CUBANET... INTERNACIONAL

Abril 16, 2001



Noticias de Cuba

El Nuevo Herald

Publicado el 16 de abril de 2001 en el El Nuevo Herald

Amenazan con reventar a EU a "minazos''

Associated Press. Varadero

Estados Unidos no ha renunciado a la idea de atacar militarmente a Cuba, afirmó ayer el ministro de las Fuerzas Armadas, general Raúl Castro, asegurando que si no creyera en esa posibilidad ya habría dimitido del cargo.

El hermano del gobernante Fidel Castro agregó que si desde Estados Unidos deciden "reventar'' a Cuba a "bombazos'' desde el aire, en la isla replicarían con "minazos''.

Además ratificó nuevamente que a Washington le convendría más arreglar sus disputas políticas con Cuba en vida del presidente Castro, porque es quien tiene "como ningún otro'' en la isla la autoridad y el "poder de convencimiento'' del pueblo cubano.

Aseguró que la isla está llena de túneles subterráneos, algunos de los cuales pueden albergar hasta una división completa del ejército.

Los comentarios del general Castro, de 69 años, fueron formulados en largas declaraciones a la prensa sobre asuntos como las relaciones con Estados Unidos, el nuevo gobierno del presidente George W. Bush, y el futuro de la isla.

"¿Saben lo que son las minas?, el armamento de los pobres. Nosotros las fabricamos de todos los tipos, nunca las exportamos, ni las vamos a exportar... pero nos van a reventar a bombazos por arriba (los norteamericanos), y nosotros los vamos a reventar a minazos por abajo'', dijo Castro, cinco años menor que el gobernante, quien en varias ocasiones ha señalado al general como su sucesor en el cargo.

Interrogado sobre si aún creía en una posibilidad de una acción armada norteamericana a Cuba, Castro replicó de inmediato: "El día que no lo piense, renuncio al ministerio de Defensa y propongo disolver el ejército y dejar unos cuantos policías''.

" ¿Y tú crees que los Estados Unidos ha renunciado a eso?, claro que no'', añadió Castro en conversación con los periodistas desde el aeropuerto de esta localidad costera, donde acudió a despedir al presidente de China, Jiang Zemin.

Ojalá, agregó, no existiera esa idea de una acción armada norteamericana.

En Estados Unidos "saben lo que representa una invasión (a Cuba). Claro que pueden hacerla, claro que podrán ocupar parte del país. Y después, ¿qué?... Van a tener que sacarnos uno a uno de todos esos lugares'' como los túneles.

Dijo que el presupuesto de las fuerzas militares se ha reducido más de 11 veces. Del ejército han salido "decenas de miles de hombres, (pero) todavía tenemos unas fuerzas armadas demasiado grandes para nuestro país y para nuestra economía''.

La Iglesia hace un llamado a la paz

Centenares acudieron a la homilía del cardenal Ortega

Efe. La Habana

El cardenal cubano Jaime Ortega hizo un llamamiento a "la reconciliación y la paz'' en la misa del domingo de Pascua de Resurrección, que se llevó a cabo en la catedral de La Habana.

Ortega, arzobispo de la diócesis de La Habana, instó en su homilía a "vivir la realidad de nuestra fe con gran gozo y alegría'' y dijo que hay "un Cristo que vive que no es solamente imagen guardada por los artistas en grandes óleos sino el Dios de cielo y tierra que puede transformar a los hombres todos''.

A la misa asistieron centenares de fieles y también turista, los cuales habitualmente llegan al templo enclavado en el centro histórico de la capital cubana.

A última hora del Sábado Santo fue celebrada la vigilia pascual en la Plaza de la Catedral habanera, contigua al templo, una de las últimas actividades programadas en las parroquias, iglesias y catedrales de la isla por la celebración de la Semana Santa.

Como en años anteriores, las tradicionales procesiones del Santo Entierro y por la Pascua de Resurrección se celebraron en casi una veintena de localidades cubanas, media docena de ellas en La Habana y el resto en las ciudades centrales de Cienfuegos y Santa Clara y en las orientales de Camagüey y Holguín.

