Una reliquia
cubana
Lucas Garve, CPI
LA HABANA, agosto - ¿Conoce usted cuál es la reliquia zoológica
cubana? No... ésa no. A mí me parece que ahora mismo usted está
pensando en la respuesta equivocada. Así que dedique unos minutos y siga
leyendo. Si usted piensa en un animal grandote y feroz, está totalmente
errado. La reliquia zoológica cubana es un animal chiquitico, de nariz
larga, fuertes uñas y muy escurridizo. Si usted es parte de los que
piensan que se trata del almiquí, acertó absolutamente.
Primero, vale explicar que el nombre Almiquí le fue concedido por el
científico cubano Don Felipe Poey en la primera mitad del siglo XIX, mas
quien realizó la descripción de su especie fue el científico
alemán D. Peters en 1861.
El almiquí o Solenodon cubanus, un animalito de hábitos
nocturnos y residente en madrigueras subterráneas en lugares montañosos
de difícil acceso es, en realidad, el mamífero endémico
cubano más buscado por los científicos en el país.
Aunque se han encontrado testimonios fósiles y sub-fósiles de él
en el occidente y en el centro de la isla, en la actualidad solamente y a duras
penas puede hallarse el almiquí en las zonas intrincadas del macizo montañoso
Nipe-Sagua de Tánamo-Baracoa, en la Sierra del Cristal, situada en la
región oriental de Cuba.
Por otra parte, el nombre del insectívoro endémico cubano sí
ha proliferado para la publicidad, ya que existe el centro veterinario "Almiquí",
en La Habana, una clínica que presta atención a animales afectivos
en dólares estadounidenses.
Allí se ofrecen servicios como cirugía, laboratorio, rayos X (¿tienen
placas?), curaciones, ventas de animales, farmacia, tienda, peluquería
para caninos, y otros. Siempre todo en dólares.¡Pague en efectivo el
cuidado de su animal afectivo!
La zona donde vive el almiquí es una región montañosa
muy rica en flora y fauna endémicas -que nada tiene que ver con el
reparto Atabey y sus residencias, donde radica la clínica citada- un área
caracterizada por el tipo de vegetación de bosque húmedo montano y
el bosque siempre verde. Aquí la mayoría de las especies de la
flora son endémicas, otras autóctonas.
Vale destacar que la riqueza malacológica de la región
-moluscos y caracoles- es excepcional pues el 75 por ciento de las especies
encontradas son únicas y tres géneros quedan restringidos a la
parte oriental de Cuba. Existen 30 especies de caracoles terrestres, siendo la más
conocida los Polymitas de vivísimos colores.
¿Qué pasó con el almiquí? Pues tienen muchos
enemigos potenciales en el monte cubano. Sin dudas, los perros, los gatos jíbaros
y las lechuzas. El pequeño insectívoro cubano, el almiquí,
constituye en la actualidad la joya más preciada de la fauna del archipiélago.
Y, aunque difícil de encontrar, como tantas otras especies y cosas
perdidas en Cuba, con bastante esfuerzo se llega a hacerlo en los tupidos
bosques de la Sierra del Cristal.
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