se presentó en
el lugar, sacó a los reclusos de las celdas y los golpeó hasta que
el jefe de orden interior, primer teniente Luis Enrique López, consideró
que el castigo era suficiente.
La denuncia del prisionero político Nelson Vázquez Lima
subraya que ninguno de los sospechosos de portar el VIH recibe la debida
asistencia médica.
En el extenso documento proveniente de la cárcel de Boniato, situada
en la oriental provincia Santiago de Cuba, se denuncia además una nueva
modalidad de castigo -considerada por defensores de los derechos humanos de Cuba
como un acto de tortura física- a la que los confinados de esa
penitenciaría denominan "la crucifixión".
El maltrato consiste en fijar al recluso con cuatro esposas a la reja de
cualquier celda en forma de X, o sea con los brazos y piernas abiertas.
El preso político Vázquez Lima relata en su informe cómo
Rody Aguirre Cos, de 26 años, fue sacado de la celda y pateado por el
jefe de orden interior de Boniato -primer teniente Luis Enrique López- y
por un FOI de apellido Tejeda. Después, ambos militares condujeron al
recluso para la oficina de Orden Interior donde lo golpearon nuevamente hasta
que le partieron el labio inferior; se hicieron visibles hematomas en diferentes
partes del cuerpo y de las extremidades superiores.
Posteriormente, estos oficiales del Ministerio del Interior arrastraron a
Rody Aguirre Cos hasta la reja de la celda y lo "crucificaron" en la
misma hasta que las esposas le cortaron la piel de ambas muñecas.
De igual manera fue "crucificado" el reo Jimmy Carrazana Sosa, de
19 años, también por el jefe de orden interior penal. En este caso
el primer teniente Luis Enrique López agarró por el cuello al
joven y le pegó repetidamente en la cabeza con técnicas de mano
usadas por los karatecas.
Luego, medio atontado por los golpes, Carrazana Sosa fue llevado por el
funcionario hasta una reja cercana a la oficina de Orden Interior donde éste
"crucificó" al preso.
Como resultado del maltrato Carrazana Sosa sufrió lesiones en la
cabeza, escoriaciones en la espalda y fractura del dedo meñique de la
mano derecha. Este adolescente ha sido fijado con esposas a la reja en varias
oportunidades y además se reporta que ha sido objeto de torturas
mentales.
También resultó "crucificado" el prisionero René
Padilla, de 19 años, a quien lo mantuvieron por dos horas esposado en
forma de X.
La nota del preso político Nelson Vázquez Lima añade
que a Francisco Portuondo, de 36 años, lo "crucificaron" pero
no a una reja, sino a una litera. "Allí lo dejaron colgando de las
esposas hasta que uno de esos aparatos le cortó la piel de la muñeca
derecha", se lee en el escrito.
La fuente dice haber sido testigo de todos los tratos crueles anteriormente
expuestos. "Son jóvenes que, por el sufrimiento físico y
mental que le causan los funcionarios penales, merecen el apoyo y la solidaridad
del presidio político. La opinión pública debe conocer y
tomar nota de los abusos existentes en las cárceles del gobierno de Fidel
Castro", apunta Vázquez Lima.
"Por estos actos de barbarie es que los prisioneros políticos de
Boniato decimos: ¡Dios, Patria y Libertad!", concluyó la
fuente.
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