Por Carlos M. Estefanía.
Revista Cuba Nuestra.
Estocolmo 3 de agosto de 2001.
La última celebración del 26 de julio en La Habana, Cuba, fue
analizada para la teleaudiencia por el Canal 1 de la Televisión Nacional
Sueca. Al día siguiente de la celebración, el Programa "SVT
Morgon", presentado por la estilizada locutora sueca Cecila Grale, abordó
el tema. Estas fueron las palabras con las que la periodista inició el
programa:
-- Algo está sucediendo en Cuba. El dictador del país, Fidel
Castro, se desmayó en medio de un discurso unas semanas atrás. Sin
embargo, el día de ayer fue mejor: 1, 2 millones de manifestantes
participaron en una marcha de protesta contra la política de Estados
Unidos, y Castro se mantuvo en pie. La protesta, que fue organizada por el
Estado, formó parte de la celebración del 26 de julio.
Mientras, el programa mostraba imágenes de la marcha encabezada por
Castro. Junto a él apareció Hojjatoleslam Hajj Seyed Hassan
Khomeini, nieto del fallecido Ayatollah Ruhollah Khomeini, Demiurgo del Estado
Islámico en Irán. Más tarde, la locutora dio la bienvenida
a Alexis Gainza Solenzal, exiliado cubano, y le presentó en su condición
de Coordinador de la revista Cuba Nuestra, así como a Birger Thureson, de
la redacción de opinión del periódico Nya Dagen (El nuevo Día).
Se trata de uno de los periodistas suecos arrestados y deportados de Cuba en el
verano de 2000 por haber participado en un seminario para la prensa
independiente de la isla. Dirigiéndose al representante de Cuba Nuestra,
la locutora sueca comentó:
-- Se reunieron 1,2 millones de personas. ¿Crees tú que fueron
voluntariamente?
-- No, claro que no --contestó el cubano y continuó--. Eso
muestra sencillamente el peor lado del totalitarismo. Muestra cómo un
estado; que tiene el monopolio sobre el trabajo, que tiene el monopolio sobre
todas las áreas de la sociedad, puede organizar una enorme reunión
coreográfica en apoyo del propio régimen. Demuestra que deben
existir mecanismos para obligar a todas estas personas a ir a ese tipo de
demostraciones. Mecanismos sutiles como mecanismos abiertos de represión
que los obligan a apoyar al régimen. La reportera insistió en
encontrar algún elemento de respaldo al régimen:
-- Pero Castro es apoyado por muchos cubanos. ¿Muchos hablan de "castrismo"?
-- Sí, se dice eso. Pero no existe ninguna prueba para poder afirmar
tal cosa. Las personas en Cuba no han tenido la ocasión de expresar su
opinión con respecto a su "apoyo" al régimen de una
manera libre, sin que se expongan a adversidades y represiones (esclareció
Gainza).
Intrigada por el significado de la fecha, la conductora de la televisión
sueca hizo otra pregunta:
-- El 26 de julio es una especie de "Fiesta Nacional". ¿Qué
fue lo que sucedió entonces? ¿Qué es lo que se hace?"
-- Propiamente este es un día en que el régimen celebra el
asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, fecha en la que ve el inicio
de la rebelión contra la dictadura de Fulgencio Batista. Pero para muchos
es también un día de luto puesto que es el día en que los
cubanos, bajo la dirección de Fidel Castro, eligieron la vía
armada para solucionar los conflictos que imperaban en la sociedad de entonces.
Esto ha sido trágico puesto que los cubanos han recurrido precisamente a
la violencia como una de las formas de resolver sus problemas. Es hora de
detener la espiral de violencia que predomina en la manera de pensar de los
cubanos, y en primer lugar, de la dirección del gobierno.
En este momento, Cecila se dirigió a Birger Thureson:
-- Tú fuiste uno de los periodistas que fue arrestado en Cuba. ¿Qué
fue lo que sucedió?
