Maestros
emergentes
Lic. Alejandro Hernández, Partido del Pueblo
LA HABANA, abril - En días recientes se efectuó el acto de
graduación de 500 maestros primarios emergentes en Ciudad de la Habana. A
este acto asistió Fidel Castro, y como ya es habitual, se pasó
varias horas hablando del nuevo logro de la revolución, es decir de él,
con esta graduación. Por estar muriendo (si digo viviendo no sería
sincero) la realidad cubana de todos los días, no me queda otra
alternativa que pensar que el Sr. Castro considera a sus súbditos
mononeurónicos.
¿A quién se le ocurriría decir que luego de 42 años
gritando a todos los vientos que la educación cubana es la mejor del
planeta, que los maestros cubanos son los mejores y más sacrificados,
tener la imperiosa necesidad de convocar un cursillo de unos meses para
estudiantes del 11no grado para que cubran las aulas vacías es un logro?
Sin demeritar lo que de bueno se ha hecho en la esfera de educación
es necesario profundizar brevemente en este tema para poder interpretar
acertadamente lo que está pasando.
En la década de los 80 se construyeron y pusieron en funcionamiento
en Cuba alrededor de 16 Escuelas Formadoras de Maestros Primarios (A partir del
6to. grado primero y luego para graduados de 9no grado) con capacidades que
oscilaban entre los 2,000 y 4,000 alumnos. En el año 99 existían
15 Centros de Educación Superior y una Filial Independiente dedicados a
la formación de profesionales de la Educación en los que se cursan
22 especialidades pedagógicas. En estos centros se concentra el 30 % de
los estudiantes universitarios del país y vale señalar que las más
altas matrículas corresponden a la especialidad de Maestros Primarios.
Teniendo en cuenta los datos ofrecidos en el párrafo anterior así
como que en los últimos 10 años ha decrecido notablemente la tasa
de natalidad en Cuba, el resultado que tenemos es el siguiente:
· Se han formado y se siguen formando gran cantidad de maestros
primarios.
· La población escolar en primaria ha decrecido, debido a un
descenso de la tasa de natalidad en la década de los 90.
Entonces, la gran pregunta a la que nunca dan respuesta las autoridades es
por qué a estas alturas de tantos logros educacionales es necesario
cubrir aulas de Ciudad de La Habana con adolescentes que no tienen ninguna
formación profesional.
Con nuestro típico humor criollo pudiéramos cantar en lugar
de: "Mamá yo quiero saber / de dónde son los cantanteees?",
la copla siguiente: "Papá yo quiero saber / a dónde van los
maestrooos?
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