Así lo deslizó el jefe de la Cancillería
Andrea Centeno. La
Nación Line. Buenos Aires, Argentina. Abril 11, 2001
"Lo hecho, bien hecho está." Con esa sentencia, el
canciller Adalberto Rodríguez Giavarini volvió a defender el voto
argentino en contra de la política de derechos humanos de Cuba, al tiempo
que deslizó que esa condena se repetirá en los próximos días,
cuando la cuestión sea debatida otra vez en la Comisión de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Aunque lacónica, la respuesta del jefe de la diplomacia tuvo un doble
significado: el de la certeza de que el Gobierno no volverá atrás
con su condena al régimen de Fidel Castro y el del indicio de que
insistirá en ella. Lo haría así, pese a que anteayer el
presidente de China, Jiang Zemin, propuso a Fernando de la Rúa sintonizar
votos ante los organismos internacionales.
"Estoy citando al Presidente:lo hecho, bien hecho está", sólo
dijo, brevísimo, el canciller cuando La Nación recordó la
idea de Jiang para preguntarle luego cómo será el voto respecto de
las políticas de derechos humanos de Castro y de Jiang.
Además de la condena a Cuba, la Argentina se abstuvo, hace un año,
de votar en contra o en favor de China.
La actitud por tomar ante la comisión internacional que sesiona cada
abril en Ginebra incomoda inocultablemente al Gobierno. El propio canciller, que
no suele ahorrar palabras y anécdotas para ilustrar cualquier cuestión,
esta vez encasilló sus respuestas en su única sentencia. La repitió
cuatro veces en una conferencia de prensa y la atribuyó al Presidente.
Hace un año, cuando la Argentina votó en favor de que se
permitiera a dos relatores (que investigarían la censura y la tortura)
ingresar en la isla, con lo que condenó a Castro, se suscitó el
primer gran conflicto interno en la Alianza y en el gabinete. Desde entonces, el
próximo voto argentino sobre Cuba es una incógnita, un secreto que
comienza a develarse.
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