Las procesiones católicas fueron autorizadas por el gobierno cubano -después de una suspensión de casi cuarenta años- en 1998, tras la histórica visita del Papa Juan Pablo II a la isla en enero de ese año.

Desde entonces, el vía crucis del Viernes Santo ha vuelto a salir a las calles con las imágenes de un Cristo yacente y de María Dolorosa seguidas por centenares de feligreses que recorren varias manzanas en torno a los templos.

Publicado el 15 de abril.

Cuba devolverá los restos de los brigadistas

Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald.

El gobierno de Cuba entregará los restos de los integrantes de la Brigada 2506 que cayeron combatiendo en Bahía de Cochinos y fueron enterrados en puntos indeterminados de la isla, aseguró ayer un ex brigadista que el pasado mes viajó a La Habana para asistir a un encuentro académico por el cuadragésimo aniversario del frustrado desembarco armado.

"Logramos que el gobierno cubano nos entregara los cadáveres de nuestros compañeros muertos en la invasión'', dijo Luis Tornés durante la conferencia Playa Girón: 40 años después, celebrada en Coral Gables. "La devolución está aprobada personalmente por [el gobernante] Fidel Castro, y los pormenores se conocerán en su momento''.

Tornés, de 77 años, fue uno de los cinco ex brigadistas que asistieron a finales del pasado mes a una conferencia --con el mismo título-- convocada por las autoridades cubanas.

"Tuve el honor de tener una conversación de dos horas y media con Fidel Castro'', acotó.

Se calcula que hubo 114 muertos entre los cerca de 1,500 brigadistas que participaron en los combates, ocurridos entre el 16 y el 19 de abril de 1961 en la costa sur de la provincia de Matanzas.

Los brigadistas han reclamado históricamente que se localicen las tumbas de los fallecidos y se entreguen a sus familiares.

Tornés, quien dirige en Miami el periódico The Miami Post, aseveró que su participación en la conferencia de La Habana fue una de las experiencias más reconfortantes de su vida, y manifestó que había viajado "para defender el honor, la dignidad y el patriotismo de los que estuvimos en Girón''. "Fuimos a defender a muchos de los que nos están acusando aquí [en Miami] de traidores'', señaló Tornés. "Y se reconoció allí que éramos unos combatientes preparados, que fuimos a pelear con la creencia de defender a nuestra patria y que no éramos unos mercenarios''.

En su intervención en el panel titulado "Impacto de Playa Girón en tres generaciones'', el ex brigadista --expulsado años atrás de la Asociación de Veteranos de Bahía de Cochinos por sus posiciones de acercamiento al gobierno de la isla-- elogió el "lenguaje claro'' y la comprensión de las autoridades cubanas. "Ya no somos mercenarios, y eso se lo debemos personalmente a Fidel Castro'', enfatizó Tornés.

Sin embargo, apenas dos horas antes, en el mismo salón, una representante de Cuba había asegurado ante la audiencia que "los mercenarios que nos atacaron en [Playa] Girón no habían luchado por ideales''.

A la conferencia acudieron alrededor de 100 personas, entre ellas el veterano independentista puertorriqueño Rafael Cancel Miranda.

"La lección de Girón que no ha aprendido el imperialismo es que somos un pueblo unido al lado de la revolución'', declaró Yanelis Martínez, estudiante de Derecho y miembro del Secretariado Nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) de Cuba.

Martínez y Javier Dueñas, integrante de la dirección nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), fueron los delegados procedentes de Cuba en la conferencia, organizada por agrupaciones de Miami opuestas al embargo estadounidense y partidarias de una normalización de relaciones con La Habana.

Ambos dirigentes juveniles se encuentran de gira por universidades de Estados Unidos, promoviendo la celebración de un evento estudiantil que se desarrollará el próximo verano en La Habana, con la asistencia de estudiantes norteamericanos de diferentes tendencias políticas y grupos sociales.

La defensa de los presuntos espías irrita y admira

Los abogados son harto conocidos en los círculos judiciales locales

Rui Ferreira. El Nuevo Herald

Han ganado miles de dólares defendiendo a narcotraficantes, ladrones, estafadores, mafiosos, secuestradores, motociclistas violentos y militares corruptos, pero esta vez, con los presuntos espías cubanos, pueden estar perdiendo dinero.

