Clarín
digital, agosto 15, 2001.
Es rubia, de ojos verdes y está en sus 60 años. La misteriosa
señora de elegante postura que aparece a la derecha de la foto que aquí
se reproduce, es la primera dama de Cuba. Es, según anticipó el
diario español El Mundo en su edición dominical, la "primera
imagen conocida" de Dalia Soto del Valle, la mujer que acompaña en
la más absoluta de las reservas al presidente Fidel Castro desde hace 30
años.
Según El Mundo hay varias fotos de Dalia en manos de los fotógrafos.
Pero todas ellas son celosamente guardadas, en sintonía con la discreción
que el mandatario cubano y su familia se desenvuelven en la vida cotidiana.
El diario español indicó que la imagen que aquí se
publica fue tomada en febrero pasado, durante el Festival del Habano, una
exclusiva celebración anual de convocatoria internacional en la que que
el gobierno cubano subasta cajas de puros, y cuya recaudación destina a
los hospitales infantiles. En la fo to, Dalia aparece con Alejandro, uno de los
cinco hijos varones que tuvo el matrimonio, y una amiga del joven.
No es esta la primera aparición pública de la señora de
Castro, una maestra de escuela a quien Castro conoció durante la campaña
de alfabetización de 1961. Dalia vivía en Trinidad, un pueblito de
arquitectura colonial, ubicado en la provincia de Cienfuegos.
En los últimos meses se la vio en cinco actos oficiales. Nunca junto
a Fidel pero sí cerca. Durante la última marcha popular por el
feriado del 26 de julio caminó por el malecón de La Habana hacia
la Oficina de Intereses de Washington. Dalia sonrió discretamente a los
fotógrafos, señaló El Mundo.
Según el periódico madrileño, su primera aparición
pública fue en noviembre de 1999, durante un partido de béisbol
que jugaron en el estadio de La Habana los equipos de Venezuela y Cuba,
dirigidos por Castro y su amigo el presidente venezolano Hugo Chávez.
En pareja desde 1961, Soto del Valle y Castro tuvieron cinco hijos varones:
Alexis, Alex, Alejandro, Antonio y Angel, cuyas edades van de los 38 a los 26 años.
Todos sus nombres empiezan con la letra A.
Algunas versiones indican que ello puede ser un tributo al padre del líder,
Angel Castro. O como dice el periodista cubano en el exilio Juan Tamayo, los
nombres derivan de la "admiración de Castro por las victorias
militares de Alejandro Magno". Recuerda Tamayo, ese fue su nombre de guerra
durante la lucha guerrillera de los años cincuenta.
Fidel y Dalia se casaron recién en 1980, un año después
de la muerte de Celia Sánchez, su inseparable amiga desde la lucha contra
Fulgencio Batista, ayudándole a montar la revolucionaria red de
campesinos. Celia es amada por los cubanos y fue la cara femenina en la Cuba de
los sesentas y setentas.
Pero Castro tiene al menos otros tres hijos nacidos en los años 50.
El más conocido es el mayor, "Fidelito" Castro Diaz-Balart,
hijo de su matrimonio con Mirta Díaz-Balart. Hija de la alta burguesía
cubana exiliada en los EE.UU., Mirta es la hermana del senador republicano
cubanoestadounidense Lincoln Díaz Balart.
"Fidelito" es además el único que tuvo actividad
gubernamental. Estudió en la ex Unión Soviética, bajo el
seudónimo de José Raúl Fernández, y condujo la
Comisión de Energía Nuclear entre 1980 y 1992. Los otros dos hijos
fueron fruto de relaciones extramatrimoniales, Jorge Angel Castro, y Alina Fernández,
la única mujer que desde el exilio se convirtió en una
archienemiga del mandatario cubano.
En Cuba, política y vida privada no se mezclan. Desde que llegó
al poder en 1959, Castro mantuvo a su familia incluso a un cantidad
desconocida de nietos en el anonimato. La Habana dice que es por
seguridad, alegando unos 600 intentos de asesinatos en contra de Castro, la
mayoría pergeñados por la CIA y los anticastristas del exilio.
No sería la única razón si se toma en cuenta que el
hombre que rige los destinos de Cuba desde hace más de cuatro décadas
bajo un sistema de partido único no es, sin embargo, amigo del culto a la
personalidad.
En la isla no hay estatuas, calles, billetes, monedas que porten el nombre o
la imagen de "El Comandante". Y tal vez siguiendo algún modelo
tácito, ni los diputados, ni los dirigentes provinciales y municipales
van acompañados en público por sus maridos o esposas. Tampoco su
hermano Raúl Castro, ministro de Defensa, se muestra junto a su esposa
Vilma Espín, veterana del Comité Central del PC cubano y de la
Federación de Mujeres Cubanas.
© Copyright 1996-2001 Clarin.com. All rights reserved |