De
clínica privada a deficiente policlínico
PINAR DEL RIO, 21 de noviembre (Víctor Rolando Arroyo, UPECI) - La
palabra deprimente no logra expresar la desagradable impresión que
reciben los que se personen en el policlínico Pedro Borrás, en
esta ciudad de Pinar del Río.
Ubicado en una magnifica edificación, que otrora fue una de las más
prestigiosas clínicas privadas, hoy muestra un rostro poco feliz esta
instalación del Ministerio de Salud Pública de Cuba.
La falta de iluminación y la suciedad extrema de los cristales de las
ventanas, unido a la deficiente ventilación del inmueble a falta de
equipo para ello, le imprimen al policlínico un ambiente lúgubre.
Basura que incluye desechos biológicos permanece días sin ser
recogida, pisos enmohecidos, paredes desconchadas y faltas de pintura, así
como un mobiliario destartalado son realidades que caracterizan esa instalación
de Salud Pública.
Excavaciones en los pisos, en busca de salideros de agua y tupiciones,
tienen paralizadas áreas tan vitales como el Departamento de Rayos X,
cuyo recinto lleva semanas inundado por residuales sólidos y aguas
pestilentes.
Contradictoriamente, en el policlínico Pedro Borrás funciona
el centro municipal del sistema de urgencia médica para esta ciudad.
La Salud Pública es una de las banderas que el régimen de
Fidel Castro enarbola ante el pueblo, pero éste bien paga por el mismo,
no sólo con recursos materiales, sino además con la vergüenza
de tener que asistir a este local donde un cartel anuncia: "No perdamos la
ternura: Salud derecho del pueblo".
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