Cuba Nueva. Edición
del lunes, 20 de agosto de 2001 06:58 EMT - Año 3.
El dólar se "aplatanó" en Cuba
LA HABANA, Ago 17 (AFP) - Ocho años después de que las
autoridadas cubanas autorizaran la libre circulación del dólar
estadounidense en el país, la divisa norteamericana forma ya parte de la
vida cotidiana de la isla, donde sigue marcando una brecha social interna entre
los cubanos que tienen acceso a esa moneda y a su poder de compra y los que no
lo tienen.
"El dólar se 'aplatanó' (integró) de tal forma,
que no me imagino como podría funcionar todo sin él", dijo a
la AFP un cubano a la puerta de un almacén de víveres en el barrio
Vedado, en La Habana.
El aniversario de la firma del decreto que dispuso la libre circulación
del billete verde, el pasado lunes, coincidió con el cumpleaños 75
del presidente cubano, Fidel Castro.
Fuentes oficiales indicaron que hasta diciembre del 2000, un 60% de la
población cubana, de 11,2 millones de habitantes, tenía acceso a
la divisa norteamericana por diversas vías, incluyendo el sistema de
estimulación laboral aplicado por el gobierno en sectores prioritarios de
la economía.
El problema gravita en que el 40% restante de la población, que
depende únicamente de sus salarios en moneda nacional (21 pesos por dólar),
no sólo ven afectado su poder adquisitivo, sino también la
variedad y calidad de productos y servicios a los que pueden acceder, puesto que
algunos de ellos sólo se comerecializan en dólares.
Esa división social creada por la introducción del dólar
en el mercado cubano preocupa mucho al gobierno, pero la necesidad de sostener
la recuperación económica con nuevas inyecciones de divisas le
deja poco margen de maniobra para encontrar una solución al tema.
La libre circulación del dólar fue anunciada el 26 de julio de
1993 y aplicada desde el 13 de agosto del mismo año, y su primer efecto
fue borrar una molesta figura delictiva, el tráfico de divisas, que llevó
a la cárcel a algunos cientos de "jineteros", según la
denominación popular.
El cambio semioficial rondó en aquel entonces los 150 pesos por dólar,
pero rápidamente comenzó a equilibrarse con la recuperación
de la economía hasta tasas que oscilan actualmente entre 20 y 21 pesos en
las Casas de Cambio (CADECA), una compañía estatal autorizada a
comprar y vender divisas.
El dólar en poder de la población llega a Cuba
fundamentalmente a través de remesas enviadas por familiares de cubanos
residentes en el exterior (unos 600-800 millones de dólares anuales, según
cifras de diversos organismos internacionales), propinas y otros gastos que
realiza el turismo y el personal que trabaja en entidades extranjeras, que
cobran sus salarios en divisas.
Varias cadenas de tiendas estatales dispersas por todo el país venden
sus productos en dólares, mientras que algunos organismos de servicios
admiten indistintamente el pago en cualquiera de las dos monedas, a las tasas
oficiales mencionadas.
Las transacciones entre cubanos también se hacen en las dos monedas,
incluyendo las del mercado negro, por lo que existe una gran masa de esa moneda
en circulación en los bolsillos de la gente, cifra imposible de calcular.
Pero no sólo en ese sentido se ha "aplatanado" el dólar,
sino también en la calidad de los servicios que recibe la población
en esa moneda. Las primeras tiendas en divisas tenían un trato solícito,
en contraste con las de moneda nacional.
Varios años después, las mismas cadenas han tenido que
implementar la "protección al consumidor", en vista del
deficiente servicio ofrecido, que puede incluir alteración en el peso de
la mercancía, cobro de "multas" o vuelto (cambio) a veces
incompleto.
La eliminación de la doble circulación monetaria es una de las
metas económicas y políticas del gobierno, pero quienes conducen
la economía se niegan a fijar un plazo, pues no se trata de una simple
determinación, sino que esa disposición tiene que estar sustentada
por la recuperación de la economía, señalan en sus
comentarios.
Cuba trata de deshacerse de embarazosa salida ilegal de su territorio de
presunto terrorista irlandés detenido en Colombia
LA HABANA, Ago 18 (AFP) - Cuba negó estar vinculada a la supuesta
misión que cumplía en Colombia uno de los tres irlandeses
detenidos la semana pasada en Bogotá acusados de asesorar a la guerrilla
de las FARC, aunque admitió que éste residía en La Habana
como representante del movimiento nacionalista católico Sinn Fein.
