Publicado el 7 de agosto de 2001 en el
El Nuevo Herald
Cuba califica de cínica decisión estadounidense en caso
migrantes
LA HABANA -- (AP) -- Cuba calificó como cínica la decisión
de las autoridades migratorias de Estados Unidos, de permitir permanecer en su
territorio a un grupo de cubanos, sobrevivientes a un reciente naufragio en el
que murieron seis personas.
Es "cínica la actitud del gobierno de Estados Unidos del 3 de
agosto de permitir el ingreso...como supuestos testigos'', dijo Randy Alonso,
miembro de la dirección nacional de la Unión de Jóvenes
Comunistas.
"Ningún gobierno, por poderoso que sea, tiene derecho a jugar
con la vida'', agregó Alonso, al final del foro que modera cada día
en la televisora estatal, y que este lunes fue dedicado a la llamada Ley de
Ajuste Cubano.
La norma, vigente desde 1966, permite a cualquier cubano que logre llegar a
territorio de Estados Unidos, permanecer en ese país y solicitar la
residencia. Cuba afirma que la ley estimula salidas ilegales en peligrosas
travesías, algunas de las cuales terminan en tragedias.
El pasado 1 de agosto, una veintena de cubanos --cuyo bote naufragó
en su viaje desde Cuba-- fue rescatado por un buque carguero que pasaba por
aguas del estrecho de la Florida y escuchó gritos de ayuda.
Seis de los pasajeros del bote, incluyendo tres niños de entre 2 a 7
años de edad, fallecieron en las aguas. El grupo fue luego auxiliado por
la guardia costera de Estados Unidos, que les llevó a las costas y les
permitió permanecer en ese país.
Dos de los sobrevivientes están acusados de tráfico de
migrantes.
Inician proceso a traficantes de cubanos
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
Visiblemente tensos y atemorizados, dos presuntos contrabandistas
involucrados en el naufragio de una embarcación donde viajaban 26
inmigrantes cubanos, comparecieron ayer ante un tribunal federal de Miami.
En la audiencia inicial ante el magistrado Robert Dube, Osvaldo Fernández
Marrero, de 35 años, y Roberto Montero Domínguez, de 30, fueron
inculpados por la fiscalía de participar en una operación de tráfico
humano que costó la vida de por lo menos seis personas, entre ellos tres
menores.
El primero en ser llamado al estrado fue Fernández Marrero, quien
llegó a Estados Unidos en 1999. Dijo vivir en el 42 Place de Flagler, en
La Pequeña Habana, ser soltero y no tener hijos.
Balbuceante, Montero Domínguez aseguró que residía "en
la misma dirección de mi amigo'', y también se declaró
soltero, sin hijos, ni cuentas bancarias.
A ambos le fueron asignados abogados de oficio. La audiencia judicial para
el posible otorgamiento de fianzas se realizará el próximo 9 de
agosto.
La fiscalía se opone a que sean liberados bajo fianza, porque "representan
un serio peligro para la comunidad''. Para el 20 de agosto fue fijada la
audiencia de presentación formal de los cargos criminales.
Según una declaración jurada del agente especial de la
Patrulla Fronteriza, Gary Unger, los supuestos traficantes aspiraban a obtener
unos $40,000 como resultado del fatídico viaje hacia la Florida. Uno de
los sobrevivientes admitió haber pagado $8,000.
Mientras, anoche permanecían retenidos por el Servicio de Inmigración
y Naturalización (INS) los restantes 20 sobrevivientes de la tragedia
ocurrida la madrugada del pasado miércoles, a unas 20 millas de Cayo
Hueso.
Las autoridades del INS no han revelado los nombres de los detenidos ni de
los desaparecidos. Sólo el cadáver de un hombre ha sido
recuperado.
El fiscal federal, Guy Lewis, aseguró ayer que entre los retenidos se
hallan personas que están cooperando con el gobierno, pero declinó
ofrecer detalles sobre el asunto.
"Los cargos que van a formularse están siendo considerados'',
indicó Lewis, quien enfatizó el compromiso de las autoridades
contra el tráfico humano. "No queremos que tragedias como ésta
se repitan en el sur de la Florida'', añadió.
Extraoficialmente trascendió que los potenciales testigos podrían
comparecer ante un jurado de instrucción esta semana.
Pudieran devolver al piloto de avioneta a EU
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
El aprendiz de piloto que voló a Cuba la semana pasada en una
avioneta robada, pudiera ser devuelto en los próximos días a
Estados Unidos, dijeron a El Nuevo Herald fuentes oficiales relacionadas con el
caso.
Los detalles de la devolución de Milo John Reese, de 55 años,
están siendo discutidos entre funcionarios de los dos países en un
ambiente de gran discreción, aunque no han transcendido detalles en
relación a un posible retorno de los restos del aparato monomotor, que
quedó parcialmente destruido cuando el piloto hizo un aterrizaje de
emergencia en una zona rocosa al este de La Habana.
Reese fue, inicialmente, trasladado al hospital Luis Alba Soto (ex Naval),
donde médicos cubanos le efectuaron un chequeo. Durante el fin de semana,
añadieron las fuentes, fue hospedado en un hotel de la capital cubana,
donde ha estado en contacto permamente con funcionarios consulares
estadounidenses.
Según diplomáticos estadounidenses, el gobierno de la isla
parece inclinado a no encausar a Reese, por lo cual la devolución se
pudiera dar en las próximas 48 horas, tan pronto concluyan los trámites
de rigor.
El aprendiz de piloto trabajaba en el Servicio de Residuos de Cayo Marathon,
y por las noches entregaba pizzas a domicilio para sufragar sus clases de vuelo.
Según Sandra Reese, la esposa del aeropirata, él es un
individuo con "algunos problemas mentales'' que "últimamente no
estaba tomando sus medicinas''. Ella vive en Nevada, pues la pareja está
separada.
Se desconocen los motivos que lo llevaron a robar una avioneta de una
escuela de vuelo de Marathon y volar hacia Cuba. Reese era conocido como un
activista contra la legalización de la prostitución en Nevada,
donde tuvo varios encontronazos con la ley y una vez llegó a encadenarse
al edificio del sistema público de salud de ese estado, en protesta por
esas actividades. |