MÉXICO. ABC.
Enrique Serbeto, corresponsal. Abril 4, 2001
La Asamblea de la Unión Interparlamentaria que se celebra en La
Habana se ha convertido en un constante recordatorio de la situación de
los derechos humanos en Cuba, por parte de representantes de países y
partidos políticos críticos con el régimen castrista. La
reunión con disidentes se ha convertido también en parte de la
agenda de la convocatoria.
Los diputados de los principales países representados, incluyendo México
cuyo voto en las Naciones Unidas puede ser crucial este mes, se han reunido con
representantes de la oposición interior, que vuelve a recibir un apoyo
político que no tenía desde hace meses.
Ayer fueron cuatro diputados del Partido Acción Nacional (PAN, en el
Gobierno) los que se reunieron con un grupo de disidentes cubanos como un
elemento para «conocer la realidad cubana y reflexionar para ver cual será
la posición de México» en la Asamblea de Derechos Humanos de
Ginebra, según declaró a la salida Marco Adame. Los diputados del
PRI y del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD)
no quisieron participar en estas reuniones con los representantes de los
opositores. El senador Fernando Margain, el cabeza de la delegación
mexicana, y que también estuvo en la reunión con Elizardo Sánchez
Santacruz, Oswaldo Payá y Héctor Palacios, dijo que «los
comentarios que recibimos de ellos fueron prácticamente todos negativos,
señalaron cosas que sienten que son violaciones de sus derechos».
Fidel Castro había recibido poco antes a la delegación
mexicana en pleno, durante más de cuatro horas, como una muestra de la
importancia que éste concede a la posición de México en el
debate de Ginebra. Precisamente el Secretario de Relaciones Exteriores de México,
Jorge Castañeda, acaba de declarar en una entrevista a un diario mexicano
que en las nuevas relaciones con La Habana «todo es muy complicado» y
que con los dirigentes cubanos, «tenemos desacuerdo conceptuales y no
pensamos que la situación de los derechos humanos en un país es
una cuestión interna». México no ha desvelado cual será
su posición en esta importante votación, donde tradicionalmente
sostenía las tesis cubanas hasta que el ex presidente Ernesto Zedillo
empezó a abstenerse con lo que facilitó la condena de Cuba el año
pasado. Desde la llegada de Vicente Fox a la Presidencia el Gobierno mexicano
trata de definir su postura en la que hasta ahora ha habido también señales
conciliadoras como el envío como embajador a un conocido militante de
izquierda, Fernando Pascoe. Los disidentes cubanos se han reunido también
con legisladores españoles, incluyendo al ex presidente del Senado, Juan
José Laborda, y con el popular Guillermo Gortazar. Anoche se estaba
tratando de encontrar una fórmula para celebrar una reunión formal
de los parlamentarios españoles con los líderes de la oposición
interna. Gortazar y Sánchez Santacruz son miembros de la Fundación
Hispano Cubana. |