A los abogados defensores de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y René González, les paga el contribuyente estadounidense. Es la ley.

Reglas federales estipulan que Paul A. McKenna, William Norris, Joaquín Méndez, Jack Blumenfeld y Philip Horowitz no pueden devengar más de $75 por hora, y para tres de ellos, la cuenta empezó el 12 de septiembre de 1998, cuando la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) arrestó a dos mujeres y ocho hombres y los acusó de integrar una red de inteligencia cubana en el sur de la Florida.

Como los sospechosos se declararon insolventes, el juez Barry Garber les asignó abogados de oficio, después de un rápido escrutinio en el cual al menos 17 abogados cubanoamericanos de servicio ese día en el tribunal se excusaron argumentando que no podían ser imparciales.

En las semanas siguientes, cinco de los acusados llegaron a un acuerdo con la fiscalía y se declararon culpables. Los restantes rehusaron pactar con las autoridades y mantuvieron sus defensores. Ulteriormente, dos de ellos fueron sustituidos, y entonces se terminó de formar el equipo que ha establecido la defensa de los cinco hombres como un trabajo conjunto.

Ninguno de los defensores es desconocido en los círculos judiciales del condado y, en el pasado, han estado involucrados --de alguna manera-- en procesos relacionados con la isla.

En la década de los 80, McKenna fue nombrado defensor de oficio de Eduardo Arocena, activista de Omega 7 condenado por terrorismo. Pero nunca llegó a hacerse cargo del caso porque el exiliado cubano contrató a un abogado por su cuenta. Por su parte, Blumenfeld ha defendido en varias ocasiones al veterano de Bahía de Cochinos José Battle Sr., quien ha sido acusado de pertenecer al crimen organizado en Nueva York y el sur de la Florida.

El único cubanoamericano del grupo, Méndez, es defensor público desde 1991. Cinco años después se encargó del caso de un palestino que desvió a Miami un DC-10 de la aerolínea Iberia que volaba de Madrid a La Habana. Norris fue por años fiscal federal asistente a cargo de una unidad antinarcóticos, mientras que Horowitz, en 1997, defendió a dos tripulantes de un barco capturado en Cuba con un cargamento de cocaína.

En diciembre pasado, durante los alegatos iniciales del caso actual, los abogados hicieron hincapié en que el jurado entendiera que estaban allí sólo para defender los actos de sus clientes, no sus ideas.

"Tengan claro esto: no soy comunista, pero tengo un trabajo que realizar, y lo haré lo mejor que pueda'', dijo McKenna al jurado.

No obstante, aunque sus honorarios actuales no son todo lo altos que podrían ser, lo cierto es que al parecer su estrategia en el caso ha despertado la admiración de colegas. En las últimas semanas, muchos abogados de la ciudad lo han felicitado en privado, han confesado miembros de la comunidad legal que prefirieron el anonimato, y otros han ido a la sala del juicio para verlo en acción.

También existe la otra cara de la moneda: su desempeño ha provocado la suspicacia de exiliados y testigos. Aún están frescas las palabras del líder de Hermanos al Rescate, José Basulto, de que estaba "haciendo el trabajo de la inteligencia cubana''.

El problema, dijo a El Nuevo Herald el abogado miamense Luis Fernández, es que "McKenna es muy incisivo, un profesional completo que lleva su responsabilidad hasta el final. Es conocido en el gremio por eso''.

McKenna se ha transformado en el principal abogado del caso, después que las autoridades acusaron en mayo de 1999 a su cliente, Gerardo Hernández, de conspirar para derribar avionetas de Hermanos al Rescate. El 24 de febrero de 1996, cazas MiGs de Cuba derribaron dos avionetas del grupo en aguas internacionales y mataron a cuatro de sus voluntarios. Si Hernández es hallado culpable, encara una pena de cadena perpetua.

Ajeno a toda ideología, según dijo, McKenna se ha empeñado en demostrar que los supuestos agentes castristas estaban en Miami para defender al régimen de la isla de ataques del exilio. Durante un mes y medio, el abogado sentó en el sillón de los testigos a exiliados, militares retirados, agentes del FBI, oficiales de inteligencia y hasta a un investigador del Ministerio del Interior cubano.