Niall Connolly, arrestado el sábado por la seguridad colombiana, "es
el representante oficial del Sinn Fein para Cuba. Esta organización
(irlandesa) está legalmente reconocida como un partido político en
el Reino Unido", dijo la víspera a la prensa la portavoz de la
Cancillería cubana, Aymeé Fernández.
"Queremos dejar muy en claro que la presencia del señor Connally
en Colombia no tiene ninguna conexión con las actividades oficiales y
legales que desarrollaba en La Habana", añadió Fernández
al deslindar cualquier responsabilidad del gobierno del presidente Fidel Castro
con las tareas que cumplía el irlandés en Colombia.
Detenido en Bogotá con documentación falsa a nombre de David
Braken junto a dos de sus compatriotas, Connally fue acusado de asesorar en el
uso de explosivos a guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC, marxistas), el grupo insurgente más antiguo de América
Latina, y de integrar las filas del Ejército Republicano Irlandés
(IRA, por sus siglas en inglés)).
Este incidente dejó en una posición incómoda al
gobierno de Cuba, comprometido en apoyar una salida al conflicto colombiano como
miembro del Grupo de Países Amigos del Proceso de Paz en ese país
sudamericano, que integran además España, Francia, Noruega y
Suiza.
Los antecedentes de dar refugio y entrenamiento a guerrilleros izquierdistas
entre las décadas de 1960 y 1980 -reconocidos por Castro a mediados de
1998- y los actuales vínculos que mantiene con el Sinn Fein, considerado
el brazo político del IRA, y con la organización separatista vasca
ETA, le valieron a Cuba críticas y enfrentamientos con la comunidad
internacional en los últimos años.Sin embargo, la presencia de
Connally en Colombia y su presunta misión de asesoramiento militar a las
FARC no parece coincidir con el actual pensamiento político de La Habana,
que ha dado innumerables muestras de solidaridad con el proceso de paz en aquel
país.El presidente Castro advirtió en octubre pasado que "Colombia
no tiene otra alternativa que la paz. Hemos trabajado por la paz y estamos
dispuestos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance" para
colaborar en la pacificación de ese país.De hecho, La Habana ha
oficiado de sede a negociaciones llevadas a cabo entre representantes del
gobierno del presidente Andrés Pastrana y del Ejército de Liberación
Nacional (ELN, guevaristas), la segunda fuerza insurgente de Colombia, en busca
de un acercamiento que ponga fin al conflicto armado.La última de estas "conversaciones
reservadas" se realizó a comienzos de este año en la capital
cubana.Tampoco parece probable una colaboración de Cuba con la dirigencia
de las FARC, con la que el presidente Castro ha tenido fuertes discrepancias públicas
en los últimos tiempos.El jefe de Estado cubano había advertido en
la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno latinoamericanos y el Caribe con la
Unión Europea, realizada en 1999 en Rio de Janeiro, que "ya no es
hora de guerrillas en América Latina", una opinión que fue
duramente contestada por el liderazgo de las FARC."En Colombia se
justifican las guerrillas porque hay violencia, hambre, desempleo, miseria,
desaparición, tortura y muerte", le replicó a Castro días
después el número dos de las FARC y encargado de su aparato
militar, Jorge Briceño.Mientras tanto, Estados Unidos -enemigo ideológico
del régimen cubano- se ha limitado hasta el momento a expresar su
inquietud ante el presunto nexo entre las FARC y el IRA, sin aventurar otra
opinión antes de profundizar en la investigación sobre la
presencia de los irlandeses en Colombia."Cualquier relación (del
IRA) con las FARC o con otras organizaciones terroristas ciertamente plantearía
incógnitas inquietantes", dijo el jueves pasado en Washington el
portavoz del Departamento de Estado, Phil Reeker.En la región, aún
se desconoce la incidencia que pueda tener la detención de Connally en la
gira latinoamericana -que incluye a Cuba- prevista para septiembre por el líder
del Sinn Fein, Gerry Adams.El Sinn Fein niega que los tres irlandeses detenidos
en Bogotá tengan relación con esa agrupación, pero la
confirmación de Cuba de que Connally los representa oficialmente en La
Habana abre una interrogante sobre la veracidad de esa afirmación y
agrega una nueva cuota de incertidumbre al ya debilitado proceso de paz en
Irlanda del Norte.
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