La
pasión por el número mil
Rev. Pedro Crespo, Grupo Decoro
LA HABANA, noviembre - La pasión por el número mil es casi tan
vieja como Matusalén . Existieron sectas cuya doctrina giraban en torno a
los mil años de cualquier cosa. O esperaban que a los mil años
sucedieran otras tantas. Sin embargo, ahora, también aparece la
incertidumbre de cuándo concluyó o concluirá el segundo
milenio.
En los medios de comunicación de Cuba se ha discutido hasta la
morbosidad si el comienzo del siglo es en el año 2000 o en el 2001; si el
informático "error del milenio" iba a afectar el transporte aéreo
o las transacciones bancarias.
Con frecuencia se revelan datos estadísticos sobre el incremento de
la pobreza en el mundo, pero ignoran el notable deterioro de la calidad de vida
de la mayoría de la población cubana, que ha visto reducirse sus
niveles de consumo y enfrenta una crisis que reduce aún más las
posibilidades de cubrir las necesidades básicas del ser humano.
La propaganda oficialista por más que intente no puede ocultar que
muchas familias están al borde de la indigencia, que han decrecido los
niveles de expectativa y que se ha incrementado la violencia como un detonador
de los problemas y las contradicciones sociales.
Los medios de prensa, todos oficiales, o sea en manos del Partido Comunista,
deberían prestar más atención en sus espacios noticiosos al
tema de la pobreza y la desesperanza en la familia cubana que, hoy por hoy,
enfrenta un altísimo nivel de frustración.
¿Quién podrá asegurar que después de la
tradicional velada de fin de año, de la risa, los abrazos y del cubo de
agua que se echa para la calle, va a cambiar la suerte de los muchos que aquí
perdieron la esperanza?
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