Jose Otero. jotero@prensa.com.
La Prensa. Panamá.
Noviembre 21, 2000
Efectivos de la Policía Técnica Judicial (PTJ) descubrieron en
la madrugada de ayer un cargamento de ocho kilos de explosivos plásticos
C–4 y detonadores enterrados en un terreno baldío en Tocumen, los
cuales serían presuntamente usados en el complot para asesinar al
presidente de Cuba, Fidel Castro, informaron fuentes ligadas a las
investigaciones.
Los cubano–americanos Luis Posadas Carriles, Pedro Remón, Manuel
Díaz, Guillermo Nomo, César Matamoros y José Hurtado
permanecen detenidos desde el pasado viernes por su presunta vinculación
con esta conspiración denunciada por el propio Castro antes de la
inauguración de la X Cumbre Iberoamericana.
Mientras tanto, el Gobierno de Cuba solicitó a Panamá la
extradición de los cubano–americanos, informó ayer el
procurador general, José Antonio Sossa.
Tras reunirse por seis horas con los miembros del Consejo de Defensa y
Seguridad Nacional (CDSN), Sossa precisó que Cuba tiene 60 días
para formalizar una denuncia contra Posada Carriles y sus presuntos cómplices
para que las autoridades panameñas evalúen la solicitud de
extradición.
Los explosivos fueron ubicados a la 1:30 de la madrugada del lunes,
sepultados a poca profundidad, en una zona semiselvática en el sector de
la 24 de Diciembre de Tocumen. Los explosivos estaban envueltos en una bolsa plástica
y protegidos por una masilla especial.
Fuentes consultadas señalaron que este tipo de explosivos podía
ser detonado desde larga distancia a través de un sistema de
computadoras, y que su onda destructora podía extenderse hasta unos 400
metros de distancia a la redonda.
El Consejo de Seguridad Nacional efectuó dos reuniones ayer para
analizar el tema de los detenidos cubano–americanos. La primera por tres
horas en la Presidencia de la República y, luego, por otras dos horas en
la Procuraduría de la Nación.
Pablo Quintero Luna, jefe del Consejo de Seguridad, se limitó a
decir, luego de la reunión, que el caso estaba a órdenes del
Ministerio de Público y que le correspondía al fiscal auxiliar,
Carlos Augusto Herrera, brindar las declaraciones oficiales.
Carlos Barés, director de la Policía, indicó que ‘‘estamos
trabajando en el caso’’. Alejandro Garuz, director del Sistema de
Protección Institucional (SPI), solo expresó su repetida frase ‘‘estamos
investigando, no podemos decir más’’.
Los detenidos en este caso fueron conducidos ayer desde la Policía
Nacional a la Fiscalía Auxiliar y, según se conoció,
Carriles Posada y los otros cuatro cubano–americanos están a órdenes
del Ministerio de Relaciones Exteriores. | 