Yahoo! agosto 27, 2001.
Aplica Cuba mecanismos de mercado para reactivar agricultura
La Habana, 27 Ago (Notimex).- Apelando a la ortodoxia de la economía
capitalista, pero sin reconocerlo, el gobierno de Cuba logró aumentos de
la producción agrícola con destino a esta capital tras una abrupta
caída a inicios de la década pasada.
Pero aunque ahora llegan más productos, los consumidores se quejan de
la baja calidad de tubérculos, vegetales y frutas del expendio
subsidiado, y de los altos precios en los mercados de libre oferta y demanda que
drenan la economía familiar.
Alcides López, delegado del Ministerio de Agricultura en la provincia
de La Habana, que circunda a esta capital, informó que en el año
2000 y por primera vez en su historia, esa región cosechó 644 mil
240 toneladas de tubérculos y hortalizas.
La cifra, aunque insuficiente para satisfacer las necesidades de los 2.2
millones de capitalinos, se logró gastando 20 por ciento de los recursos
en insumos y combustibles que se invertían antes de la crisis quye derivó
en la desaparición de la Unión Soviética, explicó.
Antes de 1990, la agricultura de esa provincia, considerada el granero de la
capital, gastaba cada año 100 mil toneladas de fertilizantes y unas 60
mil de diesel, cantidades que se redujeron en 80 por ciento al cesar los
suministros de Moscú.
En declaraciones al semanario Granma Internacional, el funcionario comentó
que el avance se debió a la vinculación del pago por resultados
del trabajo, la entrega de recursos y tierras sólo a los mejores
productores, así como el apoyo de institutos científicos.
Precisó que en La Habana, con cinco mil 725 kilómetros
cuadrados de extensión, existen 14 mil cooperativistas y campesinos
privados pero sólo los tres mil de mejores rendimientos reciben a precios
subsidiados los escasos insumos necesarios para su labor.
Además de estos labriegos privados, en La Habana, como en el resto
del país, miles de trabajadores agrícolas estatales y conscriptos
del paramilitar Ejercito Juvenil del Trabajo (EJT) también están
ocupados en este sector de la economía.
López reconoció que antes del denominado "periodo
especial" (eufemismo para la crisis económica) a los obreros agrícolas
se les imponían normas productivas y salarios inamovibles, lo que
originaba una falta de estímulo.
En la actualidad, sus ingresos dependen de la atención de áreas
fijas con cultivos específicos para lograr especialización, desde
la siembra hasta la cosecha, sin normas fijas de producción ni horarios
preestablecidos.
Todo depende de su esfuerzo y si logran buenos resultados recibirá
fertilizantes, plaguicidas, semillas, créditos y hasta podrán
comprar un vehículo de transporte (hasta ahora posibilidad bastante
limitada), en contraste con los menos productivos.
Según López, de los 240 pesos promedio al mes que ganaban los
33 mil trabajadores agropecuarios de La Habana en 1997, la vinculación a
los resultados elevó el pago a más de 300 pesos y los más
eficientes alcanzan hasta 800.
En Cuba el peso se cotiza a 22 unidades por un dólar en el mercado
informal y en las casas de cambio estatales.
López explicó que cuando los productores individuales tienen
excedentes, después de que cumplen su compromiso con el Estado, se les
permite venderlos a la entidad estatal denominada Acopio o de manera directa en
los mercados liberados.
En 1993 la producción agropecuaria de La Habana reportó pérdidas
por más de 300 millones de pesos pero en el 2000 tuvo ganancias de dos
millones 800 mil pesos, y en el primer semestre de este año registró
utilidades por nueve millones de pesos.
Cada productor agrícola, estatal o privado debe vender la mayor parte
de su cosecha a la Unión de Empresa de Acopio, la que será
destinada a las llamadas placitas (mercados comunitarios) y a los expendios con
precios controlados.
Las ventas subsidiadas deben garantizar una canasta mínima de 15
libras (6.9 kilogramos) mensuales de tubérculos, hortalizas y frutas,
pero su suministro es irregular y el público se queja de la baja calidad,
además de que carecen de productos cárnicos.
Dos obras del repertorio del Ballet Nacional de Cuba, 'Las sílfides'
y 'Carmen', esta semana en el Albéniz de Madrid
MADRID, 27 (EUROPA PRESS) - El Ballet Nacional de Cuba, que dirige Alicia
Alonso, continúa esta semana la celebración del décimo
aniversario de sus temporadas en el Teatro Albéniz de Madrid con la
presentación de dos de las obras maestras de su repertorio: 'Las Sílfides'
y 'Carmen', programa que se completa con un 'pas de deux' diferente cada noche.
La diversidad de estilos coreográficos de la compañía
cubana quedará patente en este programa mixto que se presentará el
29 de agosto y el 2 de septiembre, y que da inicio con 'Las Sílfides',
ballet neorromántico, que en su época incorporó una
renovación en el arte del ballet.
'Carmen' subirá a escena de la mano de los primeros bailarines Galina
Alvarez y Alihaydée Carreño, quienes encarnan a la gitana
cigarrera que seduce al sargento Don José (Victor Gilí y Osmay
Molina), al torero Escamillo (Oscar Torrado) y al capitán Zuñiga
(Octavio Martín).
Los célebres 'pas de deux' de 'Diana y Acteon' (día 29) y 'El
corsario' (día 2), en versión de Alicia Alonso, estarán
interpretados por Alihaydée Carreño y Viengsay Valdes, ambas con
Rolando Sarabia. 'Aguas primaverales', con Sadaise Arencibia y Octavio Martín
los días 30 y 1 por la tarde; así como el estreno de 'Los
patinadores', los días 30 y 1 por la noche, conforman el programa de la
compañía cubana.
Para el cierre de tan significativa temporada, la compañía de
Alicia Alonso presentará en Madrid, entre el 5 y el 9 de septiembre, la
nueva producción de 'El lago de los cisnes', en coproducción con
Teatres de la Generalitat Valenciana, y diseños de vestuario de Francis
Montesinos. Su última semana llevarán a cabo el estreno en Europa
del ballet 'Los millones de Arlequín'. |