Esto provocó quejas. "Le han dado la vuelta al caso; quieren juzgar a Basulto y al exilio, quieren hacer de nosotros los culpables y no a Castro, que mandó esta gente aquí'', comentó en su programa radial el periodista Agustín Tamargo, expresando el sentir de muchos exiliados.

"McKenna no es un abogado que se deje manipular por el diablo, pero puede conversar con él si eso beneficia a un cliente'', añadió Fernández.

Los abogados han estado seis veces en Cuba, pero aseguran no haber conversado con Fidel Castro. Dos de esas visitas fueron hechas junto a los fiscales para interrogar a un par de testigos; en las demás sostuvieron encuentros con familiares de sus clientes y abogados nombrados por ellos, investigadores policiales y oficiales del Ministerio del Interior.

Los viajes no han sido fáciles, explica una fuente familiarizada con el juicio y que prefirió permanecer anónima. Cuando uno de ellos fue la primera vez a Cuba para explicar en qué consistían las acusaciones, cuál era la estrategia de la fiscalía y qué posibilidades había de establecer una defensa, tuvo cierta dificultad en comunicarse con las autoridades, las cuales recelaban porque los defensores siguen siendo estadounidenses pagados por el gobierno federal. "No confían totalmente en ellos'', añadió la fuente.

Luego, los han ayudado y han hecho lo imposible para que se sintieran a gusto; incluso han ido a la playa de Varadero, en vehículos que el gobierno puso a la disposición de ellos.

En el pasado, otros abogados no han tenido acceso a Cuba para defender a clientes de la isla enjuiciados aquí.

Publicado el 14 de abril.

Pekín otorga a La Habana $400 millones en créditos

China entregará $200 millones para la expansión de las telecomunicaciones en la isla

Agence France Presse. La Habana

Los gobiernos de China y Cuba firmaron ayer nueve acuerdos de cooperación en los que destacan el otorgamiento de créditos chinos a la isla por cerca de $400 millones para varios proyectos.

La firma de los acuerdos tuvo lugar en el marco del segundo y último día de la visita oficial de presidente chino, Jiang Zemin, a Cuba, donde permanecerá en visita privada hasta mañana, cuando viajará a Venezuela, sexta y última etapa de su gira por Latinoamérica.

Los entendimientos rubricados por ambas naciones abarcan a las telecomunicaciones, los deportes, el turismo, la educación y los sectores marítimo y tributario.

China dará un crédito de $200 millones a la isla para un proyecto de modernización y expansión de las telecomunicaciones. También otro préstamo de $150 millones para la compra de televisores chinos que se destinarán a programas culturales, educativos y recreativos. La Habana recibirá una línea de crédito de $6.5 millones libre de intereses por cinco años, a partir del 1ro. mayo del 2001.

Otro de los acuerdos establece un crédito preferencial por un monto de $24 millones entre el Banco Nacional de Cuba y el Banco de Exportación e Importación de China, para financiar la construcción de un hotel en La Habana.

Además Pekín otorgará un donativo a la nación caribeña por $3.5 millones destinados a la compra de materiales y la ejecución de proyectos técnicos.

En materia deportiva, ambos países establecieron la colaboración con miras a los Juegos Juegos Olímpicos del 2008, que Pekín aspira a organizar.

En tanto que el acuerdo tributario fija reglas para evitar la doble imposición internacional y prevenir la evasión fiscal.

La rúbrica de los acuerdos tuvo lugar después de las conversaciones oficiales entre ambas delegaciones.

Según el vocero de la cancillería china, Zhu Bangzao, los contactos oficiales se desarrollaron en una atmósfera "cordial y muy amistosa'' y hubo "amplios consensos y resultados muy positivos''.

"Todo bien, todo bien'', comentó a la prensa Castro sobre las conversaciones.

Mientras que el mandatario chino, de acuerdo con un vocero, apuntó que "en la política nos apoyamos y nos comprendemos'', señalando que la visita habia "alcanzado pleno éxito''.

La visita del mandatario chino se produce en un momento de importante aumento del papel económico de su país en la isla caribeña. China fue en el 2000 el cuarto socio comercial de Cuba, con $520 millones.

