"La
Habana no aguanta más"
Víctor Rolando Arroyo, UPECI
PINAR DEL RIO, noviembre - ¿Cómo recibirán las
generaciones futuras la capital de Cuba? En el 481 aniversario de su fundación,
tal parece que la ciudad de La Habana tiene un centro en la parte vieja e
islotes diseminados por el resto del territorio, ambos solamente para satisfacer
los intereses de una minúscula nomenclatura y del turismo extranjero.
La Habana Vieja y los hoteles e instalaciones del turismo son las zonas de
la ciudad en las que se nota un proceso de restauración, y se conserva
mediante la aplicación de los más novedosos avances en la ciencia
de esas actividades.
Para el resto de nuestra capital queda una fisonomía urbanística
en franco deterioro, no precisamente dañada por su edad, sino por su
sobre-explotación y la carencia de recursos.
La Habana no puede vivir de migajas. El país debe dar para ello lo
necesario, para que la capital tenga un rostro vivo y revertir su deterioro. Por
supuesto, sin exclusiones.
Más de cien millones de dólares estadounidenses ha recibido
esa ciudad de donativos. ¿En qué nos beneficia y en qué nos
compromete?
¿Podrá La Habana del mañana mostrar rasgos de su
identidad nacional y local y la esencia de su pasado sin que el folklorismo turístico
lo dañe irreparablemente? Especialistas en la materia reconocen cuánto
se ha retrocedido en términos de arquitectura y urbanismo lo que hoy daña
gravemente el entorno de nuestra capital.
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