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Mundo
Cuba y Venezuela: no al ALCA
Domingo 26 de agosto de 20001.
Los gobiernos de Cuba y Venezuela afirmaron que el Acuerdo de Libre Comercio
de las Américas (ALCA) no es la solución para los problemas de la
región.
"La solución no es un bloque como el ALCA, sino la unidad del área
latinoamericana y caribeña", dijo el canciller venezolano Luis
Alfonso Dávila.
Según Dávila, Venezuela planea ingresar al Mercado Común
del Sur (MERCOSUR) y quiere propiciar el intercambio con la Comunidad Andina de
Naciones (CAN).
Por su parte, el gobierno cubano dijo que el ALCA es "una propuesta
diseñada por el gobierno de Estados Unidos".
El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, dijo que "la consumación
del ALCA en los términos propuestos hoy por Estados Unidos... significaría
una virtual anexión de América Latina y el Caribe a EE.UU., sería
la oportunidad esperada por las grandes transnacionales norteamericanas con su
desarrollo tecnológico, su envergadura económica, su inigualable
poder financiero".
Relaciones bilaterales
Se espera que el ALCA entre en vigor en 2005.
Ambos cancilleres dieron sus declaraciones durante una rueda de prensa
organizada con motivo de la visita de Dávila a Cuba.
Venezuela ahora es el principal socio comercial con Cuba, por medio de un
acuerdo en el que se incluye el suministro de 53.000 barriles de petróleo
diarios.
En abril pasado, los mandatarios reunidos en la Cumbre de las Américas
en Québec acordaron la creación del bloque comercial en diciembre
de 2005.
El ALCA comprenderá un mercado hemisférico de 800 millones de
personas con la única excepción de Cuba.
Durante la cumbre, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se opuso
al bloque y dijo que "estimamos que el ALCA tiene que ser visto como una
posibilidad, pero una vez que nuestros países tengan el dominio de sus
propias economías".
El primer borrador del tratado hemisférico fue divulgado en julio
pasado.
Europeos culminan visita a Cuba
Sábado 25 de agosto
La delegación europea encabezada por el ministro de Relaciones
Exteriores de Bélgica, Louis Michel, culminó una breve pero
intensa visita a Cuba, en la que se reunió con el presidente Fidel Castro
y otras figuras clave del país.
Aparte de la agenda formal, en los tres días Michel también
visitó el Museo de la Revolución, fumó habanos elaborados
especialmente para él y hasta paseó en una moto Harley-Davidson
por el malecón de la capital cubana.
En cuanto a los temas de fondo, el canciller belga declaró en
conferencia de prensa que ambas partes establecieron las bases para reanudar el
diálogo político.
"Hemos comprobado el interés de ambas partes de crear las
condiciones que pudiesen conducir a un diálogo político basado en
el respeto mutuo, sin condicionamientos previos y sin excluir tema alguno",
precisó.
Según el corresponsal de la BBC en La Habana, Fernando Ravsberg, lo más
importante parece ser la voluntad de ambas partes de separar el diálogo
político de la posible participación de Cuba en acuerdos económicos
con la Unión Europea.
Michel también buscó otras voces. Fue así que mantuvo
una breve reunión con cuatro disidentes a los que, luego de escuchar,
explicó que su misión no era la de presionar a La Habana.
Nuestro corresponsal concluye que a pesar de las buenas intenciones que
parecen reinar entre Bélgica y Cuba, es poco probable que éstas
sirvan para convencer a aquellos países que, como España,
mantienen una posición dura con respecto al gobierno de Fidel Castro. |