Sujeta
a cambios
Lucas Garve, CPI
LA HABANA, 21 de noviembre - En realidad hay personas que detestan consultar
un almanaque. Simplemente no poseen uno en su casa. Además, esos artículos,
como muchos otros, escasean.
Así las cosas, para saber si hoy es lunes o jueves, muchísimos
cubanos se guiaban por los programas de televisión.
"Hoy es martes porque hay novela extranjera" -dice uno, y acierta
a saber el día de la semana.
"Chico, oye, hoy es viernes porque es el día del pesa'o de "Vale
la pena" -dijo otro. Pero se equivocó. Ahora está los martes.
Resulta que los programas de la televisión cubana no cesan de estar
sujetos a cambios.
La tele de Cuba se convirtió en un "Wall Street" político.
¡Cualquier acontecimiento hace tambalear la programación! En lugar
de los programas habituales, que esperan desde las abuelas hasta los nietos,
aparecen otros de carácter exclusivamente político, sin prevenir a
la teleaudiencia hasta momentos antes. Y pocas son las emisiones que "vale
la pena" ver. Aunque algunas escapan a la fuerte ideologización que
acentuó el carácter de una programación muy politizada
desde siempre, sí han sufrido.
"Mami, estos muñequitos (cartoons) de hoy no me gustan, quiero
que pongas los otros" -suplicó un niño de tres años a
su madre sin llegar a comprender que "los muñequitos de hoy" no
eran tales, sino una Tribuna Abierta más.
Por consecuencia, la demanda de videos alquilados creció mucho en lo
que va de año. Videos de dibujos animados y películas comerciales
de tercera categoría (persecuciones de autos, robos, asesinatos y mucho
kitsch) son de rigor y de rogar como entretenimiento hoy mismo para evitar ¡la
programación política! Una opción socorrida frente a la
uniformidad televisada.
¡Instalar un banco de alquiler de videos es un buen negocio en el
presente!
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