La saltadora Niurka Montalvo estrenó el medallero español
en los Campeonatos del Mundo de Edmonton con el bronce en la prueba de la
longitud femenina y confirmó que a sus 33 años sigue manteniéndose
en la elite de la especialidad, después de su ausencia en los Juegos Olímpicos
de Sydney debido al boicot cubano.
Europa Press | Edmonton (Canadá) .
Diario 16, agosto 13, 2001
No pudo defender su corona de Sevilla'99, pero la saltadora de origen cubano
demostró su gran nivel competitivo en las grandes citas y, a pesar de
llegar con la tercera peor marca esta temporada de las doce participantes en la
final, fue capaz de meterse en un podio que estaba muy caro en una final donde
el viento, que tan pronto soplaba a favor como lo hacía en contra, jugó
un papel decisivo.
Los 6,88 metros de Montalvo en su cuarto intento, en los que un codo en su
caída impidió que hubiera sido un poco más largo, le
valieron para colgarse el bronce, el único metal que faltaba en su palmarés
en unos Mundiales tras la plata en Goteborg'95 (bajo bandera cubana) y el oro en
Sevilla'99, por tan sólo dos centímetros de ventaja sobre la húngara
Tunde Vaszi, cuarta.
La española llevó a cabo un concurso muy regular, con un
esperanzador inicio con un salto de 6,73 metros, y tan sólo le quedó
el mal sabor de boca de no poder superarse, como hizo en el Estadio de La
Cartuja cuando voló hasta los 7,06 metros, en su último salto,
donde se fue hasta unos pobres 6,54 metros.
Pudo Montalvo haber aspirado a algo más si no hubiera sido por los
escasos centímetros que convirtieron en nulo un segundo intento en el que
la española se fue más allá de la barrera de los 7 metros,
en un salto que olía a oro.
En esta ocasión la italiana Fiona May resultó inalcanzable
para el resto de sus rivales y a sus 30 años se hizo con su segundo título,
tras el logrado hace seis años en Goteborg, después de haber sido
tercera en Atenas'97 y segunda en Sevilla'99.
Con un mejor salto de 7,02 metros, en su tercer intento, May batió
por tan sólo un centímetro a la rusa Tatyana Kotova (7,01), la única
capaz de superar los siete metros junto a la italiana de origen inglés.
May, que llegó a cabo un concurso muy regular con ningún nulo
y tres saltos por encima de 6,90 metros, rompió así una racha de
derrotas en las grandes citas que se remontaba desde su victoria en Goteborg'95
hasta su derrota el pasado año en Sydney a manos de la alemana Heike
Dreschler.
Tanto May como Kotova, que se presentaba en Edmonton con la mejor marca
mundial del año (7,12 metros), se vieron claramente favorecidas por el
viento en sus dos intentos. Así, Kotova arrebataba la segunda plaza a
Montalvo en su cuarto intento cuando un viento de +2 m/s le hacía
situarse a tan sólo un centímetro de la italiana.
http://www.diario16.es |