-- Hace exactamente 11 meses que estuvimos allí. Tres periodistas
suecos viajamos a la isla como turistas, pero también para encontrarnos
con nuestros colegas, periodistas. Hay entre 100 y 150 periodistas
independientes que no trabajan y no pueden trabajar en los medios de prensa,
monopolizados por el estado. Ellos quieren describir la realidad en Cuba y
hacerlo de otra manera y por otras vías, así como distribuir la
información internacionalmente. Necesitan contactos, necesitan ser vistos
y reconocidos, por así decirlo, y nosotros estábamos allí
para encontrarnos con ellos, simplemente. Ellos también nos habían
pedido que les contáramos cómo la ética de prensa funciona
en Suecia, el sistema de autosaneamiento en los medios suecos de comunicación.
Habíamos tomado partes traducidas de la legislación sueca sobre la
libertad de expresión y de prensa.
-- ¿Pero después fueron arrestados?
-- Después fuimos arrestados. Aproximadamente a las 6:45 de la mañana.
-- ¿Por qué?
-- Puesto que la razón oficial que se indicó por parte del
aparato de seguridad fue que teníamos una visa errónea, que habíamos
venido como turistas. Nos dijeron: "Ustedes se encuentran con esas personas".
Ellos tenían un control absoluto sobre nosotros, sobre lo que hacíamos.
-- ¿Pero no fue algo inocente creer que uno podía viajar allí
con visa turística y encontrarse con ...?
-- Nosotros lo habíamos hecho anteriormente. Pensábamos
dedicar un par de días de nuestra semana de vacaciones, y no es nada
inusual que uno se encuentre con colegas y amigos cuando está afuera como
turista. Así que no estábamos allí por cuenta de nuestros
diarios, tampoco para hacer periodismo. Estábamos allí para
encontrarnos con amigos, que son periodistas en condiciones muy difíciles.
-- ¿Cuál fue tu impresión de la Cuba de Castro?
-- Con quienes me encuentro allá, mis amigos, son periodistas
independientes, grupos pro derechos civiles, un embrión de partidos políticos
o partidos políticos, puede decirse. Ellos viven bajo constantes
represalias, son encarcelados de cuando en cuando. Elizardo Sánchez Santa
Cruz, el disidente más conocido allí, ha estado en la cárcel
ocho años en total por haber tenido ideas "erróneas".
En esta parte, la locutora volvió a retomar la conversación
con Alexis Gainza y le preguntó:
-- Hace unas semanas Castro se desmayó durante un evento público.
¿Qué se sabe de su estado de salud?
-- En realidad no se sabe mucho. Esto se debe a que se trata de un secreto
de Estado. Se habla sobre cáncer, unos dicen que ha tenido derrames
cerebrales. En general, se habla mucho sobre su salud, pero ésta es, en
realidad, un secreto de Estado. Los que han tratado de ponerla descubierto de
una u otra manera han tenido problemas, puesto que lo que va a ocurrir en Cuba
después de Castro es una cuestión complicadísima.
Mientras hablaba el coordinador de Cuba Nuestra, los televidentes pudieron
ver nuevamente las imágenes del desmayo de Fidel Castro; el desconcierto
de sus asistentes, algunos en verdadero estado histérico, otros actuando
como si creyeran que el comandante había sido víctima de un
atentado, alguien le cubría del cielo con una especie de chaleco
antibalas portátil. La toma cerraba con la subida a la tarima de un
guardaespaldas, que de frente al público, llevaba, amenazante, la mano a
su cintura, donde presumiblemente tendría un arma, en el mejor estilo del
oeste. Era un símbolo vívido de la desconfianza en el pueblo que
sienten los encargados de la seguridad del Estado.
Cecila Grale continuó interrogando.
-- ¿Qué cree el pueblo? ¿Cuánto tiempo puede estar
Castro en el poder? ¿Se dan ese tipo de discusiones?
-- Por supuesto que existe ese tipo de discusión. Hay quienes creen
que posiblemente viva 10 años más, incluso 20 años más.
Pero lo más importante es que no tenga lugar una fijación en Fidel
Castro y su salud. Más bien la discusión debería centrarse
en las cosas para lograr cambios en el país, ayudar a las fuerzas dentro
de Cuba que se proponen una transición a la democracia.
