La necesidad
es la génesis del conflicto
Milagros Beatón, APLO
SANTIAGO DE CUBA, abril - El gobierno de Santiago de Cuba lleva a cabo un enérgico
programa de desalojos y decomisos de viviendas "para escarmentar a los que
violan las leyes", según portavoces oficiales.
El 31 de marzo, en la página tres del periódico Sierra Maestra
(órgano oficial del Partido Comunista de esta localidad) se publicó
un artículo firmado por la periodista Juana Perdomo en una de cuyas
partes se lee: "(...) los ejemplos de casas decomisadas tal y como se
transmitieron por la televisión cubana desde La Habana y Matanzas seguro
que tampoco faltarán en Santiago de Cuba".
Y se cumple lo dicho. Actualmente en esta ciudad ya se han producido escenas
similares, que el gobierno local trata de justificar con señalamientos de
compras, ventas y permutas ilegales de viviendas; falsificación de
documentos para enmascarar compras ilegales de materiales de construcción
y otros más que harían muy extensa la relación.
Pero un fenómeno se pone de relieve en este asunto: la existencia de
corrupción. Corrupción en todas partes y en todos los niveles.
El dinero, principalmente los dólares, es el móvil de todas
estas corrupciones que ahora se trata de ocultar con programas represivos.
Numerosas familias santiagueras han sido echadas de sus casas por los
funcionarios de la Dirección Provincial y Municipal de la Vivienda de
esta región, con la ayuda de la Policía Nacional Revolucionaria,
los Comités de Defensa de la Revolución y, ¡créalo o
no!, hasta del Departamento de Seguridad del Estado.
La mano de hierro que aprieta, el garrotazo, en fin, la violencia estatal es
el método que usa generalmente el gobierno cubano para "solucionar"
los problemas y escarmentar a Liborio cuando se sale de la ley a causa de la
corrupción y la incapacidad gubernamental para resolver cualquier asunto.
La gente en Cuba necesita un techo y como el Estado socialista es incapaz de
garantizarlo, pese a que lo refrendó en la Constitución de 1976,
recurre a cualquier método para no vivir a la intemperie. Esa es la génesis
del conflicto.
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