La Razón /
España. Agosto 27, 2001
Redacción - Madrid.- El reciente arresto de tres activistas del Ejército
Republicano Irlandés (IRA) en Colombia ha puesto de manifiesto las
estrechas relaciones existentes entre el grupo terrorista católico con la
guerrilla marxista de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia),
ETA y la dictadura de Fidel Castro.
Tras conocerse que uno de los detenidos en Colombia era el «embajador»
del Sinn Fein (brazo político del IRA) en La Habana, la Prensa británica
ha seguido tirando del hilo y ha descubierto que el IRA Provisional ¬escisión
del grupo principal¬ tenía un enlace en la isla caribeña
desde, al menos, 1990.
Según «The Sunday Times», Eibhlin Glenholmes, una destacada
figura del movimiento armado republicano en el Ulster, mantuvo estrechos vínculos
con el Gobierno de Castro entre 1990 y 1995. Glenholmes, de 43 años,
estuvo involucrada en un atentado con bomba en Brighton en 1984 que causó
cinco muertes. El primer ministro británico, Tony Blair, permitió
su excarcelación el año pasado y ella vive ahora en un lugar
desconocido de Belfast.
Las fuentes consultadas por el «Times» creen que Glenholmes fue
sustituida en La Habana por Niall Connolly, arrestado hace dos semanas en
Colombia junto a James «Mortero» Monaghan, el mayor experto en
explosivos del IRA, y Martin McCauley, con un nutrido historial de delitos con
armas de fuego.
El análisis de los pasaportes de estos miembros del IRA reveló
que los destinos de sus viajes fueron Venezuela, Nicaragua, Costa Rica y Panamá,
situación que ha causado malestar en Estados Unidos, que históricamente
ha visto siempre con simpatía los objetivos del Sinn Fein.
Desde el Departamento de Estado se ha asegurado que Washington está
vigilando estrechamente la relación del IRA con las guerrillas
izquierdistas iberoamericanas, hasta el punto de que Rita O Hare, máxima
representante del Sinn Fein en EE UU, fue convocada a la Embajada norteamericana
para escuchar el preocupado punto de vista de la Administración Bush, según
reveló el «Times».
Por otra parte, el informe también descubrió que la estancia
de Monaghan en Colombia fue sufragada por un fondo de «paz y reconciliación»
de la Unión Europea, que financia una organización de antiguos
presos republicanos con lazos con el IRA. La revelación provocó
las iras del Parlamento Europeo, que no es la primera vez que da dinero a
organismos ligados con el terrorismo. |