Hay sol
bueno
Manuel Vázquez Portal, Grupo Decoro
LA HABANA, agosto - El Guanabo de los pobres es distinto. Y aquí
pobres somos casi todos. Tenía razón mi abuelo. El comunismo se
hace no para acabar con los pobres sino para que todos seamos pobres. Ya lo
conseguimos. Somos una pobre sociedad comunista, y el Guanabo que nos toca es
distinto.
El Guanabo de los turistas, esa gente que viene de otras sociedades llenas
de discriminaciones, diferencias sociales, ideas políticas variadas,
elecciones fraudulentas, corrupciones administrativas, es de otra manera.
En el Guanabo de los turistas hay bicicletas acuáticas, hay
sombrillas playeras, hay sillas de extensión, hay tablas de surf, hay
veleros, motocicletas, hay custodios con uniformes azules y walkie-talkie que
nos dicen: "No, compañero, esta zona es para turistas y aquí
no puede estar".
El Guanabo de nosotros, "los pobres del mundo", tiene ranchones
con pan con truco, agua caliente y cerveza a granel mezclada con cuanto líquido
tengan a mano los gastronómicos. Tiene también recámaras de
neumáticos de camión, trusas hechas con pantalones viejos, niños
pidiendo una gaseosa que sólo venden en dólares.
Al Guanabo de los turistas se llega en ómnibus con cristales
calobares, aire acondicionado, música suave, servicio de bar y cafetería,
conductores amables, guías políglotas.
Al Guanabo de nosotros llegamos en "boteros" que cobran veinte
pesos por persona o en camiones que cobran diez o nos arremangamos una cola de
cuatro horas para apretujarnos en una ruta 400.
El Guanabo de nosotros no es de nosotros. Más bien, nos prestan un
pedazo de mar, un poco de arena y sol bueno, requetebueno, cuando llega la hora
del mediodía y no hay sombra donde meterse.
Imagino que el Guanabo de nosotros se mantenga así para que
aprendamos lo que es el Apartheid, para que estemos conscientes de lo
discriminados que seremos en caso de que se instaure en Cuba una sociedad con
diferencias sociales, para que no nos tome por sorpresa lo cruel de un sistema
político diferente. Porque eso sí, la cultura política del
pueblo es fundamental para que se explique por qué ocurren estas cosas.
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