Para La Habana, que sufrió una grave recesión tras la caída del bloque soviético, esto representa una muy bienvenida ayuda, mientras que para Beijing Cuba sirve de trampolín en la región.

La maratónica farsa de las ONG de Castro

Pablo Alfonso. El Nuevo Herald / Ginebra

El régimen de Fidel Castro ha desplegado este año una intensa actividad diplomática para evitar la condena de la Comisión de Derechos Humanos y, dentro de esa estrategia, las denominadas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de Cuba han desarrollado un importante papel en defensa del castrismo en esta ciudad.

Por lo menos media docena de ONG cubanas tienen un estatus reconocido en la comisión y sus representantes han hablado en favor del régimen de La Habana, prácticamente en cada uno de los puntos de la agenda que se discute en este período de sesiones que se inauguró a mediados de marzo.

En contraste con esta realidad, los exiliados cubanos apenas han podido hacer sentir su presencia ante el pleno de la comisión. Sólo uno de ellos, Luis Zuñiga, de la Fundación Nacional Cubano-Americana, pudo hablar este año ante la entidad internacional y lo hizo como miembro de la delegación del gobierno de Nicaragua.

Además de sus discursos ante la comisión, la actividad de las ONG cubanas se manifiesta con la difusión de carteles y propaganda en los murales de la sala de sesiones y en las mesas donde los delegados recogen documentos oficiales. Ahí abundan fotocopias de publicaciones, acusando de terroristas a los exiliados de Miami, calificados de mafiosos. Pero no se encuentra ninguna de las decenas de denuncias que, procedentes de la isla, se distribuyen tan abundantemente en Miami.

El tema de la violación de los derechos humanos en Cuba se ventila a un nivel más reservado. Quizás entre diplomáticos y funcionarios de la comisión, pero en los salones y lugares públicos del Palacio de Naciones, brilla por su ausencia. La única huella visible del paso de una docena de exiliados por esta ciudad, es un pequeño volante denunciando en español la falta de libertad de expresión en Cuba, pegado en la fachada de una pizzería, frente a la terminal de trenes de Cornavin. A unos metros del lugar, en la cartelera de un cine, otro volante idéntico, expresa su muda denuncia al lado de un cartel que promueve el filme Chocolat.

En las mesas de información provistas a las ONG en la sala de sesiones de la comisión, pueden encontrarse denuncias sobre la situación de los presos políticos en Irak, la represión en China, los abusos cometidos contra dirigentes indígenas en México y la violencia en Colombia. Sin embargo, no hay aquí nada que recuerde, por ejemplo, la prisión de Vladimiro Roca, de Oscar Elías Biscet o la vibrante carta denuncia de Maritza Lugo enviada al exterior desde las prisiones castristas.

A lo largo de la última década, durante la cual el tema de la violación de los derechos humanos en Cuba ha formado parte de la agenda de la comisión, los exiliados cubanos no han logrado que ninguna de sus organizaciones sea reconocida como ONG por el organismo mundial. Para acreditarse como observadores, con acceso a la sala de sesiones o para hablar ante el pleno, los exiliados cubanos tienen que valerse de otras ONG que le faciliten sus credenciales o les permitan consumir uno de los preciados turnos para exponer sus denuncias desde la tribuna de la comisión. Esto es algo que no siempre se consigue.

"Resulta humillante tener que hablar en nombre de otras organizaciones y rogar un espacio'', afirmó Ricardo Bofill, presidente del Comité Cubano Pro Derechos Humanos, uno de los grupos con sede en La Habana y Miami, que tiene mas de 25 años de existencia. "Nuestra organización no está por debajo de ninguna otra ONG de las cientos que tienen ese estatus reconocido por las Naciones Unidas'', agregó.

La condición de ONG la otorga un comité de países miembros de la Comisión Económica y Social de la ONU, del cual forma parte Cuba, junto a un grupo de países que también han estado sentados en el banquillo de los acusados como violadores de los derechos humanos.

