Cristina:
una avenida que se ensombrece
Jorge Cordero, AFPCP
LA HABANA, noviembre - Hace más de 41 años la avenida de
Cristina brillaba como el sol, por los numerosos comercios que se establecieron
en ambas aceras de esa importante calle de la capital cubana.
Hoy, la administración del Partido Comunista ha cambiado aquel
escenario de prosperidad económica. Sólo quedan dos destartaladas
bodegas, si es que así se puede llamar a esos inmuebles cuyos anaqueles
permanecen eternamente vacíos. La otrora tienda El Zorro desapareció
y el famoso bar ubicado en la intersección de las calles Concha y
Cristina fue transformado en un establecimiento de la red dolarizada, o sea que
sólo vende en moneda norteamericana, que pertenece a la cadena
Habaguanex.
Otro bar, el de Castillo y Cristina, devino en un tugurio donde los
borrachos del barrio diariamente ofrecen un espectáculo cuyo principal
ingrediente es la degradación humana de un segmento de la sociedad que
escapa de la realidad impulsado por ron de pésima calidad.
Hoy por hoy, el pavimento de la avenida de Cristina está deterioradísimo
por el paso de los camiones de carga con que el gobierno comunista sustituyó
los ómnibus de pasajeros y a los que denominó camellos. Los
camellos M-7 y M-6 (que significa metrobús ruta 7 y 6) diariamente
desplazan su colosal peso por esa avenida de la capital y arruinan aún más
su capa de asfalto.
Respecto al alumbrado público, baste decir que esa calle de la
capital se ha ido apagando con el paso de los años. Cristina es una
avenida que se ensombrece, en todos los aspectos, cada día más.
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