Espejismos
mentales
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, abril - "No se puede rechazar el bloqueo a Cuba y ser cómplice
del imperio que trata de justificarlo". Esas son palabras del vice
presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba. Jaime Crombet, en
la 105 Conferencia Interparlamentaria que, como es conocido, se celebra en La
Habana.
Esas palabras son el equivalente a decir que el régimen de Cuba no
puede ser ni censurado ni criticado por nada que haga o deje de hacer. Parece
que el gobierno de Fidel Castro se imagina el representante de la justicia y el
honor en la Tierra.
Los fusilamientos, los miles y miles de presos políticos que han
existido y aún existen, la UMAP -campos de concentración- las
familias divididas, los casi dos millones de cubanos que han tenido que emigrar,
la persecución y el acoso a los opositores pacíficos y los miles
de muertos tratando de huir de Cuba, son, al parecer, cosas que hay que apoyar.
La violación palpable a los derechos humanos por una pequeña
minoría en el poder que, según la
Constitución vigente desde 1976,
es "la fuerza superior de la sociedad" (el Partido Comunista), es algo
que, evidentemente, no puede ser criticado ni censurado.
El régimen de La Habana se cree facultado -parece que tantos años
en el poder crea grandes espejismos mentales- para determinar quién es
bueno y quién es malo, y qué es lo que el mundo debe tomar como
verdad.
La 105 Conferencia Interparlamentaria pasa de largo dentro de Cuba: la
población prácticamente no sabe nada de lo que ocurre. Hay que
conformarse con las versiones que dan los medios de comunicación del régimen,
que son en extremo parcializados.
Mencionaron que un parlamentario de Moldavia había traído a
colación el caso de los dos checos que fueron arrestados en Cuba, pero
que de inmediato se le dio "contundente respuesta".
Hicieron alusión a un parlamentario alemán que habló
sobre la falta de derechos humanos en nuestro país, pero dijeron que se
trata de un señor que no está "informado de la realidad de
Cuba".
En ningún caso se publicó lo que habían manifestado
esos visitantes.
Los habitantes del "país más libre del mundo" no
pueden conocer lo que parlamentarios de otras naciones dicen en La Habana sobre
el gobierno comunista de Cuba, cuando esas opiniones no le son favorables.
Lo más notable que se ha podido apreciar de la 105 Conferencia
Interparlamentaria es haber visto a través de la televisión a
Jaime Crombet con el pelo teñido de un castaño fuerte, casi
rojizo. No se sabe si el tinte lo trajo como donación uno de los
parlamentarios visitantes o si lo compró en una de las tiendas
dolarizadas de Ciudad de La Habana.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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