"Cuba y sus aliados controlan ese comité, que insistentemente ha vetado el reconocimiento de las organizaciones de exiliados'', declaró Jesús Permuy, director del Centro de Derechos Humanos, un organismo con sede en Miami, que durante casi dos décadas ha tenido una presencia sistemática en la comisión, sin lograr el reconocimiento oficial.

A su paso por Ginebra, el canciller cubano Felipe Pérez, criticó fuertemente la labor de un grupo de ONG, que según afirmó, son "como empresas transnacionales'', financiadas abundantemente por los centros de poder en el mundo.

Cuba forma parte de un grupo de 17 países que durante estas sesiones ha criticado públicamente a las ONG en Ginebra. Esas naciones firmaron una declaración pidiendo que se limite la actividad de las ONG, a pesar de que estas son reconocidas como copartícipes legítimos de la comisión. Los aliados de Cuba en esa iniciativa son: Argelia, Bangladesh, Birmania, Bután, China, Egipto, India, Indonesia, Irán, Malasia, Nepal, Pakistán, Filipinas, Sri Lanka, Sudán y Vietnam.

Precisamente este grupo de países forma parte de los denunciados por las ONG por sus violaciones de los derechos humanos, y son los mismos que pretenden que la validez universal de los derechos humanos, reconocida en 1993 por las Naciones Unidas, debe tener como límite la soberanía nacional.

Según Permuy, quien este año asistió a Ginebra como delegado de Freedom House, los países democráticos que forman parte del comité "no tienen una gran motivación'' para respaldar a las organizaciones de exiliados que buscan el reconocimiento de Naciones Unidas. Para Zúñiga, esa falta de motivación es, además, una "indolencia diplomática'' que le ha permitido al régimen de Castro inscribir como ONG a organizaciones que, según afirma, "son voceros del gobierno cubano y en ocasiones parte de su propia estructura''.

Entre las ONG cubanas presentes en Ginebra figuran, entre otras, el Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos, la Organización para la Solidaridad con los Pueblos de Asia, Africa y América Latina (OSPAAL), la Unión Nacional de Juristas de Cuba, el Centro de Estudios sobre la Juventud, el Centro de Estudios Europeos, y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Sus miembros se trasladan en autos oficiales de Cuba y casi todos están hospedados en el edificio de la misión de la isla ante Naciones Unidas, una característica muy peculiar de este tipo de ONG.

Quizás el caso más significativo es el de la FMC, cuya presidenta, Vilma Espín, es miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y vicepresidenta del Consejo de Estado.

Al ser preguntado por El Nuevo Herald sobre esta "peculiar'' característica, un miembro de la delegación cubana en Ginebra se limitó a sonreír y añadió, mientras se alejaba: "sin comentarios''.

Uruguay votará contra Cuba en Ginebra

Según el presidente Jorge Batlle, su país mantendrá la condena

Agence France Presse. Montevideo

El gobierno uruguayo mantendrá la posición que sustentó en 1999 en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y apoyará la moción de condena a Cuba, al señalar el presidente Jorge Batlle que su país mantendrá la posición "que tuvimos el año pasado''.

En conferencia de prensa que el mandatario ofreció en la noche del jueves, Batlle confió que "en principio está definida la situación'', aunque luego añadió que "estamos mirando eso con la seriedad necesaria y la detención necesaria''.

Al requerírsele mayor precisión en sus declaraciones, se le preguntó si el voto en la Comisión de Ginebra sería de condena a Cuba, a lo que Batlle respondió tajantemente: "la que tuvimos el año pasado''.

En abril del 2000, Uruguay no integró la Comisión que trató este tema en Ginebra, por lo que su antecedente inmediato data de 1999, cuando el entonces gobierno presidido por Julio Sanguinetti, del mismo partido político de Batlle, apoyó la moción de condena a Cuba.

En medio de estas respuestas, Batlle se refirió al embargo estadounidense a la isla caribeña, aludiendo a las negociaciones en curso para aunar ese punto a la moción de la República Checa sobre la isla.

Fuentes diplomáticas declararon ayer que, por el momento, para la reunión de Ginebra sólo existe una moción para censurar al gobierno de la isla, pero están en marcha negociaciones que apuntan a incluir el tema del embargo. Uruguay se ha expresado por el levantamiento del mismo.

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