El agua, líquido vital del
sistema socialista
LAS TUNAS, 26 de septiembre (Juan Téllez Rodríguez, Libertad)
- El agua es un elemento que se ha puesto de moda con gobierno de Fidel Castro,
al que algunos humoristas de Las Tunas llaman irónicamente el mandato de
mezcla-lo-todo.
Por ejemplo, un alimento tan necesario para niños y otras personas
como la leche está "bautizada" con agua. Según algunas
amas de casas, cuando se pone a hervir "nunca sube", lo que ellas
aseguran que evidencia la mezcla solapada de que ha sido objeto.
A un núcleo familiar en Cuba le corresponde dos botellas y media de
alcohol industrial todos los meses, a pesar de que este producto es de producción
nacional. Pero, la culpa de esta otra migaja -como siempre sucede desde 1959- la
tiene el vecino del Norte. Volviendo al alcohol, éste tampoco escapa a su
"bautizo" con agua.
Siempre que se usa ese combustible, ya sea en el reverbero o para calentar
el quemador de las cocinas de keroseno, su inseparable acompañante, el
agua, arde ruidosamente cual si fuera un huevo frito.
El sirope de diferentes sabores para preparar refrescos, que es vendido
ocasionalmente, también viene acompañado del "líquido
vital". A simple vista, o mejor dicho, al paladar, se nota su presencia y
en cuanto a su consistencia se aprecia que perdió el espesor que
caracteriza a ese producto.
Por su parte, el yogurt verdadero sólo queda en el recuerdo. En el
llamado período especial, el que a veces venden en Vázquez es un
invento de la escasez: una mezcla de soya, con diferentes sabores y, por
supuesto, un por ciento considerable de agua. Aunque, para hacer justicia, es el
producto que menos "bautizan".
En cuanto a la cerveza a granel, además de ser de pésima
calidad, ésa sí es la que más "bautizo" recibe.
Los bebedores consuetudinarios expresan frecuentemente: "Me tomé una
cántara de cerveza y no cogí ni una nota, esto ocurre porque el
agua no emborracha".
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