Entonces la conductora se dirigió de nuevo al periodista sueco:
-- Pero posiblemente sea más fácil el día en que Fidel
Castro ya no esté allí cambiar el país ¿Qué va
a ocurrir cuando Castro ya no esté? ¿Qué tú crees?
-- Si Raúl Castro, el hermano menor, cinco años más
joven, toma el poder, no habrá ningún alivio, sino que
posiblemente suceda lo contrario. Por su posición, tiene control sobre el
aparato de seguridad del estado, la policía, etc. Además, es un
marxista despiadado. En realidad, no debíamos estar sentados aquí
discutiendo qué va a suceder después de Castro, sino qué
hacemos ahora, qué hace el gobierno sueco, qué hacemos nosotros en
el mundo democrático ahora. Deberíamos, con todas las fuerzas,
apoyar a la oposición democrática que existe y que es muy pacífica
y que no quiere otra cosa que un diálogo con el régimen para que
gradualmente el sistema se abra a las reformas políticas y económicas.
La conductora volvió a la carga:
-- El diálogo con estos grupos de oposición posiblemente no se
tenga en gran medida aún. Para lograr este diálogo se necesita
razonablemente un nuevo líder. ¿Existen algunos candidatos que,
después de Castro, puedan hacer cambios democráticos?
A lo que Gainza respondió:
-- Sí, por supuesto. Sin embargo, no se puede hablar ahora justamente
de candidatos puesto que no existe ninguna posibilidad de elecciones
presidenciales en Cuba hoy.
-- ¿Pero existe un número de nombres?
-- Sí, claro, y no solamente nombres, sino que existe una oposición
democrática bien organizada en el país. Se puede mencionar como
ejemplo dos proyectos por así decirlo que están en marcha ahora
dentro del movimiento democrático. Uno de ellos se denomina Proyecto
Varela. Este significa que se están reuniendo 10 mil firmas, las cuales
se exigen, según la constitución vigente hoy, para que los cubanos
en libertad puedan elegir bajo que sistema político quieren vivir. Si
logran reunir las 10 mil firmas y entregarlas a las autoridades, entonces existe
la posibilidad constitucional de elegir una transición pacífica a
la democracia.
-- ¿Pero tú crees que esto pueda influir de alguna manera, crees
que el poder consideraría tomar esto en serio?
-- Sí. Creo que también depende de cómo la comunidad
internacional reaccione. Si existe una constitución que en realidad es
totalmente comunista, y que dice que se necesitan 10 mil firmas para hacer un
cambio constitucional, y toda la comunidad internacional ha visto que las firmas
han sido entregadas, y por lo tanto hay fundamento para hacer los cambios,
pienso que esto puede ejercer influencia sobre el régimen y que el régimen
pierde legitimidad si no toma en serio el deseo de cambios del pueblo.
Entonces la conductora pasó nuevamente el balón a Birger
Thureson:
-- ¿Qué tú crees sobre las probabilidades del país
para la democracia?
-- Creo que esas probabilidades están bien claras. Si quienes estamos
aquí sentados, si el gobierno sueco y otros ven a la oposición
democrática que existe en el país, si se establecen contactos con
ella, esto hará que también el régimen le preste atención
y la reconozca. En este momento el régimen puede hacer caso omiso de ella
porque tampoco nosotros le hacemos caso.
Así terminó un espacio televisivo que pone sobre el tapete la
falta de credibilidad, ante los medios de comunicación en Suecia, de las
fuentes asociadas con el régimen cubano, como la llamada Asociación
de Amistad Sueco Cubana o determinados "expertos" que reducen el
problema cubano al conflicto con Estados Unidos. Estos no fueron invitados al análisis.
En su lugar estuvieron presentes, en los estudios de televisión, dos
periodistas, uno cubano y otro sueco, dos personas que no ocultan su compromiso
con el movimiento democrático de la isla. Y lo más valioso, no se
perdió la oportunidad de destacar ante las cámaras la importancia
del proyecto Varela.
Estocolmo 3 de Agosto de 2001 |